En un lapso de tan solo 48 horas, el Gobierno lograría ratificar en el Congreso el polémico DNU del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El decreto obtuvo dictamen este martes en la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo gracias a la ayuda de un aliado, el formoseño Francisco Paoltroni, y se someterá a votación este miércoles en la Cámara de Diputados, donde el oficialismo confía en tener el número.
El oficialismo necesitaba nueve firmas para dictaminar, ya que la comisión está compuesta por 16 legisladores. Pero aún con la ayuda de aliados, solo alcanzaba ocho. La novena firma apareció de la mano de Paoltroni, un senador que a mediados de 2024 abandonó el bloque de La Libertad Avanza enemistado con el asesor Luis Caputo, y que desde entonces se mueve como aliado circunstancial del Gobierno.
Paoltroni presentó un despacho propio en rechazo al DNU, pero con su firma habilitó que haya dictamen. El senador no solo fue clave para destrabar el número, sino que además ayudó al oficialismo a retener la presidencia de la comisión, que tras una fuerte pelea quedó en manos de otro aliado, Oscar Zago (MID).
Las ocho firmas a favor del DNU fueron de Juan Carlos Pagotto y Lisandro Almirón por La Libertad Avanza; Luis Juez y Diego Santilli por el PRO; Francisco Monti y Víctor Zimmermann por la UCR; Carlos “Camau” Espínola por Unidad Federal; y Zago, un diputado que, al igual que Paoltroni, mantiene su lealtad con el presidente Javier Milei pero cuestiona al “entorno”.
Unión por la Patria no firmó ningún dictamen y lideró el rechazo. En paralelo, el Consejo Nacional del Partido Justicialista, encabezado por la expresidenta Cristina Kirchner, se opuso al DNU “en todos sus términos”, y los senadores peronistas enviaron una nota al FMI advirtiendo que el DNU “contradice la Constitución Nacional” y “no cumple” con la Ley 27.612, que exige que la operación sea aprobada por ley del Congreso.
Nicolás Massot tampoco presentó dictamen: el diputado de Encuentro Federal compartió las críticas al Gobierno por haber avanzado por DNU y, además, haberlo hecho sin una ley de Presupuesto vigente. “Vayan por la autopista, no por la banquina”, aconsejó el legislador del bloque de Miguel Pichetto
Con el dictamen, el DNU quedó listo para ser votado este miércoles en la sesión que Martín Menem convocó para las 10 en Diputados, en una jornada que promete volver a recalentarse con una nueva protesta de jubilados en el Congreso. Si el DNU es aprobado (se requiere mayoría simple, es decir, mitad más uno) quedará firme, ya que la ley vigente solo exige el aval de una de las dos cámaras.
El Gobierno confía en refrendar el DNU con los votos del PRO, la UCR de Rodrigo De Loredo, parte de Encuentro Federal, la Coalición Cívica, Innovación Federal y otros bloques pequeños como el MID. Los diputados del PJ cordobés, con la excepción de Natalia De la Sota, acompañarán el decreto tras el respaldo que le brindó este martes el gobernador Martín Llaryora.
Unión por la Patria aportará el grueso de votos en contra, y se sumará el Frente de Izquierda y una porción del radicalismo de Democracia para Siempre.
La defensa del Ejecutivo
En la reunión de la bicameral se presentaron Pablo Quirno, secretario de Finanzas; José Luis Daza, secretario de Política Económica; José García Hamilton, secretario legal y técnico de Ministerio de Economía; Marcelo Grifi, director del Banco Central; y Ariel Montenegro, síndico del BCRA. También monitoreó el debate el vicejefe de Gabinete, José Rolandi.
Quirno defendió el DNU y rechazó la idea de que están solicitando “un cheque en blanco”. No obstante, evitó dar precisiones sobre los montos por la condición de confidencialidad del acuerdo.
“No es un cheque en blanco porque el DNU dice cuál es el uso de ese préstamo. El DNU dice que es para comprar pasivos del BCRA y refinanciar las deudas del programa de 2022. Es un programa de 10 años con 4,5 años de gracia sobre pagos de capital”, señaló Quirno.
El funcionario reiteró que se realizó por DNU porque “el tiempo que demandaría la discusión de la ley puede atentar contra el orden macroeconómico”.
El secretario explicó que el crédito será para la recompra de pasivos remunerados del BCRA por parte del Tesoro Nacional, con lo cual no se aumenta la deuda pública bruta.
Quirno explicó que este préstamo es necesario para fortalecer el activo del BCRA, que es lo que respalda los pesos que están en circulación.
“Los pasivos remunerados se redujeron 76% en términos reales. El excedente de pesos se redujo drásticamente, pero la reducción no es suficiente porque a la calidad de activos del BCRA es baja”, explicó el secretario.
Quirno afirmó que “esta operación de crédito público es una operación que tiene certeza, los plazos, los costos y el uso. Porque este es el primer acuerdo que se tendrá con el FMI que no solicita apoyo presupuestario porque las cuentas fiscales están equilibradas”.
El funcionario insistió que “el monto no está definido. El monto lo da el Directorio del FMI. En este contexto damos la seguridad que al tener esa incógnita no se puedan definir un montón de los temas que se plantean. La secuencia de desembolsos también está a definir porque depende del monto total”.
Quirno sólo precisó que la tasa de interés que se pagará será de 5,76%.