Otro cambio sensible se gesta en la cúpula del gobierno nacional, pero esta vez no por cuestiones de gestión sino por urgencias electorales. Según confiaron fuentes gubernamentales a La Voz, Agustín Rossi asumirá la próxima semana como Jefe de Gabinete, en reemplazo de Juan Manzur que volverá a su provincia para pelear por la gobernación.
Aunque todavía falta definir detalles sobre el arribo de Rossi, que actualmente está al frente de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), en Casa Rosada indicaron que el próximo miércoles el presidente Alberto Fernández podría tomarle juramento en su nuevo rol.
En este contexto, trascendió que en la AFI podría asumir Enrique “Pepe” Albistur, amigo íntimo del Presidente y pareja de la ahora ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz. Pero también circularon otros nombres, como el de Alberto Iribarne.
El dirigente del kirchnerismo santafesino integró el plantel original con el que Alberto Fernández inició su gestión en el Ejecutivo nacional: fue ministro de Defensa hasta mediados de 2021, cuando volvió a su provincia para pelear por la candidatura a senador nacional, a pesar de que Cristina Kirchner bendijo allí la boleta que promovió el gobernador Omar Perotti para esa interna del Frente de Todos (FDT).
Finalmente, Rossi cosechó 33% de los votos en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) y perdió frente a Marcelo Lewandowski, quien obtuvo 66,9% de los votos. Rossi, que supo presidir el bloque kirchnerista durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, se quedó fuera de la Cámara alta pero a mediados de 2022 el presidente Fernández lo designó interventor de la AFI.
Ahora el santafesino retorna al Gabinete nacional para cubrir a Manzur, que ya está mentalizado con la campaña en Tucumán, donde secundará a Osvaldo Jaldo en su pelea por la reelección.
Hace meses que se barajaba la salida de Manzur, quien se puso al frente de la Jefatura de Gabinete para tratar de apuntalar la gestión del gobierno tal como lo reclamaron los sectores del kirchnerismo luego de la derrota que el oficialismo sufrió en las elecciones de medio término. El tucumano blindó a Alberto Fernández ante los incesantes ataques que recibió de los sectores alineados con Cristina Kirchner
“Querido Alberto gracias por todo, por las obras, por tu mirada hacia Tucumán, hacia el norte, por tu afecto y tu mirada, por venir no sé qué cantidad de veces a Tucumán. Lo que vos decidas, el peronismo tucumano te va a seguir”, resaltó el jefe de ministros el martes pasado, cuando compartió otro acto con el primer mandatario en su provincia.
Además de ensayar su despedida del gobierno nacional, Manzur aprovechó el acto para ratificar su compromiso con la carrera proselitista del peronismo tucumano. “A partir de hoy el jefe de campaña de Jaldo gobernador se llama Juan Manzur. Yo voy a estar al frente de la campaña”, remarcó.
Manzur, al igual que otros ex ministros del gobierno nacional, optó por dejar la Casa Rosada para defender el poder en su terruño. Es que el panorama para el FDT a nivel nacional es mucho más complejo y la interna en la coalición oficialista todavía impide la definición de una estrategia electoral común.
Alberto Fernández continuó el viernes con sus recorridas y volvió a hablar sobre esos conflictos. En Berazategui, junto al intendente e histórico dirigente del peronismo bonaerense Juan José Mussi, el primer mandatario apeló a la unidad.
“Cómo bien dijo Juanjo, sin peleas, sin desunirnos. Yo cada vez estoy más atento al murmullo de la gente y cada vez escucho menos el griterío de la política. Porque en el murmullo de la gente, del que trabaja, del que estudia o enseña, está la verdad sobre lo que le está pasando a la Argentina y eso es lo que más me importa, es a lo que más debemos prestarle atención”, dijo Alberto Fernández.
Seguido, convocó a la militancia del FDT a que se unan. “Como nos decía Perón en el ‘72, más allá de la heterogeneidad que puede existir en las fuerzas populares tenemos que estar unidos porque hay un común denominador que nos une: que los enemigos de la Patria no tomen el poder”.
“Podemos discutir y tener diferencias, lo que no podemos es dividirnos”, sentenció el Presidente ante las diferencias que aún perduran con los sectores que lidera Cristina Kirchner.
