“No vamos a discutir qué hacer con los dólares en el colchón cuando la democracia está dañada”. Las palabras fueron de la diputada Cecilia Moreau poco después de que la Corte Suprema de Justicia confirmara la condena de prisión de Cristina Kirchner.
De esa manera, la massista dejó en claro que Unión por la Patria no se mantendrá de brazos cruzados en el Congreso, que reanudará la actividad tras dos semanas de parálisis por la definición judicial sobre la expresidenta.
El peronismo concentró sus esfuerzos en garantizar que la detención de Cristina no se produjera con un escarnio público. Ese objetivo fue cumplido: la exmandataria fue notificada en su domicilio y así evitó tener que ir a los tribunales de Comodoro Py. Superada esa instancia, en el PJ se abrieron interrogantes de todo tipo, en el plano político y electoral. Y uno de ellos tiene que ver con el impacto del fallo supremo en el Congreso.
El bloque de diputados que encabeza Germán Martínez se reunirá posiblemente la semana entrante para definir cómo posicionarse y hasta dónde tensar la cuerda. “Fingir demencia” no es una opción frente a una sentencia que “proscribió” a la principal dirigente opositora. “No podemos actuar con normalidad, como si nada hubiera pasado”, reconoció un integrante de la bancada que coincidió con Moreau.
El fallo ya tuvo un efecto concreto en el Parlamento: paralizó la actividad. Desde que se produjo, el 10 de junio, se suspendieron prácticamente todas las reuniones de comisiones en ambas cámaras. La única que el oficialismo intentó llevar adelante, fracasó: no pudieron dictaminar en Diputados la reforma de la Auditoría General de la Nación, organismo que se encuentra paralizado, porque Unión por la Patria y otros bloques se ausentaron.
Pero es en el Senado donde Cristina tiene su núcleo más duro. El tridente integrado por José Mayans, Anabel Fernández Sagasti y Juliana Di Tullio, sumados a Eduardo “Wado” De Pedro, Oscar Parrilli y una Alicia Kirchner de bajo perfil pero con peso específico, conforman la “guardia pretoriana” de la expresidenta.
Agenda K
Se espera que, ahora más que nunca, Unión por la Patria redoble la presión para ampliar la Corte y licuar el poder de los magistrados que sentenciaron a Cristina. El debate se reanudará en el Senado el próximo jueves a las 11 y, aunque la reunión será para escuchar a expositores, el kirchnerismo aprovechará la oportunidad para embestir contra Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti.
Al día siguiente, Guillermo Francos asistirá al recinto de la Cámara alta para brindar su informe de gestión y los senadores referenciados en Cristina tendrán la oportunidad de descargar su enojo en el recinto. La postura del Gobierno fue tomar distancia del fallo de la Corte y volver a negar un “pacto” para que la expresidenta pudiera ser candidata.
El bloque de senadores liderado por Mayans también empuja las leyes para recomponer las jubilaciones en un 7,2%, aumentar el bono a $110.000 y reinstaurar por otros dos años la moratoria previsional, como así también declarar la emergencia en discapacidad.
Pero los proyectos, aprobados en Diputados hace ya más de dos semanas, son frenados por La Libertad Avanza y el PRO, que presiden las comisiones que deben dictaminar.
La agenda social está vinculada al mandato que bajó Cristina de acompañar a los sectores que consideran más dañados por las políticas de Javier Milei. En ese marco también se inscribe el apoyo que le dieron los senadores kirchneristas a médicos del Hospital Garrahan, a quienes recibieron en las oficinas del bloque el día después del fallo de la Corte, para escuchar sus reclamos salariales y presupuestarios.
El conflicto del Garrahan llegará al recinto de Diputados en una sesión especial que pidieron los radicales no alineados a Rodrigo De Loredo para el próximo 2 de julio. Unión por la Patria se apresta a colaborar con el quórum para esa sesión, donde además de la emergencia pediátrica se intentará destrabar el debate sobre el presupuesto universitario, otro de los puntos de la agenda kirchnerista.
Ninguno de todos estos temas está en la cabeza del Gobierno, que apenas tiene en agenda el plan oficial para “sacar los dólares del colchón”, al que se refería Moreau. El proyecto de ley del Poder Ejecutivo para “blindar” a ahorristas de persecuciones futuras (que aún no comenzó a ser debatido) fue recibido con escepticismo en Unión por la Patria, donde ven a la iniciativa como un intento “desesperado” del Gobierno por hacerse de dólares.
Por último, otra de las apuestas fuertes de Unión por la Patria en el Congreso es la investigación de la supuesta estafa cripto que involucra a Milei. Aunque siguen sin definirse las autoridades de la comisión por la paridad de fuerzas, el próximo miércoles 25 se realizará la primera reunión con invitados. El kirchnerismo pidió la presencia de la secretaria general Karina Milei. Nadie espera que asista y la oposición buscará exponer su silla vacía.