Juan Schiaretti reapareció días pasados en el escenario nacional, con una reunión que mantuvo en Capital Federal con los diputados peronistas Miguel Ángel Pichetto y Florencio Randazzo.
Desde su entorno, aseguran que luego de la aprobación de la “ley bases”, el exgobernador volverá a asomarse en Buenos Aires, en reuniones con empresarios y autoridades universitarias.
Por ahora, Schiaretti no habló de manera pública de la situación del país. Quien habló es el gobernador Martín Llaryora, que lo lanzó como precandidato presidencial, pensando en el lejano 2027. “Es el mejor presidente del interior que podríamos tener”, dijo el mandatario provincial, en declaraciones a distintos medios nacionales.
Más allá de esta definición, Llaryora está pensando más en las elecciones legislativas del año que viene que en los comicios presidenciales. El gobernador ha dicho, también en público, que Schiaretti sería “el mejor candidato” para encabezar la lista del “partido cordobés” en la provincia.
Algunos schiarettistas aseguran que al exgobernador “no lo entusiasma” ser diputado nacional.
Sin embargo, en la otra vereda, los llaryoristas dicen que si Schiaretti quiere trabajar para volver a ser candidato presidencial, “no le queda otro camino” que competir el año que viene en Córdoba.
Algunas fuentes llaryoristas incluso lanzaron la posibilidad de que Schiaretti sea candidato a senador por Capital Federal (podría serlo, porque hace más de dos décadas que tiene un departamento en Caba), pero esto fue calificado de “fantasía alocada” por un schiarettista de la primera hora.
Lo concreto es que por ahora el exgobernador se asomará por el escenario nacional con el objetivo de mostrarse en un armado de centro con dirigentes peronistas no kirchneristas, radicales y del PRO.
El año que viene recién decidirá si compite en las legislativas. Su decisión dependerá de muchas cosas: situación económica, fortaleza política del presidente Javier Milei, interna peronista nacional y de la situación de lo que fue Juntos por el Cambio. Todas cuestiones que hoy está lejos de saberse cómo se resolverán.
¿Buenas noticias para el ministro Gill en Tribunales?
El ministro de Cooperativas y Mutuales de la Provincia, Martín Gill, está procesado en una causa judicial luego de que una expareja lo acusara y se lo imputara de lesiones leves calificadas por el vínculo y violencia de género.
La causa fue investigada por la fiscal de instrucción Juliana Companys, quien pidió la elevación a juicio oral.
El abogado defensor del exintendente de Villa María, Eduardo Rodríguez, apeló la elevación a juicio de la fiscal Companys. La apelación recayó en la jueza de control María Soledad Dottori, quien estaría a punto de expedirse sobre la solicitud de la defensa de Gill.
Las versiones que circulan en los pasillos de los tribunales villamarienses indican que la jueza de control rechazaría la elevación a juicio por “errores formales” y le pediría a la fiscal Companys que vuelva a investigar, aunque no desde foja cero.
Si con su decisión la jueza de control confirma las versiones, no faltarán las lecturas políticas, ya que se trata de una investigación judicial que involucra al dos veces intendente de Villa María y actual ministro provincial.
Además, en los últimos días también trascendieron cuestionamientos por otras causas contra la fiscal Companys. Cerca de Llaryora esperan que se alivie la situación judicial de uno de sus ministros. No obstante, la acusación en contra de Gill se seguirá investigando.
La “Prunonetta” busca incidir en Río Cuarto
En medio de la compleja elección para el oficialismo en Río Cuarto, la vicegobernadora Myrian Prunotto se sumó a la avalancha de funcionarios provinciales que viajan al Imperio para intentar una heroica remontada a favor de Guillermo de Rivas, el candidato oficialista.
Allí, Prunotto le juntó a De Rivas una tropa de radicales encabezada por José “Pepe” Lago, quien fuera secretario de Gobierno de Antonio Rins. En 2004, “Tonio” encabezó un espacio aliado con Luis Juez, con el socialismo y hasta con Recrear de Ricardo López Murphy, que integró el radical Lago. La vicegobernadora viene recorriendo la provincia con una agenda intensa, sin más intención que “aportar a la construcción del partido cordobés de Llaryora”, dicen cerca de ella.
Sin embargo, en el peronismo capitalino no se descuidan: sospechan que la exintendenta de Estación Juárez Celman quiere anotarse para la sucesión de Daniel Passerini, quien no tiene reelección. Como se recordará, Llaryora fue intendente de San Francisco antes de serlo en la ciudad de Córdoba; mientras que Passerini llegó a las líneas mayores de la política vernácula desde la intendencia de Cruz Alta.
La interna de la interna de la interna del radicalismo…
Un grupo de radicales que se autodefine como “los Puros” quiere hacerle frente a Soledad Carrizo en su propio territorio: se reunieron en un bar céntrico de la ciudad de Deán Funes, cabecera del departamento Ischilín, a la vista de todos.
Entre ellos estaban los jefes comunales de Los Pozos y de Cañada de Río Pinto, Leonardo Tripiana y Ariel Gutiérrez, respectivamente, pero lo que más sorprendió fue la participación de Gonzalo Muiños, un histórico dirigente del sector de Carrizo, pero que ahora reporta a Mario Decara, defensor del Pueblo de la Provincia de Córdoba.
No menos interesante es el “detalle” de que el presidente del radicalismo en Deán Funes, Gustavo Cruz, está en “Radicales Auténticos”, el grupo que lidera la vicegobernadora Myrian Prunotto. Todo este desaguisado del radicalismo de Ischilín repercute en la capital cordobesa, porque Carrizo, diputada nacional y exintendenta de Quilino, su base territorial, aspira a quedarse con la presidencia del partido a nivel provincial, apalancada por su núcleo interno Construyendo Juntos.
