Antes de tomar el vuelo rumbo a Roma para participar del funeral de Francisco, el presidente Javier Milei llenó de elogios al argentino, el primer papa latinoamericano, a quien hasta hace dos años le dedicaba los peores insultos: “Representante del Maligno en la Tierra” e “imbécil defensor de dictaduras comunistas”, llegó a decirle. Luego hubo una reconciliación.
“Es el argentino más importante de la historia”, aseguró el Presidente, este jueves, en una entrevista a radio Rivadavia, pocas horas antes de embarcar a hacia Italia.
“Fue una persona de una envergadura enorme, un privilegio que haya sido argentino, el primer papa latinoamericano. Fue un líder impresionante, con estatura política”, agregó el jefe del Estado.
El cambio de postura de Milei sobre el Papa no es reciente. Desde que llegó a la Casa Rosada evitó criticar a Francisco, a quien insultó en varias oportunidades, desde el inicio de su ascendente carrera política.
Durante el primer debate presidencial, el 1 de octubre de 2023, Milei pidió por primera vez disculpas por los insultos que había destinado contra Francisco.

Entre otras cosas, desde el año 2020, cuando comenzó a tener protagonismo en el escenario político nacional, Milei había calificado al Papa como el “representante del Maligno en la Tierra, ocupando el trono de la casa de Dios”.
También había dicho que el Papa era un “imbécil” que “apoyaba a dictaduras comunistas”.
“Hay que decirle al imbécil que está en Roma, que defiende la justicia social, que eso es un robo y va contra los mandamientos”, dijo en una entrevista con Viviana Canosa en Canal 9, en el año 2022, cuando aún tenía una buena relación con la periodista, con quien ahora mantiene un duro enfrentamiento público.
La reconciliación
Durante la campaña presidencial, Milei evitó cuestionar al Papa. Esta postura intentó ser aprovechada por el entonces candidato oficialista Sergio Massa, quien en el primer debate le pidió que se disculpara con Francisco. El candidato libertario lo hizo sin titubear.
Un mes antes del debate presidencial, el candidato libertario había vuelto sobre sus pasos respecto de Francisco, a quien había insultado hasta no hacía mucho tiempo.
En una entrevista al diario estadounidense The Washington Post, Milei había admitido el error de cuestionar al líder de la Iglesia Católica. “A veces cuando uno no tiene información, comete errores”, reconoció cuando le preguntaron por el Papa.
Un llamado y acercamiento
El acercamiento de Milei con Francisco arrancó el lunes 20 de noviembre, el día después del balotaje.
El Papa llamó a Milei, quien se encontraba recluido en el hotel Presidente, rodeado por sus íntimos, que luego integrarían su gabinete.
Francisco lo felicitó por el triunfo y quedaron en dialogar “en cualquier momento”, dejaron trascender fuentes libertarias.
El “cualquier momento” sucedió el 24 de febrero de 2024, cuando el Presidente viajó a Roma para la ceremonia de la canonización de Mama Antula.
Luego de la ceremonia, el Papa mantuvo una reunión de una hora con el flamante presidente argentino.
En ese encuentro, fuentes oficiales comentaron que el Presidente le había pedido “disculpas personales” por sus ácidas críticas del pasado.
“Quién no cometió errores en su juventud”, habría sido la respuesta diplomática de Francisco, aceptando las disculpas.
Aunque los insultos de Milei no habían sido en su juventud. Habían pasado menos de dos años, pero el Papa prefirió dar vuelta la página, al igual que el Presidente.
En esa cumbre en el Vaticano, Milei le comentó los planes del nuevo Ministerio de Capital Humano que había creado, bajo la conducción de la ministra Sandra Pettovello, quien integró la pequeña comitiva oficial, que se completó con Karina Milei, la influyente hermana del jefe del Estado y entonces flamante secretaria General de la Presidencia, y la cordobesa Diana Mondino, ocho meses antes de ser eyectada como canciller.
Dicen que el Papa le habría pedido dos cosas Milei, según fuentes del Vaticano, ya que desde el Gobierno no admitieron aquel trascendido: que el ajuste “no caiga contra los que menos tienen”, y que convocara al diálogo a las fuerzas políticas opositoras.
Las dos sugerencias del Papa están en duda, en estos 16 meses de gestión libertaria.
Si bien desde el Gobierno aseguran que se aumentaron por sobre la inflación los fondos de la Tarjeta Social para comprar alimentos, y se incrementó el monto mensual de la Asistencia Universal por Hijo (AUH), la oposición cuestiona que el ajuste castigó a “los jubilados” y a “los pobres”.
La falta de diálogo político es más evidente. Milei mantiene su discurso confrontativo con los sectores opositores.
El segundo encuentro entre Milei y el Papa ocurrió también el año pasado, cuando el Presidente asistió a la reunión del G-7, que se realizó en Apulia, Italia, entre el 13 y 15 de junio.
En este caso no hubo una audiencia formal. Pero llamaron la atención los abrazos y las sonrisas en público que se prodigaron Milei y Francisco –aparentemente– dejando de lado el enfrentamiento.
La última crítica
El Presidente no volvió a cuestionar al Papa. Aunque no hace mucho tiempo, Francisco descargó una ácida crítica contra la gestión libertaria.
El 20 de octubre pasado, en una reunión con dirigentes sociales y sindicalistas, el Sumo Pontífice cuestionó la gestión libertaria.
“Me hicieron ver imágenes de una represión de gente que pedía por sus derechos en la calle. Y la Policía la rechazaba con una cosa que es lo más caro que hay, ese gas pimienta de primera calidad. Y no tenían derecho a reclamar lo suyo, porque eran revoltosos, comunistas, no, no. El Gobierno se puso firme y en vez de pagar la justicia social, pagó el gas pimienta, le convenía. Ténganlo en cuenta a eso”, dijo Francisco, sobre la represión a jubilados, luego del veto a la ley que aumentaba los haberes del sector pasivo.
El duro señalamiento del jefe de la Iglesia Católica no generó respuesta desde la Casa Rosada. Sólo algunos militantes libertarios, en las redes sociales, cuestionaron aquella declaración del Papa.
Ese hecho marcó algo evidente: desde que llegó a la Casa Rosada, Milei evitó confrontar con Francisco, quien falleció el lunes pasado, sin visitar nuestro país en sus 12 años como líder de los católicos.