La postergación del cronograma electoral tiene el camino allanado para convertirse en ley la semana próxima en el Senado. El acuerdo entre oficialismo y oposición le brindó un amplio apoyo político al proyecto en la Cámara de Diputados.
El trabajoso consenso se consiguió luego de que el Gobierno nacional aceptara el pedido de Juntos por el Cambio de introducir una “cláusula cerrojo”.
Esto significa que no habrá más cambios de las reglas electorales, de cara a las próximas elecciones legislativas.
La primera intención del peronismo, impulsada por los gobernadores, fue suspender las Paso.
Hasta el díscolo Juan Schiaretti apoyó –a través de sus cuatro diputados– la suspensión “por única vez” de las primarias.
El argumento de los peronistas era que no se podía votar dos veces en medio de la pandemia.
Oficialismo
La oposición rechazó esta medida. Pero, en realidad, el golpe de gracia al intento de los mandatarios peronistas provino del propio oficialismo: Máximo Kirchner se negó a eliminar las Paso.
El hijo de Cristina Fernández aspira a competir con su agrupación La Cámpora por los cargos legislativos y comunales con los barones del conurbano bonaerense.
En la Casa Rosada no admitieron el rechazo del cristinismo. El presidente Alberto Fernández dijo que no se podían modificar las fechas de los comicios, sin un consenso con la oposición.
No obstante, la cláusula cerrojo no le brinda a Juntos por el Cambio la seguridad absoluta de que habrá primarias.
No le faltan motivos a los opositores para desconfiar. El senador Oscar Parrilli –brazo derecho de Cristina Fernández– ha dicho que es “una locura” votar dos veces en cinco semanas, en medio de la pandemia.
El senador cristinista hizo una propuesta: suspender las Paso y destinar esos fondos (unos siete mil millones de pesos) para combatir el Covid.
Todos creen que eso es lo que piensa la vicepresidenta de la Nación, por lo que la cláusula cerrojo no despeja todas la dudas.
