El silencio de la política es la voz más potente de los totalitarismo, y un parlamento vacío es el un ícono de la prepotencia. La cuarentena impuesta como medida sanitaria ante la crisis del coronavirus hizo que el parlamento cerrara sus puertas.
Mientras se ensayaban reuniones virtuales a través de plataformas como Zoom, la oposición insistía con la ampliar la experiencia al pleno, lo que ocurrirá por primera vez este miércoles, después del mediodía, en la primera sesión legislativa virtual de la historia de Córdoba.
Esta experiencia inédita, la sesión virtual a través de Zoom, será retramistida por YouTube. Para darle un mínimo de dinamismo, en el Recinto de la Unicameral habrá cinco cámaras: cuatro que habitualmente trasmiten la sesión y una reubicada, para tomar el monitor general a través del cual se comandará la sesión.
En el estrado estarán tres personas: el vicegobernador, Manuel Calvo; el secretario Legislativo, Guillermo Arias; y el secretario Técnico, Gabriel Roberi. Los 70 legisladores podrán participar desde sus domicilios, conectados a través de un teléfono inteligente o una computadora.
Impuntualidad
Convocada para las 12, la virtualidad no desterró la vieja tradición de la impuntualidad: se espera que la sesión comenzara una hora después. El primer tema que Calvo someterá a votación la resolución por la cual se convocó a cibersesión.
La enorme mayoría votará a favor, pero habrá quejas de los opositores: dirán que la Legislatura puede sesionar de manera virtual, pero debe hacerlo de manera permanente, y no sólo cuando el Poder Ejecutivo convoque. Entre esas voces estará la del radical Marcelo Cossar, que pedirá que no se interrumpa el período de sesiones ordinarias, aunque sea de manera virtual.
En las experiencias previas, dos ministros asistieron a la Legislatura para participar de reuniones virtuales de comisiones: Juan Carlos Massei, de Desarrollo Social; y Osvaldo Giordano, de Finanzas.
Sin embargo, y a diferencia de lo que ocurre en una reunión de comisión presencial, no pudieron "asistir" por Zoom asesores, periodistas y público en general, por lo que legisladoras y legisladores debieron montar sistemas de trasmisión particulares para que expertas y expertos de su confianza pudieran aportar preguntas a los funcionarios del Ejecutivo.
La última vez que la mayoría de los integrantes de la Legislatura estuvieron cara a cara fue el 18 de marzo, cuando se aprobó la Ley de Emergencia Sanitaria.
Primer cruce
Sin estar en el Recino, pero sí en su despacho en la Legislatura, Francisco Fortuna abrió la sesión y solicitó que se aprueben las licitaciones virtuales mientras dure la cuarentena, aunque sólo para tratar temas impulsados por el Ejecutivo. Además, postuló que en este marco las comisiones queden paralizadas, como así también la posibilidad de que el plenario se conforme en comisión, es decir sin que los proyectos de leyes tengan un despacho. Fortuna dijo que se trata de una "situación de excepcionalidad para acompañar las decisiones (del Gobierno provincial) y contribuir a dar soluciones concretas".
Marcelo Cossar, tal como había anticipado, dijo que "mantener cerrados los congresos es gobernar de espaldas a la ciudadanía", por lo que reclamó "que las sesiones ordinarias y las reuniones de comisiones sean virtuales, no sólo extraordinarias a pedido del Ejecutivo, lo que no garantiza la división de poderes". Chicaneó mientras aparecía un chat en la pantalla: "Debemos demostrar que gobernamos entre todos, y hay que demostrarlo en el espacio institucional que es la Legislatura".
La legisladora Soledad Díaz García, del Frente de Izquierda, votó en contra de la realización de sesiones virtuales. Fue el único voto disonante. Argumentó que la sesión virtual "es una impostura, una incoherencia, mientras se suceden denuncia de trabajadores de fábricas en las que se están trabajando; o en municipios que expone la salud de sus trabajadores". "Ni hablar de los trabajadores de la salud, quienes no cuentan con todos los equipos de bioseguridad", levantó la voz desde su computadora.
En ese marco, apuntó: "Mientras los trabajadores son expuestos, la Legislatura limita el debate para convertirla en una escribanía virtual y de lujo para discutir exclusivamente sólo temas del Ejecutivo".
68 legisladores levantaron sus manos a través de las pantallas para autorizar las sesiones virtuales. Díaz García, en cambio, votó en contra.
Ahora, la Legislatura debate, con votos de sobra del peronismo para autorizarlo, la emisión de títulos de deuda para proveedores del Estado.
