La Quiniela se cae. El clásico cordobés, el juego más tradicional de los que tiene Córdoba y el que explica 43% de la recaudación de la Lotería de la provincia, está en crisis.
Ese sacudón afecta a los 2.500 agencieros que viven de esta actividad y a la propia entidad. En 2010, por ejemplo, casi el 50% de los ingresos venía por Quiniela. El segundo juego en importancia son las tragamonedas, pero en volumen representa menos de la mitad que la Quiniela.
Los que se llaman “juegos de distribución”, que se comercializan a través de las agencias, son la gallina de los huevos de oro de Lotería, incluso con este retroceso. En 2024 fueron 21.104 millones. De ese monto, la Quiniela es la estrella, ya que representa el 98% de toda la plata que entra.
Ergo, que tambalee la Quiniela es un problema grave para Lotería porque impacta de lleno en su cuadro financiero.
La pregunta que se plantea es por qué tambalea: ¿Es la crisis económica? ¿Las nuevas generaciones juegan a otra cosa? ¿O hay algo más?
Estado de situación
Ni José Manuel de la Sota ni Juan Schiaretti le prestaron demasiada atención a Lotería. Los casinos, históricamente deficitarios, se chupaban buena parte de la recaudación que se obtenía en otros juegos y así pasó durante años; ahí recalaron muchos funcionarios que se quedaban sin sus funciones originales; nadie controló en serio las inversiones que el concesionario de las tragamonedas -CET, de Roggio y Carusso- debían hacer, al punto que les faltó reclamarles uno de los cinco hoteles que por contrato debían construir.
Nadie olvida tampoco el escándalo del hotel de Miramar, hecho con fondos públicos. Ni siquiera había un comité financiero que hiciera rendir la plata que ingresaba.

Total, el ingreso de plata estaba asegurado, no tenía el control del Tribunal de Cuentas y no se explicaba en qué se gastaban los fondos del juego. La política entera optó por mirar para otro lado.
El gobernador Martín Llaryora pareciera que quiere torcer esa inercia. Primero, porque avisó dos años antes que le desarmará el monopolio a CET, que se quedará (si se queda) con apenas cinco salas de las 20 que hoy está operando. Le exigió, además, que al hotel faltante lo haga en Cruz del Eje.
Segundo, porque dice estar dispuesto a cerrar los casinos deficitarios en las zonas en las que está probado que producen daño en el tejido social porque no hay turismo. Se dialoga con la Iglesia.
Tercero, porque las nuevas formas de jugar que aparecieron con los celulares desafían a toda la estructura tradicional del juego que hace décadas maneja la Lotería. Y cuarto, porque designó a David Urreta para que indague hasta el hueso en cada unidad de negocios que tiene Lotería con la consigna de la eficiencia. Sería algo así como motosierra, aunque ése es un término que el gobernador trata de esquivar.
Así, se armó el tablero del negocio del juego hoy, en el que se destaca la crisis que atraviesan los agencieros.
En la provincia hay 2.500 agencias y 2.768 puntos de venta. El 63,3% de la facturación de las agencias se explica por la Quiniela. Le sigue con el 29,4% el Quini 6, un exitoso juego de la provincia de Santa Fe; después el Loto Plus, con el 3,2% y el turf, con el 2.5. El 1,6% restante está atomizado en ocho juegos.
En promedio, al mes, cada agencia vendió en el año 2024 juegos por 2.575 millones de pesos, de los cuales se quedó con una utilidad propia de 364 mil pesos. La quiniela paga el 60% en premios, de los cuales se deduce un 2% como impuesto al juego que paga el que ganó (ley 9.505). Boldt, que tiene las máquinas para jugar, se queda con una comisión del 6%; la Lotería se queda con el 14% y la comisión de la agencia, es del 20%. Con esto tiene que pagar sus gastos y los impuestos nacionales, provinciales y municipales.
El problema es que ese promedio de venta de cada agencia es apenas un promedio. Hay 1371 agencias que venden entren 1,2 millón y 3,6 millones al mes, lo que significa que les queda una comisión de 480 mil pesos. Son el 53% del total.

El 19% (494 puntos de venta) factura más de 3,6 millones al mes y la comisión promedio es de 720 mil pesos o más. Y hay 733 puntos de venta (el 28% del total) que ganan menos de 240 mil pesos.
Acá hay dos problemas, según las autoridades de Lotería: el negocio no le cierra a casi nadie y la sospecha de que muchos estén sobreviviendo vía la quiniela clandestina.
Al rescate de las agencias
“Estamos tratando de darle nuevas unidades de negocios a los agencieros”, indica Urreta. Se ha iniciado el cambio voluntario de imagen y cartelería y se conversa con diferentes marcas (Arcor, Coca Cola) a las que les pueda interesar desembarcar en las agencias para tener más puntos de venta a costo cero.
Se baraja la opción de que en algunas zonas funciones como Pago Fácil o similares y que todas sí o sí reciban pagos por QR.
Se buscan “nacionalizar” algunos juegos cordobeses en otras provincias. El caso emblema es Santa Fe, que viene a Córdoba y vende acá su Quini 6 y no vendía allá juegos cordobeses. A instancia de Lotería, Santa Fe sacó una ley que permite la venta de, por ejemplo, el 70/30, una versión remixada del viejo Toto Bingo que ofrece mejor comisión a las agencias que el resto.
Hay intención de reflotar el turf, que a diferencia de lo que pasa en Buenos Aires, en Córdoba es marginal. Buenos Aires permitiría que las agencias puedan cargar juego on line, como Corrientes. Córdoba no adhiere a eso. En abril, en Neuquén, habrá un congreso nacional para debatir diferentes modelos.
“El juego on line es como el Uber para los taxistas. Son jugadores que no están en las agencias, son nuevos jugadores”, dice José Jalil, titular de la Cámara de Loteros y Agencieros de Córdoba. Dice que el jugador tradicional de quiniela tiene más de 35 años y que están pidiendo que el juego on line pase a través de la agencia, con un registro inicial que se haga en el local y que les permita luego participar de las apuestas que haga el jugador digital. “Yo soy optimista, se está moviendo comercialmente bien esta nueva administración, el 70/30 es un producto nuevo que tenemos y el Ganá con tu Club también, está funcionando bien”, agrega.
También se está activando la entrega de un posnet móvil, para que los agencieros puedan capturar apuestas en fiestas, clubes y demás espacios con público. Se acordó con Apross la posibilidad de que los agencieros puedan adherirse a esta cobertura.
En tanto, el espejo de lo que pasa en Santa Fe les devuelve una foto diferente a la cordobesa. En la provincia vecina hay 2.299 puntos de venta, a razón de 1.547 habitantes por cada punto de venta, con una recaudación total mensual de 7.463 millones de pesos. Córdoba tiene 2.768 puntos de venta, lo que da 1.437 habitantes por cada agencia y una recaudación de 5.012 millones de pesos: 33% menos que Santa Fe, con una estructura más o menos similar.
Esa diferencia es lo que en Lotería creen que se juega, pero por las vías clandestinas. En Lotería creen que si la quiniela se hubiese desinflado en Córdoba por otros factores (como las apuestas on line) ese mismo fenómeno de hubiese replicado en Santa Fe u otras provincias, y eso no pasa.