El frío sorprendió temprano este año, y con él llegó una Pascua inusualmente activa en las góndolas de Córdoba. Mientras los hogares se aclimaban por primera vez, el chocolate encontraba su revancha frente al calor otoñal que tantas veces le juega en contra.
Esta vez, con temperaturas más bajas y una fecha a favor —mediados de abril—, el huevo de Pascua volvió a brillar. También puede haber jugado algo, la recuperación del salario situación que defiende el Gobierno.
Lo que nadie se esperaba era la fiebre chocolatera que se desató desde mediados de la semana previa. Las grandes cadenas comerciales de Córdoba, se vieron superadas por la demanda. Eso se llama técnicamente “quebrar stock”.
Y no fue una excepción local. Desde la Ciudad de Buenos Aires también se reportó lo mismo: góndolas con escasa variedad y muchos chicos —y grandes— buscando a último momento su tesoro de Pascua.
Una de las empresas nacionales líderes en la fabricación de huevos de chocolate confirmó a La Voz que este año entregaron un 15% más de volumen que en 2024. Sin embargo, la demanda fue tan alta que no alcanzó.
“Hubo faltante en los diferentes canales”, admitieron desde la compañía. Y ese faltante se notó. Desde supermercados hasta kioscos, todos coincidieron en que el sábado ya no quedaba “nada para elegir”.
Un distribuidor de una marca reconocida fue aún más claro. Vendieron un 6% más en unidades que el año anterior, y en bultos, el crecimiento fue del 7,5%. En 2024 colocaron 630 bultos; este año, 670. Solo un distribuidor.
Al cierre del fin de semana, les quedaban apenas 20 bultos de un plan de 700. “Nos vaciaron”, dijo entre sonrisas. El dato ilustra lo que muchos percibieron al recorrer las góndolas: los huevos desaparecieron.
El frío jugó a favor. Cuando Pascua cae en marzo, el calor todavía complica la venta de chocolate. En cambio, este año, el clima ayudó y los consumidores se tentaron más fácilmente.
Algunas cadenas radicadas en Córdoba vendieron más del 95% del stock previsto para el evento. Solo una quedó en el 88%.
Un fabricante de chocolate en gota, con los que se fabrican los huevos artesanales que se venden en almacenes e inclusive en las calles, reconoció que también tuvo “muy buenas ventas” en esta, la principal temporada del año para el rubro.
¿Jugó también el salario? En un contexto de precios todavía altos, el huevo de Pascua volvió a colarse entre los “gustitos posibles”. Tal vez no se llenó el changuito, pero hubo espacio para el ritual: el chocolate en la mesa, el crujido al romperlo, la sorpresa adentro. Una alegría sencilla, que muchos se permitieron.
Desde una cadena de capital cordobés contó que vendieron un 40% más en unidades que en 2024. Un salto fuerte, que no se explicaría solo por la temperatura o el calendario.
Pascua fue una fiesta religiosa que tuvo a los huevos de chocolate otra vez como protagonistas.