“Si hay alguien que representa el fracaso del cuarto gobierno kirchnerista es Sergio Massa. Es el ministro de Economía que llevó la inflación del 65 al 130% anual. El dólar paralelo de 240 a 520 pesos. En cualquier país, un ministro así no podría ser candidato presidencial, pero el kirchnerismo lo eligió a él”, disparó Juan Schiaretti en contra de Sergio Massa, el lunes pasado, recién llegado desde los Estados Unidos, para retomar la campaña presidencial.
El gobernador y precandidato presidencial por la alianza Hacemos por Nuestro País le apuntó al aspirante presidencial del oficialismo nacional, impulsado por Cristina Kirchner, y también por el presidente Alberto Fernández, que pese a su debilidad política logró imponer a Agustín Rossi en la fórmula de Unión por la Patria, el sello que reemplazó al desgastado Frente de Todos.
Detrás de las fuertes críticas de Schiaretti contra Massa hay una trastienda política, que tiene que ver con la disputa por el voto peronista en Córdoba.
El gobernador concentra todas sus expectativas electorales para las Paso del 13 de agosto en la cosecha de votos que pueda conseguir en la provincia que gobierna.
Massa sabe que Córdoba es el distrito más adverso para sus aspiraciones presidenciales, pero su meta es recuperar el 10% de votos que el kirchnerismo históricamente sacó en esta provincia, en elecciones nacionales.
Hasta un mes atrás, las encuestas que llegaban al Centro Cívico indicaban que Schiaretti era el precandidato presidencial que encabezaba las preferencias en Córdoba.
El último sondeo que llegó este fin de semana tendría una pequeña modificación, con Patricia Bullrich (precandidata presidencial de Juntos por el Cambio) que habría pasado a liderar, al menos en uno de los sondeos que manejan en el schiarettismo, aunque con escasa diferencia sobre el gobernador y el libertario Javier Milei.
Más separado en las preferencias de los cordobeses se ubicarían Horacio Rodríguez Larreta (JPC), y quinto Massa.
Mesa massista
En este contexto, el ministro de Economía comenzó a armar una estructura electoral en Córdoba para tratar de disputarle el voto peronista a Schiaretti.
El miércoles pasado, Massa envió a Córdoba a uno de los principales armadores en el interior, Juan José “Juanjo” Álvarez (ministro de Justicia durante la presidencia de Eduardo Duhalde), junto al diputado nacional Carlos Selva, quien estará más abocado al armado en esta provincia. Este primer encuentro fue reservado y no hubo fotos.
La decisión fue armar una mesa política y otra sindical. En la mesa de las decisiones políticas se sentarán, entre otros, los intendentes Martín Gill (Villa María) y Fabián Francioni (Leones), Gabriela Estévez, Martín Fresneda, Pablo Carro, Olga Riutort, Federico Alesandri, Tania Kyshakevych, Rodrigo Rufeil, Marcos Farina y Ángel Mario Elettore.
En los próximos días también se sumarían Carlos Caserio y algunos intendentes del departamento Punilla.
Mientras que en la mesa sindical están Juan Monserrat (UEPC), Héctor Morcillo (Alimentación) e Ilda Bustos (Gráficos), entre otros. Hay 20 secretarios generales de gremios que concurrieron al encuentro con los operadores massistas.
Estos movimientos entre dirigentes peronistas, varios alineados con Cristina Kirchner, otros con Alberto Fernández, y algunos pocos con Massa, genera inquietud en el schiarettismo.
Cerca del gobernador y precandidato presidencial admiten que si bien el kirchnerismo (Creo en Córdoba) apenas consiguió 43 mil votos en las elecciones provinciales, seguramente aumentarán la cosecha en los comicios presidenciales.
Schiaretti no apunta al kirchnerismo duro que se encolumnará con Massa, luego del apoyo de Cristina Kirchner, pero le preocupan los votos del peronismo del interior, especialmente de intendentes que tomaron distancia del Centro Cívico, en la última elección para gobernador.
Ese sector del PJ cordobés es por el cual pulsearán Schiaretti y Massa, pensando en las Paso presidenciales del 13 de agosto.
Propuestas para el campo
Las propuestas de Schiaretti apuntan centralmente al sector agropecuario. En miércoles pasado, en su primer acto de campaña presidencial en Río Cuarto, el gobernador aseguró que es “mentira que no se puedan bajar las retenciones al campo”.
El gobernador priorizará su campaña en Córdoba, Santa Fe y Mendoza. Mientras que su compañero de fórmula, Florencio Randazzo, junto al diputado nacional, el lavagnista Alejandro “Topo” Rodríguez, están concentrados en la provincia de Buenos Aires, mientras que Hilda “Chiche” Duhalde lo hace en el conurbano.
Los massistas admiten que Córdoba es el distrito “más complicado” para Unión por la Patria, pero aspiran a recuperar para las Paso el porcentaje que habitualmente sacaron los K.
“Si en las primarias sacamos entre el 8 y el 10%, en las generales de octubre vamos a mejorar mucho la cosecha de votos, porque Schiaretti perderá votos después de las Paso. Es más, si llegamos a los dos dígitos en agosto, podemos aspirar a conseguir dos diputados nacionales”, argumentó Francioni, el intendente de Leones, muy enfrentado con el schiarettismo.
Hay que recordar que en las elecciones presidenciales, en Córdoba, cada banca en el Congreso nacional significa alrededor del 9% de los votos.
Es decir, que tanto Schiaretti como Massa, que tienen como objetivo conseguir dos bancas en las generales del 22 de octubre, deberían llegar al menos al 18% de los votos en Córdoba.
El schiarettismo solo pone en juego la banca de Carlos Gutiérrez, quien va por su reelección encabezado la lista de Schiaretti.
Mientras que Unión por la Patria debe renovar dos bancas: la de Gabriela Estévez, quien también va por su reelección encabezando la boleta de Massa, y la de Eduardo Fernández, quien termina su mandato el 10 de diciembre.
Aunque los peronistas cordobeses que tomaron distancia de Schiaretti reconocen que a la lista de candidatos a diputados en Córdoba la hizo directamente Cristina Kirchner, imponiendo en los dos primeros lugares a dos kirchneristas puros como Estévez y Fresneda.
Esta situación generó algún debate entre los intendentes peronistas. Precisamente, el desembarco de “Juanjo” Álvarez y el diputado Selva tuvo como objetivo limar estas asperezas.
“Fue una buena reunión. Todos pudimos opinar y quedamos en seguir hablando para coordinar bien la campaña, especialmente luego de las elecciones en la ciudad de Córdoba”, expresó otro de los dirigentes que participó del primer encuentro en Córdoba de la mesa de campaña massista.
Hay que recordar, que tres semanas atrás, el propio Massa había recibido a dirigentes cordobeses en el Ministerio de Economía.
Ahí comenzó a nacer la mesa de trabajo político que el miércoles tomó forma en Córdoba, que tendrá la difícil misión de rescatar votos peronistas en el distrito más adverso para “el cuarto gobierno kirchnerista”, como Schiaretti califica a la alianza Unión por la Patria.
