La suba del dólar, en todas sus variantes, siempre es una noticia que inquieta a los argentinos. Más aún luego de que el Gobierno de Javier Milei insistiera, una y otra vez, en que no había margen para que eso ocurriera, ya que no se iba a producir una devaluación.
Sin embargo, el mercado —que venía advirtiendo sobre un tipo de cambio retrasado— en los últimos días comenzó a desarmar posiciones en pesos y a dolarizarse, en medio de una negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que todavía no termina de cerrarse.
El ministro de Economía, Luis Caputo, ha repetido que no hay suficientes pesos en circulación como para que se produzca una corrida. Pero los hechos parecen contradecirlo. ¿Por qué, entonces, hay volatilidad?
Lucas Croce, especialista en mercados financieros y agente productor de DLC Inversiones, analizó el momento. Sostiene que el ruido proviene de la expectativa de una modificación en el esquema cambiario, aunque no prevé un desenlace grave en el corto plazo.
“Esto sucede porque el Gobierno está próximo a cerrar un nuevo acuerdo con el FMI. Ese entendimiento, que la Argentina necesita con urgencia para postergar vencimientos y descomprimir la agenda de pagos de deuda, podría incluir —aunque no necesariamente— un cambio en la política cambiaria. Es decir, el FMI podría exigir, a cambio de liberar fondos frescos y ayudar a sanear el balance del Banco Central, un sistema que permita recuperar reservas internacionales a un ritmo mayor que el actual”, explicó.
“Y eso ha puesto nerviosos a muchos agentes del mercado, que temen que detrás de un eventual cambio en la política cambiaria se esconda una devaluación”, agregó.
Croce remarcó que “por ahora, son todos rumores y nadie sabe a ciencia cierta qué va a pasar”.
En ese sentido, opinó que no cree que el país esté atravesando una crisis financiera. “En cualquier caso, no creemos que algo grave esté por suceder. El Gobierno ha manifestado en reiteradas oportunidades que no devaluará, y no creemos que ese sea el camino”, expresó.
De todos modos, no descartó que “después de las elecciones, haya un ajuste menor en el tipo de cambio que zanje el debate entre quienes aseguran que el dólar está atrasado y quienes consideran que una devaluación sería un error”.

La política
Croce advirtió, además, que el factor político también está afectando al mercado, lo que suma incertidumbre a la actividad financiera.
“Acontecimientos como la violenta marcha del miércoles pasado, y la posibilidad de que se repita esta semana, sumado al destino del DNU que el Gobierno envió al Congreso en el marco del nuevo acuerdo con el FMI, se agregan a las tensiones típicas de un año electoral”, concluyó.
A la suba del dólar, hay que sumarle la salida de reservas del Banco Central que este martes volvió a vender.
Como viene sucediendo, la entidad terminó otra vez con saldo negativo su participación en el mercado oficial de cambios, ya que vendió U$S 215 millones y así acumula, con las ventas desde el viernes, una salida de U$S 745 millones.