La balanza comercial registró en febrero un superávit de U$S 227 millones, que resulta la sexta parte de los U$S 1.409 que se habían obtenido en 2024, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Esta reducción se explica por una fuerte suba interanual de 42,3% de las importaciones que alcanzaron a U$S 5.864 millones, mientras que las exportaciones avanzaron 10,1% a U$S 6.092 millones.
De esta forma, el primer bimestre cerró con un saldo a favor comercial de U$S 389 millones, contra U$S 2.193 millones del mismo período del año pasado. Las importaciones suben 33% a U$S 11.617 millones, mientras que las exportaciones mejoran 9,9% a U$S 12.006 millones.
Durante los dos primeros meses de 2025 las importaciones crecieron debido a que la recuperación de la economía que se experimenta desde el segundo semestre del año pasado demanda más insumos para la producción. También influye la regularización del sistema.
Esta reducción del saldo comercial deja una menor cantidad de dólares en las reservas del Banco Central y es una de los indicadores que siguen los operadores e influyen en la cotización del dólar.
Con este escenario enfrente, el gobierno impulsó una rebaja en las retenciones para asegurarse liquidaciones que le permitan hacerse de divisas.
Según indicó el Indec, el aumento de las importaciones obedeció a un incremento de 55,4% en las cantidades, dado que los precios se redujeron 8,5%. El informe destacó que la habilitación de las compras puerta a puerta en el exterior (couriers) demandó U$S 28 millones.
Las mayores importaciones se dieron en vehículos automotores de pasajeros (94,8%), bienes de capital (77,9%), bienes de consumo (77,4%) y energía (21%).
En el caso de las exportaciones, el aumento de 10,1% se explica por un incremento de 12% en las cantidades, con una baja de precios de 1,6%. Las manufacturas de origen industrial fueron las que más crecieron con un alza de 15,4%; las de origen agropecuario avanzaron 12,9% y las de energía 12,6%.