Se repite, a partir de los resultados de las últimas elecciones presidenciales, que Córdoba es una provincia “anti-kirchnerista”. Pero eso no hay sido así siempre. Como no ha sido siempre así con relación a voto peronista. Al contrario, la provincia ha votado a diferentes fuerzas políticas desde el regreso de la democracia en un arco ideológico mucho más amplio de lo que se recuerda.
En total, desde el regreso de la democracia, los argentinos votaron a presidente en 10 ocasiones (si se suman las primarias y los balotajes, son 15 citas electorales). ¿Córdoba siempre fue contra el peronismo? Para nada.
En tres de las 10, los cordobeses votaron a peronistas. Y dentro de las 15, en seis se impusieron candidatos PJ.
Al comienzo, los cordobeses eligieron al radical Raúl Alfonsín. En la primera elección presidencial luego de la dictadura, el dirigente de Chascomús alcanzó el 56,22% de los votos en la provincia y, como en el resto del país, se llevó el triunfo.
En la segunda cita electoral, el ganador sería otro radical: Eduardo César Angeloz. Quien era el gobernador de la provincia venció en su tierra con el 48,48%, aunque cayó a nivel nacional frente a Carlos Menem, en medio de una crisis económica muy profunda que no podía parar la inflación.
El primer peronista
El primer peronista que ganó en Córdoba fue el propio Carlos Menem. En 1995, luego de la reforma de la Constitución y con la posibilidad de la reelección, el riojano venció con el 43,78%. En ese caso, el nuevo período sería de cuatro años (con Alfonsín eran 6), lo que acortaría los plazos para volver a las urnas.
La recesión y la pobreza que había provocado la Convertibilidad y el déficit fiscal crecientes hicieron que la Alianza (sociedad entre UCR y el Frepaso) ganara las elecciones presidenciales a nivel nacional.
En Córdoba, se repitió la misma tendencia: el candidato de la Alianza, el comprovinciano Fernando de la Rúa, obtuvo el 47,23%, para ser el más votado en esa oportunidad.
La crisis de 2001, la caída de De la Rúa y el avance del peronismo duhaldista a nivel nacional llevaron a las elecciones de 2003. Allí, volvería a postularse Menem (lo haría contra Néstor Kirchner).
Las elecciones de 2003 en Córdoba las ganó Menem, quien obtuvo 28,42%, convirtiéndose en el primer candidato peronista en repetir victoria en la provincia. Pero el resultado le serviría de poco, ya que decidió bajarse ante la certeza de que en una segunda vuelta perdería frente a Kirchner.
Cristina
Las elecciones de 2007 fueron, quizá, las más sorpresivas en cuanto a resultados electorales: Córdoba le dio el triunfo al peronista Roberto Lavagna, exministro de Economía del kirchnerismo. Logró el 35,31%.
En el resto del país (con excepción de San Luis) triunfó Cristina Kirchner, que llegó así a la presidencia por primera vez.
Aunque lleva años sin venir a Córdoba, y se ha referido en contadas ocasiones a la provincia mediterránea, hubo un tiempo en el que la relación de Cristina era buena. Muy buena, para ser más precisos.
Y es que CFK ganó en Córdoba. Lo hizo en 2011 y no una, sino dos veces: primero, en las primaras llegó al 34,25%, algo que mejoraría en forma notable en las generales para pisar casi el 40% de los votos (triunfó con el 37,29%).
Peronismo y macrismo
Las elecciones de 2015 abrieron con un triunfo de otro peronista: en las primarias, José Manuel de la Sota, que se postuló en UNA, alcanzó el 38,81%-
El buen porcentaje de De la Sota en Córdoba no le alcanzó para superar a Sergio Massa en la interna, y fue el tigrense quien se convirtió en el candidato a presidente por UNA.
Una vez en las generales, el que venció fue Mauricio Macri. Con Cambiemos, sacó el 53,22% de los votos y trepó al 71,52% en el balotaje contra Daniel Scioli.
Ese resultado fue clave para que se convirtiera en Presidente de la Nación.
Luego, en 2019, Macri repitió victorias: 50,09% en las primarias y 61,63% en las generales. Solo que esta vez, no le alcanzó para traccionar desde Córdoba al resto del país y el presidente fue Alberto Fernánez.
Ahora, este año, el ganador de las dos elecciones fue un libertario, el economista Javier Milei. Su irrupción logró la mayor adhesión en la oferta electoral, aunque con los porcentajes más bajos para un vencedor en la historia: 3,54% en las Paso y 33,58% en las generales.
