El proyecto de Ley de Presupuesto 2025 romperá con las normas de diseño tradicionales ingresos y egresos del Estado ya que partirá del postulado del “déficit cero” para luego fijar la determinación de las partidas para las diferentes áreas de Gobierno.
El presidente Javier Milei se presentará el próximo domingo a las 21 en la Cámara de Diputados para dar los detalles de su iniciativa, la primera de esta índole de su mandato ya que el ejercicio 2024 lo está ejecutando por una prórroga del Presupuesto 2023.
“Te invito a ser testigo de un hito histórico que marcará un antes y un después en la historia económica argentina”, señaló el jefe de Estado lo cual hace alusión a una nueva norma de administración del erario público.
La decisión tomó por sorpresa a los legisladores y muchos de ellos están reformulando sus viajes para estar presentes en el recinto al momento de la palabra del presidente. El bloque oficialista y aliados ocupará sus bancas y se espera la decisión que tomarán los bloques opositores ante este nuevo escenario.
La presentación no será ante una Asamblea Legislativa, sino que sólo será ante los diputados, respetando el mandato constitucional que marca la entrega del proyecto antes del fin del 15 de septiembre en la Cámara Baja.
Si bien aún no estaba definido oficialmente, en las semanas siguientes será el turno del gabinete económico, cuyos integrantes darán detalles de la propuesta ante los plenarios de comisiones correspondientes.
Hasta la llegada de Milei, -a grandes rasgos- los proyectos de presupuestos estimaban un nivel de crecimiento económico, de recaudación impositiva, y luego se definían partidas de gastos y pagos de deuda o intereses. Con ese resultado, casi siempre deficitario, se diseñaba un programa financiero donde se detallaban las fuentes de ingresos adicionales para cerrar el programa (colocaciones de deuda, financiamiento externo, emisión, entre otras).
Milei habla de “hito histórico” porque invertirá esa fórmula. Partirá del equilibrio de “ingresos y egresos” y desde allí habrá una especie de nomenclador para asignar partidas: “Se quiere blindar el equilibrio fiscal de alteraciones de la macro”, señalaron fuentes oficiales.
Como primera regla el superávit primario será igual a los intereses de la deuda (equilibrio financiero), para que de esta forma no sea necesario tomar nuevos créditos para hacer frente a esos compromisos. Los vencimientos de capital serán refinanciados, lo que se conoce como “roll over”.
Sobre el conjunto del gasto, habrá una porción que ajustará por inflación dada la necesidad de que no pierda valor real, y por diferencia se asignaran las demás partidas.
El nuevo diseño también impondrá un debate diferente en el Congreso Nacional que deberá adaptarse a la propuesta.
Milei prometió que en caso que los ingresos reales superen a los presupuestados, el excedente se utilizará para continuar con su promesa de baja de impuestos.
El proyecto que presentará MIlei arranca de una posición más cómoda dado que 20204 cerrará con equilibrio fiscal. Además, con la ratificación del veto a la nueva ley de movilidad jubilatoria casi cerrada, sólo la ley de financiamiento universitario podría alterar los planes y obligar a mayores recortes.
Tras los cambios que introdujeron la Ley de Bases y el paquete fiscal, 2024 podría terminar con un superávit financiero equivalente a 0,6% del PIB, contra el déficit del 6% de 2023, estimó recientemente la Fundación Mediterránea, sin tomar en cuenta algunas erogaciones adicionales que podrían producirse en la última parte del año como parte de “las negociaciones” políticas para lograr la sanción de las leyes.
La Fundación evaluó que en caso de mantenerse la estacionalidad del gasto, el consolidado podría cerrar el año entorno al 32% del PIB, similar al que existía entre 1996 y 1998. Así, en un año se habrá bajado un 70% del aumento del gasto observado entre 2004 y 2023.
Cabe recordar que Milei se puso como meta que el gasto del Estado no supere el 25% del PIB.
A esta performance por el lado del gasto se le debe añadir que para 2025 se proyecta una fuerte recuperación de la economía del orden de 5% y una brusca caída de la inflación que medida punta a punta sería del orden del 40%/45%.
La aprobación del presupuesto puede convertirse en el principal vector que provoque una caída del Riesgo País, ante la convalidación por ley de que Argentina no requerirá nuevo endeudamiento. Eso resulta fundamental para garantizar el roll over del capital y despejar duda de los inversores que consoliden el frente financiero.
