Gremialistas se manifestaron durante las primeras horas de este miércoles en la ciudad de Jesús María. El Sindicato de Trabajadores Municipales emprendió una protesta que durante esta jornada comenzó en el Obrero Municipal. Luego, en otro edificio, donde funciona el vacunatorio, se encendió una bengala y hubo destrozos, denunció el municipio.
Protesta de municipales en Jesús María
Con tambores, cánticos y carteles en mano, en primer lugar se dirigieron pacíficamente a las puertas de la Municipalidad de Jesús María.
Desde el martes los empleados reclaman al municipio un acuerdo salarial. El ejecutivo planteó una propuesta de aumento que fue rechazada por insuficiente.
Entre los reclamos se solicita que se respete un acuerdo salarial pactado y firmado hasta el mes de febrero. En caso de no obtener respuestas, próximamente se podría llevar adelante un paro.
Incidente en el edificio Ex Imei de Jesús María
Bajo el marco de la protesta, un incidente ocurrió en las instalaciones del edificio conocido como ex Imei, ubicado en calle Almafuerte 451.
En el transcurso de la manifestación los trabajadores se dirigieron por primera vez a la sede de este edificio, sin generar ningún tipo de desorden. Pero luego, según denunció el secretario de Salud, Ricardo Zoldano, durante la segunda vez que ingresaron a protestar dentro del edificio encendieron una bengala en el lugar.
Según detalló el doctor, desde ese momento desordenaron algunas oficinas, tiraron carteles y papeles, rompieron a patadas la puerta del vacunatorio y estropearon algunos bancos.
“En ningún momento se impidió la protesta. Pero hubo actitudes realmente que no son las lógicas en una protesta, para mi entender violentas”, refirió Zoldano ante la situación.
La contestación del municipio concluye en una denuncia de los hechos acontecidos. Luego del incidente, la atención al público se vio afectada y el servicio policial asistió a inspeccionar el lugar.
Próximamente, se espera la intervención de la Justicia para hacer un relevamiento de los daños causados.
Durante el hecho, el edificio se encontraba ocupado por vecinos que esperaban ser vacunados por la fiebre amarilla y tramitaban su registro de conducir. No hubo lesionados, pero muchos se vieron afectados por el humo de la bengala.
