El paradero de la vicegobernadora de Córdoba, Myrian Prunotto, fue motivo de especulación durante algunas horas. Es que la segunda autoridad de la Provincia había pedido licencia en la Legislatura –en medio del escándalo por el caso Kraisman– y no hubo certezas sobre su destino hasta este miércoles.
Una primera versión indicaba que se había alojado en un campo en Ongamira para descansar. Otra, basada en sus últimas publicaciones en redes sociales (específicamente en Instagram), sugería que había estado cumpliendo actividad protocolar en distintas localidades del interior.
Nada de eso. Prunotto está en Estados Unidos, donde pasó una semana. Su destino principal fue Miami, aunque también estuvo un día en Nueva York.
La información fue confirmada a La Voz por una fuente cercana a la vicegobernadora, que agregó que regresará antes del fin de semana. “El viernes está acá”, aseguró.
Efectivamente, según el pedido presentado, la licencia de Prunotto abarca desde el martes 11 hasta el viernes 20 de marzo. Son 10 días en total.
Desde su oficina en la Unicameral explicaron que la vicegobernadora “viajó a Miami para visitar a sus hijos, que viven allá”, y que “estuvo apenas un día en Nueva York”.
La breve visita a la Gran Manzana generó repercusiones en la Legislatura, ya que Perfil publicó una foto de Prunotto junto a su pareja en Times Square, aunque sin precisar la fecha en que fue tomada (está tomada de una storie de uno de los hijos de la dirigente).
Desde el oficialismo justificaron la salida de la dirigente radical –en un contexto de alta tensión política dentro del Poder Legislativo– como “oportuna”.
“Es su primera licencia en tres años. Y es muy oportuna”, subrayaron fuentes legislativas consultadas. Cabe aclarar que en esos tres años está incluido el último de sus gestión como intendenta de Juárez Celman.
El tema de la licencia no pasó inadvertido, ya que Prunotto eligió tomarse esos días justo cuando la Legislatura debate asuntos sensibles, como la publicación –a partir de un amparo presentado por La Voz del Interior SA– de la lista de contratados en el Poder Legislativo.
Cabe recordar que la vicegobernadora fue la vocera del Gobierno en los primeros días del escándalo por el caso Kraisman. Fue ella quien aseguró inicialmente que había 1.071 contratados. Sin embargo, según el informe posterior presentado por la Unicameral –ya bajo la presidencia interina de Facundo Torres, debido a la licencia de Prunotto– el número se corrigió: 1.043 contratados, 389 efectivos y un grupo “no identificado” de monotributistas.
El caso Kraisman no fue el único golpe para el oficialismo. Pese a los esfuerzos del Panal por sostener apoyos estratégicos como los de Karina Bruno (PRO), Graciela Bissotto (UCR) y Agustín Spaccesi (libertario), el control político de una Legislatura fragmentada sigue siendo esquivo.
La confusión por las redes
En medio de las dudas sobre su paradero, aparecieron en el perfil de Instagram de Prunotto varios posteos donde se la ve recorriendo localidades del interior y entregando ayudas económicas en nombre del Gobierno de Martín Llaryora.
El último posteo es del martes 18, e indica que Prunotto estuvo en Porteña. Sin embargo, no se especifica ni el día ni la hora de la visita.
“Visitamos la localidad de Porteña, en el departamento San Justo, para inaugurar la ampliación del Jardín de Infantes 9 de Julio, una obra que mejora el espacio de aprendizaje para los más pequeños y reafirma nuestro compromiso con la educación”, dice la publicación. “Invertir en obra pública y educación es abrir nuevas oportunidades”, agrega el texto, aunque no aclara que no corresponde a ese mismo día.

En realidad, la visita se realizó el 7 de marzo, cuando Prunotto aún estaba en funciones. Así lo confirma una publicación en la web del Poder Legislativo cordobés.
Consultado por la publicación fuera de fecha, el equipo de prensa de la vicegobernadora explicó que las redes “no son un noticiero” de sus actividades.
“La actividad del día se difundió en la gacetilla correspondiente. Le llegó a todos los periodistas ese 7 de marzo porque la mandamos oportunamente. Lo que se pone en redes no necesariamente corresponde al mismo día de lo sucedido”, aclararon.
En el Centro Cívico minimizan el viaje
En el Centro Cívico trataron de minimizara el viaje de la vicegobernadora. Una fuente oficial admitió que Llaryora estaba al tanto del viaje al exterior que, según dijo la misma fuente, “estaba programado desde hacía tres meses”.
En el Gobierno provincial también descartan que haya sido una estrategia gestada en el Centro Cívico para alejar a la vicegobernadora del escándalo por los contratados. “No hay nada para esconder. La contratada en cuestión cobró un mes sin trabajar, saltaron las alarmas y se la desvinculó antes de la detención de Kraisman. Además, el tema está en Justicia”, trató de explicar otra fuente oficial.
Es más: en el oficialismo dicen tener encuestas que indicarían que el escándalo en la Legislatura no generó un impacto negativo en la imagen de la gestión del gobernador.
Más allá de las explicaciones de los llaryoristas, hay un dato concreto que indica que el viaje no debe haber caído bien en el despacho principal del Centro Cívico: el gobernador aún no se tomó vacaciones.
La otra cuestión es política. Lo de los contratados echó sal sobre las heridas que había entre la vicegobernadora y los legisladores peronistas. En el Centro Cívico también minimizan esta cuestión. “El que lidera es el gobernador y nadie sacará los pies del plato”, concluyeron.