A cinco días de las elecciones municipales de Marcos Juárez, el último corte de encuesta disponible que le llegó este miércoles a Juntos por el Cambio marca una diferencia desfavorable de tres puntos, con un margen de error más/menos de 2,5 puntos.
En Hacemos por Córdoba, asociado para estos comicios con el vecinalismo local, hablan de una ventaja “corta”, de unos “cinco puntos”. Una figura de primerísima línea del peronismo provincial, que pasó por la ciudad del sudeste en los últimos días, habla de “final abierto”. “Será palo a palo”, graficó, cauto, el escenario de paridad que palpó en la atmósfera.
La brecha que escaló hasta casi los 15 puntos en el arranque de la campaña se fue limando con el correr de las semanas. Recién el domingo se develará si Sara Majorel, la candidata del oficialista Juntos por el Cambio, logró revertir la tendencia de correr en desventaja durante toda la fase proselitista.
Verónica Crescente, la postulante de la oposición local y que hasta hace unos meses era la mujer fuerte de la administración Dellarossa, siente el peso de un respaldo contundente y decidido de la estructura del oficialismo provincial.
El gobernador Juan Schiaretti vio en Marcos Juárez una oportunidad caída del cielo y no quiere desaprovecharla. Su presencia este jueves en el territorio, en el último día de campaña, es una señal reveladora de la importancia que le asigna el Centro Cívico a la única elección del año que habrá en la provincia.
No es casual que el jefe del Panal coincida en el cierre con el alcalde porteño Horacio Rodríguez Larreta. La visita del precandidato presidencial es la última carta entre una serie de apoyos que las principales figuras del PRO y del radicalismo le dieron a Dellarossa y a Majorel en los últimos días. Nadie sabe qué grado de impacto tendrán en el electorado estos respaldos.
Quienes caminan estos días decisivos junto al intendente Dellarossa aseguran ver un cambio de actitud de quien es apuntado internamente por haber elegido “mal” entre Majorel y Crescente. “Pedro está jugando a fondo. Rompió el chanchito. Quiere demostrar que no se equivocó con su elección”, reportan desde el búnker del oficialismo local.
Prueba para el PJ rumbo a 2023
En el peronismo, hay optimismo, pero al mismo tiempo cautela. Como nunca antes, ven la posibilidad concreta de hacerse del gobierno de la simbólica Marcos Juárez.
“Todo es ganancia para nosotros: si nos imponemos, será una señal fuerte y un mensaje para la oposición en un lugar en el que no teníamos ninguna expectativa de triunfo. Si perdemos, habremos mejorado mucho respecto de la última elección y dejaremos un piso superior al que estamos hoy”, analizan en la cúspide del PJ cordobés.
Sin embargo, el triunfo es anhelado para validar una etapa que se busca inaugurar y proyectar para la estrategia electoral de 2023. Esa estrategia se asienta sobre la potencia de la estructura del peronismo y busca ser mezclada con toques de pragmatismo.
El objetivo final es retener el poder en lugares donde se lo ostenta –provincia y Capital son los bastiones, obvio– y, lo que es más importante, arrebatarle a la oposición ciudades y pueblos. El municipio de Río Tercero, gobernado por el radical Marcos Ferrer, aparece marcado con rojo entre los objetivos para el año que viene.
“Lo que pasó con Crescente es una señal clara que todos nuestros dirigentes deben tener presente: cuando se toma una decisión –en este caso, postergar las aspiraciones de un dirigente propio como Eduardo Foresi (ahora vice de Crescente, pero candidato puesto del PJ hasta hace poco)–, el peronismo cierra filas y se encolumna”, definen desde uno de los despachos más importantes del oficialismo.
El concepto podría ser un aviso anticipatorio de la inauguración de una etapa en la que se alentarán acuerdos interpartidarios. ¿Otro nuevo impulso al tantas veces promocionado “partido cordobés”? ¿Analiza Hacemos por Córdoba una fórmula provincial donde el compañero de fórmula de Martín Llaryora no sea un peronista?
La puja electoral en Marcos Juárez tendrá lecturas múltiples el domingo por la noche. Si se da el resultado por el que trabajó el peronismo, Schiaretti y Llaryora celebrarán junto a Crescente y sonreirán para la foto política de 2022, primer anticipo del cargado calendario electoral de 2023.
Si las urnas acompañan a su candidata, el gobernador será mesurado en el festejo. Cerca suyo descartan un lanzamiento nacional, como especulan algunos opositores desinformados.
Cuando en los días posteriores a la elección baje la espuma y los flashes se alejen de la centralidad efímera que reina por estas horas en Marcos Juárez, quedará expuesta la real dimensión de estos comicios en los que sufragarán menos de 20 mil personas y que sólo definirán el devenir de un gobierno municipal y el futuro de las condiciones de vida locales de los habitantes de ese pujante y productivo corazón de la pampa gringa.