En una reunión de la Unidad de Trabajo Provincia – Municipios y Comunas, encabezada por el ministro de Gobierno Manuel Calvo, el martes quedaron ratificados los nuevos índices de coparticipación que rigen para las localidades de Córdoba, según la Ley 8.663.
Esto a partir de que a fin del año pasado se dieron a conocer los resultados definitivos del último Censo Nacional, lo que hizo que 11 localidades dejaron de ser comunas para pasar a ser municipios.
Nota: según lo ordena la normativa provincial, los índices de distribución de la coparticipación deben modificarse al 1 de enero del año posterior a la publicación de los datos del Censos.
Las nuevas municipalidades Villa del Prado, Potrero de Garay y Falda del Carmen (del departamento Santa María), Los Reartes y Villa Ciudad Parque (Calamuchita), Villa Parque Siquiman, Mayú Sumaj, San Roque y Estancia Vieja (Punilla), San Lorenzo y Luyaba (San Alberto y San Javier, respectivamente)..
“En Córdoba nos caracterizamos por garantizar la institucionalidad”, dijo Calvo.
La reunión contó con la participación del secretario de Ingresos Públicos de la Provincia, Gerardo Pintucci, el secretario de Política Económica, Andrés Michel, y demás funcionarios del Ministerio de Economía y Gestión Pública, en particular del área de Estadísticas y Censos, quienes aclararon puntos y evacuaron dudas de los intendentes y jefes comunales presentes respecto de la conformación de los índices.
Qué signfica pasar a ser municipalidad
Está reglado que para ser ciudad es necesario tener más de 10 mil habitantes, y en varios casos se sostiene que eso significaría un salto importante en la cantidad de dinero por coparticipación. “Eso no es así”, explicaron desde el Centro Cívico meses atrás. “Pasar a ser ciudad no cambia el porcentaje que le corresponde a una localidad”.
¿Qué impacto tiene entonces el Censo? Un cambio en lo institucional. “Ser ciudad permite dictar la propia Carta Orgánica, lo que posibilitaría un régimen de gobierno distinto al que establece la Ley Orgánica Municipal 8.102″, explicaron en el Panal. Es decir que se podría tener un viceintendente, llamar a consulta popular o fijar fecha propia para las elecciones.
La diferencia económica se da en otro salto: el de pasar de ser comuna (con menos de dos mil habitantes) a municipio (más de dos mil). Y eso es así porque la ley hace una clara diferenciación en el reparto de la plata.
Repasemos. Del total de la coparticipación nacional que llega a Córdoba, el 80% va a las arcas de la Provincia y el 20% restante, a las municipalidades y comunas.
Ese 20% se divide (y acá está la diferencia que vale) entre municipalidades y comunas:
- 80,5% para las municipalidades.
- 3% para las comunas.
El resto de los fondos tiene otros destinos, aunque también se destina a municipios y a comunas. Por ejemplo, un 1,5% es para la constitución de un fondo específico destinado a atender situaciones de emergencia y desequilibrios financieros temporarios; un 3%, para un fondo para financiar gastos de capital, y un 12%, para el fondo que permite el financiamiento de la descentralización del Estado..
Fondos por habitantes
El monto que va a las municipalidades se distribuye de dos maneras: por un lado, un porcentaje (el 21%) en partes iguales, y por el otro (79%), en función “directamente proporcional al número de habitantes”.
¿Qué número se toma para repartir ese porcentaje? El dato oficial del último Censo realizado por la Nación: el monto se divide por la cantidad total de habitantes, y a cada municipio se le envía la suma que le corresponde al total de su población.
Mientras tanto, el dinero para las comunas se reparte entre un 50% en partes iguales y el otro 50% en función directamente proporcional al número de habitantes.
Vale aclarar que, por un decreto (el 251/11), se estableció que los índices definitivos de reparto entre municipios se hicieron a partir del Censo provincial de 2008. Y que recién en 2016 se propuso la actualización del reparto utilizando el Censo de 2010.