La reducción temporal de las retenciones y la eliminación para las economías regionales entraron en vigencia este lunes con la publicación de las medidas en el Boletín Oficial, pero a nivel de los distintos sectores que intervienen en la producción y la comercialización hay diferentes interpretaciones acerca su impacto real.
Con la firma del presidente Javier Milei, el ministro de Economía, Luis Caputo, y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el decreto 38/2025 que rebaja alrededor del 21% ese tributo se oficializó y ya comenzó a regir hasta el próximo 30 de junio.
En ese instrumento se aclaró una condición que no había sido expuesta inicialmente para poder acceder al beneficio: se deberá liquidar el 95% de lo declarado en los últimos 15 días hábiles en la Declaración Jurada de Venta al Exterior (DJVE). Polémico.
En caso de no cumplir con la disposición, se cobrará la alícuota anterior, y serán la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) y el Banco Central los encargados de supervisar el mecanismo. Este punto no fue expresado en la declaración inicial de Caputo, la semana pasada.
“Con el objetivo de colaborar con la situación del campo en este contexto de sequía, el Gobierno nacional decidió bajar las retenciones de manera temporaria en un 20% hasta el mes de junio inclusive”, informó la Secretaría de Comercio en un comunicado, tras el anuncio oficial.
Agregó que “la medida refleja la decisión del Gobierno de reducir el peso del Estado para los sectores productivos, en el marco de la política de superávit fiscal”.
De esta manera, la soja (poroto) baja de 33% a 26%; la soja (aceite y harina), del 31% al 24,5%; el trigo, la cebada, el sorgo y el maíz pasan del 12% al 9,5%; y el girasol, del 7% al 5,5%.
En la norma, el Gobierno dispuso eliminar los derechos de exportación para las economías regionales y otros productos.
La medida alcanzará a productos importantes en Córdoba, como maní, golosinas, chocolates, bebidas, preparaciones alimenticias, y también para azúcar, algodón, cuero bovino y ovinos, entre otros.
Estos bienes representaron más de U$S 1.100 millones de exportaciones en 2024.
Según las estimaciones previas, esta rebaja temporal implica un sacrificio fiscal para el Estado de U$S 800 millones. Para distintos estudios económicos, esa pérdida de recaudación impactará en la Nación, pero ayudará a incrementar los fondos de las provincias con un derrame por los ingresos que recuperarán los productores en cada zona.
Mejora de entre 12% y 20%
De acuerdo con un análisis del Ieral-Fundación Mediterránea, habrá efectivamente una mejora en los ingresos de los productores. La rentabilidad podría aumentar entre un 12% y un 20%, mientras que la recaudación de las provincias lo hará entre un 12% y un 15%, indica un trabajo del economista Franco Artusso.
La medida “tiene implicancias en varios frentes: en las finanzas públicas, en la asignación de los recursos entre sectores y cultivos, en el nivel de actividad del interior productivo y los proveedores del agro, en los precios de la economía, en el flujo de divisas que puede aportar el sector agropecuario en los próximos meses”.
De mantenerse la baja de las retenciones durante todo 2025 (finaliza el último día hábil de junio), la rentabilidad neta del productor -margen después de impuestos- aumentaría un 12% en zona núcleo (+U$S 52 por hectárea) y un 20% en zona extrapampeana (+U$S 41 por hectárea). Nótese que estos dólares “extras” para el productor son a su vez los que perdería de recaudación el Estado, lo que implica una retracción del 8-10% de los ingresos totales del fisco con respecto al escenario sin reducción del impuesto”, señala el reporte.
El cálculo está hecho para el caso de un productor propietario de 500 hectáreas que realice un mix (mitad y mitad) entre soja y maíz en las zonas del país descriptas.
Se debe advertir que la recaudación tributaria total cae proporcionalmente menos que la recaudación perdida por la baja de los derechos de exportación (-19%). Esto se debe a que tras la reducción de los DEX aumenta la recaudación de otros impuestos y se compensa parcialmente la pérdida.
Este efecto se explica fundamentalmente por la mayor recaudación del Impuesto a las Ganancias (+15-21%, dependiendo la zona), pero también se recaudaría más por el Impuesto a los Sellos (+6%), al cheque (+4%) e Ingresos Brutos (+2%). Este último efecto del IIB se da solo en aquellas zonas donde la actividad primaria se encuentra directamente gravada, no es el caso de Córdoba, donde está exenta, y el impuesto afecta vía distorsión de precios en compras de insumos y de servicios. En cualquier caso, la mejora final depende de numerosas variables.
¿A qué precio vender?, la pregunta entre los productores de soja y de maíz
A qué precio hay que vender, se preguntaban sojeros de Córdoba. El analista Dante Romano consideró que de U$S 290 para arriba, “veo para vender”. “Si no tenemos otros eventos, esperaría una soja en cosecha entre U$S 270 y U$S 280”, explicó el investigador al portal FYO. En el caso del maíz, analizó que se pueden esperar mejores valores, por lo que recomendó prudencia.
“El trigo fue poco afectado por estas medidas, pero lo empujaron a la suba. Si antes esperábamos U$S 220 para vender lo que queda de la vieja campaña, ahora quisiera por lo menos US$ 5 más”, comentó en su análisis.
La exigencia de liquidar el 95% de los dólares a los 15 días de presentada la declaración jurada, aunque el embarque se produzca en otra fecha, metió ruido entre los productores dispuestos a vender.
Para el economista David Miazzo, esta condición solo afecta al exportador, aunque puede terminar transmitiéndose a los precios que cobra el vendedor. “La duda es si los exportadores van a hacer esto para todo lo que compren, qué costo financiero y riesgo van a asumir en esta operación y, por lo tanto, cuánto de la baja van a terminar transmitiendo a precios”, analizó por X.
Miazzo había estimado también que los productores en su conjunto tendrán una mejora adicional de U$S 1.750 millones con este cambio impositivo.
En tanto, la Sociedad Rural Argentina reconoció la mejora, pero fue contundente: “La posición de la SRA es muy clara: no debe haber retenciones”, indicó su presidente Nicolás Pino, en el marco de la Exposición Rural de Junín de los Andes, en la provincia de Neuquén.
“En la SRA venimos diciendo, desde hace mucho tiempo, que las retenciones no deben existir. Y entendemos que los anuncios de esta semana van en esa dirección”, expresó el dirigente.