El sindicato de los trabajadores químicos de Río Tercero reconoce la incertidumbre que impera en la actualidad en el sector y el temor por más despidos a corto plazo.
Las dos mayores empresas del sector vienen complicadas. Petroquímica Río Tercero aplicó el año pasado un severo ajuste de su plantel de empleados al cerrar una de sus unidades de producción, y este año sumó más cesantías, mientras que Atanor acordó en 2025 un plan “de crisis” con el gremio.
Gabriel Cuaino y Lucas Felici, autoridades del sindicato, comentaron a La Voz que en Atanor está vigente un proceso preventivo de crisis que, en principio, dura cuatro meses, justamente para evitar despidos. Pero en el gremio advierten que no saben qué ocurrirá transcurrido esos cuatro meses si no varía el contexto económico.
En ese convenio a los casi 280 trabajadores de Atanor la industria no les abona el aporte jubilatorio, mientras dure ese proceso. Según manifestaron equivale al 27% del salario.
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Esa medida también implementa en las otras plantas de la firma, ubicadas en Pilar y en San Nicolás.
Los sindicalistas comentaron que las empresas químicas de Río Tercero, como otras de la zona, están afectadas porque no les alcanza ningún nuevo beneficio tributario o arancelario, hay bajas en las ventas y por la apertura de las importaciones. Esto hace que se les convierta en un escenario dificultoso a la hora de competir.

En achique
Este contexto se suma a los 100 despidos registrados en Petroquímica el año pasado, más otros 20 de este año, , cuando decidió dejar de producir TDI, que era su principal unidad de actividad.
Esa industria, hoy de unos 250 trabajadores, también confió al gremio que le falta avanzar en reestructuraciones, por lo que en el gremio no descartan más ajustes.
En el gremio el malestar es evidente porque dicen que no ven un buen futuro en el sector, sobre todo cuando escuchan a las autoridades de las industrias que advierten que no hay señales positivas para esta actividad.
Una complicación laboral adicional y complementaria se genera porque estas grandes industrias también están rescindiendo o ajustando contratos con otras empresas con las que tercerizaban tareas y servicios.

Petroquímica Río Tercero produce cloro, hipoclorito, soda cáustica, ácido clorhídrico y PAC (policloruro de aluminio). En 2024 cerró su principal planta, de TDI.
Atanor produce en esta ciudad el herbicida 2,4-D, agua oxigenada, ácido clorhídrico, soda cáustica, hipoclorito y éter.
La otra: Fábrica Militar
Un escenario similar se vive en la otra química importante de la ciudad, la estatal Fábrica Militar.
Esa empresa no tiene afiliados al gremio químico sino a ATE.
Pero el panorama allí también está cargado de incertidumbre para sus más de 300 empleados. en medio de falta de certezas sobre el plan que el Gobierno nacional decidiría sobre el destino de sus plantas de producción.