En una entrevista con fuertes críticas al intendente Daniel Passerini, Rubén Daniele, el histórico titular del gremio del Suoem, denuncia precarización laboral, ajuste encubierto y falta de transparencia en la Municipalidad de Córdoba.
Pero reconoce que los vecinos están enojados con los empleados.
–¿Qué pasa con este conflicto que se ha prolongado en el tiempo? ¿Está teniendo la misma adhesión?
–Sí.
–Da la sensación de que ahora es más dispar que en otros años.
–No, no lo he notado. Dígame qué dicen. Las últimas dos asambleas hasta nos sorprendieron.
–Eso lo dicen funcionarios municipales.
–Ah, claro, ellos hacen eso con todo. Pero ellos pidieron la conciliación obligatoria. Que quede claro: la pidieron y la concertaron. Y en los fundamentos escriben, entre otras cosas y con varias mentiras, que les preocupa la falta de clases y la resentida atención en salud. Lo dicen por la adhesión.
–También lo dicen en educación.
–Y en salud. Es muy parecido a otras veces. Hemos tenido asambleas sectoriales en Salud muy grandes.
–¿Qué tipo de negociador es Passerini? Es un intendente peronista.
–Para mí, ya no.
–Se supone que debería estar más cerca de los intereses de los trabajadores. Usted ha sido muy duro con él. Además, tensa la cuerda como no lo hacía con Llaryora.
–Con Llaryora también. Lo que pasó lo tienen que explicar ellos. Ellos cambiaron.
–¿Dice que Passerini ya no es peronista?
–Por un par de cosas, y no solo por lo salarial. Porque en lo salarial se nota cómo siguen las instrucciones de Llaryora, claramente. No solo no dan respuestas, y ahora quieren hacerlo recién después de pagar los sueldos, sino que anticipan que quieren hacernos perder parte de la inflación. No se hacen cargo de lo que venían diciendo. Antes, con Llaryora, hacíamos “parches”, como les llamaba. Discutíamos, pero sabíamos por cuánto. Pero hoy, por ejemplo, nos deben un 19,51% de inflación no pagada.
–Ellos dicen que recibieron un 9% de ajuste entre febrero y marzo de este año.
–Eso es mentira. Con ese 9% pagaron la inflación de julio, agosto, septiembre, octubre y casi todo noviembre de 2024. Nos están debiendo parte de noviembre, diciembre, enero, febrero, marzo, abril y mayo. Eso suma ese 19,51%.
–El intendente dice que el empleado municipal gana muy bien: $2,8 millones promedio. ¿No es un argumento válido para pedirles un esfuerzo?
–Tenemos dos argumentos fuertes. Primero: por primera vez no se sabe cuántos becarios y monotributistas hay. Están muy precarizados. Si tomás ese promedio, la mitad de los empleados municipales está por debajo de la línea de pobreza.
–¿Incluyendo monotributistas y becarios?
–Sí, claro. Y trabajan menos horas, entre cuatro y seis. Depende la categoría. Los iniciales, no becarios ni monotributistas, en maestranza, administrativos y técnicos ganan $907.443. Los profesionales de sanidad están en $1,63 millones, aproximadamente. Eso también es real.
–En términos relativos, los municipales tienen buenos sueldos. Aunque todos los salarios se han empobrecido.
–¿Y por qué deberíamos empobrecernos?
–Ganan más que el promedio.
–A partir de hoy vamos a hablar con la población y con los contribuyentes para explicarles. Es cierto que la recaudación cayó. Pero a los funcionarios les pedimos que nos digan en qué partidas aplicaron austeridad. Les mostramos números y no hicieron recortes en ninguna. Algunas partidas crecieron de forma escandalosa. Y la única a la que le meten la mano es la salarial. Solo pedimos un poco de justicia. No exigimos el 19,51% ya, pero tampoco aceptamos que congelen los sueldos sin discutir un plan a futuro que contemple la inflación real.
–En esas partidas que crecieron, ¿hay algún gasto que consideren innecesario? El intendente dice que, ante el deterioro social, asumieron nuevas tareas.
–Algún día pregúntenle cuánto gasta y veamos si eso mueve el amperímetro. En 2023 aumentaron el gasto en “Publicidad y propaganda” un 155%. Y este año pasa lo mismo. Los dos son años políticos. Ademá, se hacen obras innecesarias. ¿Para qué quieren angostar la calle Maipú, por ejemplo?
–Se están haciendo muchas obras.
–Sí, pero dígame con qué fin. Anuncian una obra, hacen publicidad cuando abren los pliegos, cuando la adjudican, cuando hacen los primeros metros y se sacan fotos. ¿Quiere una partida cuestionable? Es esa. Les pedimos que muestren una con austeridad. Porque el ajuste lo ponemos solo nosotros. Solo pedimos equidad.
Protestas violentas
–Sobre las protestas: hubo incidentes en el Tribunal de Faltas, cortes de calles y cierre del acceso a Piedras Blancas. ¿Se cruzó un límite? ¿Están más violentos?
–En absoluto. Y tengo pruebas. Del Tribunal de Faltas no hablo mucho porque lo investiga un fiscal, aunque no fuimos notificados de nada. Ahí no hubo encapuchados, ni palos, ni roturas. Hubo gritos y humo en un espacio reducido. Pedimos disculpas a las compañeras que se asustaron. Fue un error, pero se exageró. Nada ilegal ocurrió.
–También cortaron calles completas.
–Sí, pero hablamos con el ministro (de Seguridad) Quinteros, con la policía. Coordinamos todo. Siempre les decimos por qué calles marchamos, por donde doblamos. Y Coincido con lo que dijo el ministro.
–Pero cortaron calles.
–Sí, y me preocupé. Pero la Policía permitió eso porque priorizó que se despejara rápido. Todo estuvo coordinado.
–¿Y Piedras Blancas?
–Fue una asamblea que duró menos de dos horas. Se dejó libre una calzada. Si las autoridades querían, podían llamar por teléfono, pedir que los camiones dieran la vuelta a la manzana y entrar por el otro lado. Eso no se hizo.
–¿Subyace que al municipio a veces le conviene?
–Un poquito sí.
–¿Y eso no los hace funcionales?
–Somos conscientes. Lo admitimos. Como también sabemos, y lo digo, que molestamos, que hartamos a la gente, al transeúnte. Sabemos que ir por media calzada fastidia. Es así. Siempre lo llamé “quilombo”, y esta vez, “quilombazo”. ¿Pero qué cambió? Ellos cambiaron, no nosotros.
–¿Les descontaron horas?
–No, porque estábamos en conciliación.
–¿Entonces este conflicto se resuelve con Llaryora?
–No lo sé, pero están totalmente de acuerdo. De eso no tenemos duda. No sé el nivel de apoyo, pero le dieron la venia para actuar.
Gestión Passerini
–¿Cómo evalúa la gestión de Passerini?
–Hace tiempo dije que estaba decepcionado. Luego tuvo dos o tres actitudes… El nivel de precariedad en la Municipalidad es vergonzoso. Es la primera vez que no se sabe cuántos monotributistas y becarios hay. Es información pública. Lo mismo hacen con las autoridades.
–El sindicato antes podía monitorear los números internos, y los intendentes decían que era un exceso. Ahora les pusieron un límite.
–Sí, y sigue ese límite. Ni siquiera nos contestan cuántas autoridades hay. Tuvimos que ir a la Justicia, que los exhortó a responder. Pero ocultaron parte de la información. Rodrigo Fernández, funcionario del municipio, dijo que bajarían 100 funcionarios, pero no desde qué número. ¿Por qué no lo dice? Porque no contestaron lo que debían. Solo informaron sobre la Municipalidad y el Tribunal de Faltas.
–Publicaron una lista con 399 funcionarios. ¿Es correcta?
–Vamos a la trampa: no conseguimos los datos de los entes. De los 100 funcionarios que dijeron que iban a bajar, hay 40 que ya reubicaron en entes.
–¿Dice que no se fue ninguno?
–A 40 ya los tenemos reubicados. De los otros no sabemos nada porque nos mandan a preguntar a TamseE, por ejemplo. Pero las liquidaciones las hacen ellos. Son responsables.
–El municipio dice que el gremio presiona para ubicar familiares de delegados en contratos por el artículo 8.
–Hace 20 años que escucho eso.
–Pero ha pasado en algunas oportunidades.
–Nosotros presionamos para que salgan de la precariedad. ¿Quién los pone y cómo? Muchas veces se armaban “comisiones de padres”, como en la época de Luis Juez. No tenemos nada que ver. Nosotros siempre reclamamos concursos abiertos. ¿Y sabe qué dicen ahora? Que no podemos representar a los precarizados. Eso es desconocer el rol del gremio. Textual. Nos cansamos de preguntar quién dice eso. A (Sergio) Lorenzatti le dijimos: “Vos no sos peronista”.