No hay reglas ni equivalencias entre las remuneraciones que cobran los principales cargos políticos de las intendencias más grandes de la provincia de Córdoba. En los números de las municipalidades, incluida la de la Capital, se advierte con claridad su autonomía.
Por caso, un concejal de Villa Carlos Paz gana hoy más que el intendente de Río Cuarto, la mayor ciudad del interior. Y que el titular del Palacio 6 de Julio, Martín Llaryora, en la capital provincial.
Hay ciudades (como Villa María y Río Tercero) en las que los ediles y tribunos de cuentas reciben sólo un 10% o 15% menos de remuneración que sus intendentes, y otras (como Bell Ville y Jesús María) en las que el intendente gana tres veces más que los concejales.
Salta a la vista, además, que no hay relación proporcional entre las remuneraciones y el tamaño de las ciudades.
Una comparación de los sueldos de los cargos electivos en los 10 mayores municipios del interior cordobés y el de la Capital arroja algunas sorpresas.
Las remuneraciones actualmente más altas para esos cargos se pagan en Villa Carlos Paz, la tercera ciudad en tamaño del interior. Las más bajas en esta lista son las de La Calera: por el mismo cargo, un intendente cobra en bruto $ 305 mil y el otro supera el millón.
Las cifras que se consignan corresponden a remuneraciones en bruto, es decir, las que eroga cada municipio por esos cargos.
Si se midieran en valores netos (con descuentos de aportes jubilatorios, obra social e Impuesto a las Ganancias), los montos se achicarían.
El intendente de Córdoba, por caso, cobra $ 925.287 en bruto (un poco más de $ 563 mil de bolsillo). La Capital es, por lejos, la mayor ciudad de la provincia, pero no es la que mayor remuneración le paga al titular del Ejecutivo.
El intendente de Villa Carlos Paz, Daniel Gómez Gesteira, por ejemplo, hoy percibe $ 1.068.000 mensuales en bruto, que se reduce a $ 645 mil netos. Y el de Alta Gracia, Marcos Torres, $ 800 mil en el bruto del recibo ($ 507 mil en el bolsillo).
En general, los concejales cobran iguales sumas que los integrantes de cada Tribunal de Cuentas municipal.
En el relevamiento realizado por La Voz, se pudo determinar que, en casi todos los casos, las remuneraciones para los cargos políticos se fijan sobre la base de fórmulas de cálculos que dependen de la escala salarial de los empleados municipales. Así, cada acuerdo con el gremio de los empleados dispara iguales ajustes para quienes ocupan puestos electivos.
Por ejemplo, en Río Tercero el intendente, Marcos Ferrer, gana tres veces más que una determinada categoría de empleado, y los concejales y tribunos, 2,5 veces más.
En Villa Carlos Paz, el cálculo se hace sobre otra categoría del escalafón, por lo que el intendente cobra cinco veces esa cifra y los ediles, cuatro. En ese caso, en virtud del último acuerdo con el gremio, ya se sabe que el jefe municipal cobrará en junio, en bruto, $ 1.442.000 y los concejales de esa ciudad, $ 1.154.000 mensuales.
Diferencias
Desde hace años, se suelen generar discusiones sobre la relación de pago a intendentes, a concejales y a tribunos de Cuentas. Sobre todo donde esas remuneraciones no son distantes, se plantean las diferencias de grado de responsabilidad y dedicación de uno y de otros.
Por caso, actualmente en Villa María el intendente, Martín Gill, cobra $ 560 mil en bruto, frente a $ 504 mil de los ediles.
En Río Tercero, la relación es de 557 mil frente a 465 mil. Y, en Río Cuarto, de 748 mil para el jefe municipal, Juan Manuel Llamosas, y de 600 mil para los concejales y tribunos. La distancia no es marcada.
En cambio, en Bell Ville, Carlos Briner, el intendente recibe en bruto $ 800 mil, pero los ediles, apenas el 30% ($ 255 mil).
En Jesús María, el salto es de 627 mil para Luis Picat y de 206 mil para los demás. Y, en Villa Allende, la intendenta, María Teresa Riu-Cazaux de Vélez, cobra $ 414 mil y los concejales y tribunos rozan los $ 186 mil: son los de menor costo de las 11 ciudades relevadas.
Los “gastos de representación” como un adicional a la remuneración de cargos políticos parecen haber desaparecido, en general.
En San Francisco, sí se mantiene, aunque con ese plus el sueldo conformado en bruto del intendente Damián Bernarte no se despega de la media de los demás: cobra $ 696 mil por mes.
Otro punto es el acceso a estos datos que son, o debieran ser, de dominio público.
No en todas las ciudades es tarea sencilla que un periodista, y menos un vecino o vecina, pueda tener una respuesta certera y ágil.
En una punta aparece el caso de Jesús María, municipio que desde hace años publica en una página web abierta todas las remuneraciones que paga en cada uno de los puestos municipales.
En la otra, asoman municipios en los que, incluso para este relevamiento, costó o se demoró la obtención de las cifras. Por caso, Alta Gracia y La Calera.
