El respaldo financiero diseñado para apoyar la salida del cepo de la Argentina, incluye una serie de flujos provenientes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y del Banco Mundial (BM) por un total de U$S 15.000 millones.
Ambas entidades dieron a conocer sus planes complementarios al programa del FMI en forma coordinada tras el anuncio que realizó el gobierno nacional.
El BID informó que otorgará U$S 10.000 millones en financiamiento a los sectores público y privado durante los próximos tres años
El paquete incluye U$S 7.000 millones para apoyar al sector público y U$S 3.000 millones de BID Invest que será destinado al sector privado.
Según indicó el comunicado, “en el primer año, el BID tiene previsto otorgar U$S 3.000 millones en financiamiento soberano, de los cuales una parte considerable será desembolsada en los próximos meses, mientras que BID Invest aportará U$S 1.000 millones para operaciones del sector privado”.
El presidente del BID, Ilan Goldfajn, sostuvo que la entidad está comprometida a “apoyar el programa económico de Argentina, trabajando estrechamente con el FMI y el Banco Mundial”.
“No solo nos estamos coordinando con el Gobierno, estamos implementando juntos medidas claves para mantener y fortalecer el orden fiscal alcanzado por el Gobierno del presidente Milei, al tiempo que promovemos el desarrollo liderado por el sector privado”, dijo Goldfjan.
Por su parte, el Banco Mundial dará apoyo por U$S 12 mil millones, que se repartirá entre las distintas áreas de la entidad que estarán disponibles en los próximos tres años.
El Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) planea comprometer U$S 5.000 millones para el sector público. Esto incluye una Operación de Financiamiento de Políticas de Desarrollo de U$S 1.500 millones que se desembolsará de inmediato.
Por su parte, la Corporación Financiera Internacional (IFC) destinará U$S 5.500 millones para el sector privado. DE ese monto, U$S 2.000 millones se desplegarían en el primer año.
“Las áreas de enfoque incluyen infraestructura, minerales críticos, agroindustria, generación y transmisión de energía, y otros sectores de alto impacto”, precisa el comunicado, en línea con los objetivos que se planteó el FMI.
En tanto, la Agencia Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA) espera emitir alrededor de U$S 1.500 millones en garantías para expandir el acceso al crédito—especialmente para pequeñas y medianas empresas—y ayudar a atraer inversión privada en infraestructura.
Si bien una buena parte de estas líneas ya formaban parte de tramos ya aprobado, se formalizó el objetivo de desembolsar en los inmediato U$S 3500 millones.
La intención es mostrar al mercado financiero que Argentina contará con el apoyo necesario para hacer frente a sus obligaciones de deuda y que además tendrá el respaldo suficiente como para sostener el valor de la moneda.
Como objetivo adicional, se busca que a partir de la concreción de este apoyo se produzca una baja sustantiva del Riesgo Pais que le permita al país volver a los mercados voluntarios de deuda.