La elección en la Ciudad de Córdoba dejó numerosos datos para analizar. Uno de ellos, la polarización. Así es, el magnetismo de las dos fuerzas mayoritarias (Hacemos Unidos por Córdoba y Juntos por el Cambio) acaparó la intención de voto del electorado capitalino y casi no dejó nada por repartir entre los otros nueve partidos.
Sin contar los blancos (10.053, el 1,53%) y los nulos (15.003, 2,20%), entre Passerini y De Loredo concentraron el 87,71% de los votos positivos, en perjuicio de las fuerzas menores, que quedaron reducidas a porcentajes minúsculos y por debajo del 3%.
En número de votos, el peronismo y JPC atrajeron 575.066 sufragios positivos y las otras nueve fuerzas se quedaron con apenas 70.574. Para tener una referencia, esa cantidad equivale a la población de dos barrios grandes de Córdoba.
Todos los datos pertenecen al escrutinio provisorio dado a conocer por la Justicia Electoral con el 99,67% de las mesas escrutadas.
La elección de la izquierda en Córdoba capital
El primer dato que salta a la vista entre los partidos minoritarios es la elección de la izquierda, que tuvo al Frente de Izquierda y los Trabajadores como único representante.
En total, la fuerza que llevó a Laura Vilches como candidata a intendenta recolectó el domingo 18.980 sufragios (2,89%).
Ese volumen le alcanzó para hacer entrar a Vilches al Concejo Deliberante, pero es un 29,8% inferior a los 27.047 votos que recibió esa fuerza en el mismo distrito en la elección para gobernador del 25 de junio.
La sangría de la izquierda es mayor si se destaca que, en los comicios provinciales, el Movimiento al Socialismo (MAS), que no compitió en la elección municipal, obtuvo 2.428 votos.
Hace cuatro años, el FIT había recolectado 29.371 votos en la elección para intendente que ganó Martín Llaryora.
El vecinalismo dividido se quedó sin banca
Para Encuentro Vecinal Córdoba (EVC), el resultado electoral del domingo (11.311 votos, 1,75%) fue apenas mejor que el de 2015, cuando en aquella elección consiguió 9.397 (1,3%) votos.
Como se esperaba, el partido liderado por Aurelio García Elorrio perdió sufragios por distintas causas. Por un lado, por la polarización, que imantó la intención de votos de los cordobeses.
Por otro lado, porque el actual concejal de esa fuerza, Juan Pablo Quinteros, participó por otra alianza (Somos Córdoba) y consiguió llevarse nada menos que 15.906 sufragios (2,46%).
Quinteros quedó en el cuarto lugar y estuvo a sólo tres mil votos de entrar al Concejo Deliberante.
Con el exvocal del Ersep dentro de EVC, muy probablemente el vecinalismo hubiera conservado un lugar en el órgano legislativo municipal.
En 2019, el partido de García Elorrio había obtenido la banca para Quinteros con 38.926; y en la elección provincial del 23 de junio, había sumado en Capital 35.952 votos en el tramo para gobernador.
Libertarios
El sector de los libertarios, en tanto, no pudo demostrar en Córdoba nada de lo que insinúa Javier Milei a nivel nacional.
La Libertad Primero recolectó el domingo 11.939 votos (1,85%) y quedó en el quinto lugar, fuera de toda aspiración al Concejo Deliberante.
Como en junio las dos fuerzas libertarias (La Libertad Avanza y el Frente Liberal) habían sumado 24.606 votos, se puede decir que los referenciados en el polémico economista perdieron 12.667 votos, el 51,5% en apenas un mes.
Kirchnerismo en la capital de Córdoba
Párrafo aparte para el kirchnerismo cordobés (Creo en Córdoba de Todos), representado el domingo por Humberto Spaccesi.
Obtuvo apenas 3.228 votos (0,50%), una cantidad que incluso es menor que los paupérrimos 14.431 que consiguió en la Capital en la elección en la provincia.
¿A dónde fueron esos 14 mil votos progresistas? En la izquierda no se ven, por lo que probablemente muchos hayan abrevado en el casillero de Daniel Passerini o engrosado el 40% de los cordobeses que no fue a votar el domingo.
