El ministro del Interior, Diego Santilli, celebró este jueves la llegada de los aviones cazas F-16 y lo hizo con un mensaje irónico dirigido al kirchnerismo, en sintonía con el discurso que el presidente Javier Milei había pronunciado horas antes en la presentación oficial de las aeronaves en Las Higueras.
“Pasamos de incorporar ‘llamas metralletas’ durante el kirchnerismo a incorporar F-16 con el Presidente @JMilei. Eso es proteger la soberanía argentina”, publicó Santilli en X (antes Twitter).
El funcionario acompañó la frase con una imagen de una llama portando un arma y otra de Milei en la cabina de uno de los cazas daneses.
También destacó el trabajo del ahora exministro de Defensa, Luis Petri, artífice del acuerdo que derivó en la incorporación de las aeronaves.
El mensaje de Milei en Río Cuarto
La publicación de Santilli apareció horas después del discurso del presidente Milei durante el acto oficial de recepción de los seis F-16 adquiridos a Dinamarca.
“Se llenaron la boca hablando de soberanismo por décadas, pero nos entregaron un país pobre e indefenso”, cuestionó el mandatario, acusando al kirchnerismo de desfinanciar a las Fuerzas Armadas.
En otro pasaje, Milei sostuvo: “Soberanía para ellos significa una gran villa miseria decorada con banderines de Argentina”.
Desde la pista aérea, con los aviones detrás, el Presidente planteó que la política de defensa debe reorientarse para que Argentina “pueda hacerse respetar en el concierto de las naciones”.
Rossi salió al cruce
El exministro de Defensa Agustín Rossi respondió a Milei y a Santilli.
En diálogo con Clarín, afirmó que la compra de los F-16 “no constituye un avance en soberanía”, ya que, según explicó, su capacidad disuasoria no puede utilizarse en el Atlántico Sur frente a la presencia militar británica en las islas Malvinas.
“No es soberanía haber comprado un avión cuya capacidad disuasoria no se puede utilizar frente a la ocupación ilegal británica”, señaló Rossi.
Una discusión que excede lo simbólico
La llegada de los F-16 se transformó en una nueva arena de disputa entre el Gobierno y el kirchnerismo, que desde hace tiempo mantienen posiciones enfrentadas respecto del reequipamiento militar, la inserción internacional del país y las alianzas estratégicas.
Mientras el oficialismo presenta la compra como un paso histórico hacia la modernización de las Fuerzas Armadas, la oposición cuestiona tanto el costo como la utilidad operativa de los cazas.
