Con encuestas en mano y el reloj electoral apretando, en el comando de campaña del oficialismo provincial llegaron a una conclusión que ya nadie esconde puertas adentro: en la última semana, hay que salir a “limarle votos” a Natalia de la Sota.
Ningún dirigente oficialista blanquea el número real que marcan sus sondeos sobre la hija del exgobernador. Pero la estrategia de apelar al “voto útil” para ganarle a los libertarios es también una forma elegante de admitir lo obvio: Natalia de la Sota le está quitando una porción de votos peronistas a Provincias Unidas. La gran pregunta y el temor es saber cuántos.
“Para ganarle a Milei, hay que votar al ‘Gringo’ Schiaretti, el único que lo puede derrotar en Córdoba. Votar a Natalia o a Carro es dividir el voto peronista que puede frenar a los libertarios”, repite como un mantra Miguel Siciliano, el tercer candidato de la lista oficialista.
Siciliano expone la urgencia que el Centro Cívico busca instalar en esta recta final de campaña: el voto peronista debe alinearse detrás de Schiaretti o cederá terreno ante el avance libertario.
Del otro lado, Natalia de la Sota no se queda callada ante la embestida. Desde un acto en Río Segundo, la diputada devolvió el golpe con un dardo. “Los cordobeses ya saben quiénes votaron la Ley Bases de Milei, con la cual pudo hacer el ajuste que tanto daño le hizo a nuestro pueblo”, dijo la diputada.
En los últimos días de la campaña cordobesa, todo indica que levantará temperatura la inesperada interna peronista.
El resultado electoral, clave para el futuro de De Loredo en el gobierno de Milei
Al radical Rodrigo de Loredo le quedan las últimas semanas como diputado nacional: el 10 de diciembre se termina su mandato de cuatro años y, como no es candidato, dejará su banca. Sin embargo, las versiones sobre la posibilidad de que se integre al gobierno del presidente Javier Milei en algún puesto en el Gabinete siguen en aumento.
Como se publicó días atrás, el cordobés fue parte de una reunión privada de la que participó el asesor norteamericado Barry Bennet, un ladero informal del presidente Donald Trump. Bennet tiene un estrecho vínculo con Santiago Caputo, quien invitó a esa reunión a De Loredo. De ese convite también participaron los diputados Cristian Ritondo (PRO) y Miguel Ángel Pichetto (Encuentro Federal).
El tono de la reunión fue directo, sin rodeos ni conceptos que pudieran interpretarse de manera ambigua. Bennet fue tajante sobre el respaldo total del gobierno de Trump hacia la administración Milei. Dijo allí que Caputo era “el” hombre en que la administración Trump confía y aseguró que el influyente asesor será parte del Gabinete luego de las elecciones.
En ese encuentro, también hubo dardos directos hacia dos ministros nacionales. Los apuntados por Bennet fueron el canciller Gerardo Werthein y el jefe de Gabinete, Guillermos Francos. “Juegan para China”, se escuchó decir a Bennet sobre ambos.
De Loredo fue presentado por Caputo ante Bennet con elogios sobrados por su rol en la Cámara de Diputados. Para el asesor, el cordobés es un aliado, pese a las críticas y a votaciones en las que el radical se acopló a la oposición dura en contra del oficialismo.
Tras la reunión, allegados a De Loredo comentaron que el radical esperará ver cómo el Gobierno procesa los datos de los comicios legislativos. Si Mauricio Macri y los gobernadores radicales Alfredo Cornejo (Mendoza) y Leandro Zdero (Chaco) son convocados para un gobierno de coalición, el cordobés se inclinaría por sumarse al gobierno libertario. “Con identidad propia y sin convertirse en violeta”, aclaran cerca del diputado nacional.
García Elorrio y una denuncia que sacude la campaña
Como si el clima no estuviera ya bastante espeso, una grave denuncia irrumpió en el tramo final de la campaña y amenaza con alterar el ritmo cansino de los últimos días.
La lista Encuentro por la República, encabezada por Aurelio García Elorrio, hizo una presentación ante la Justicia Federal de Córdoba. En ella, solicitaron que se prohíba a los electores ingresar con teléfonos celulares al momento de votar.
Aunque el pedido judicial –firmado por César Orgaz, Juan Teruel y Cruz Ferreyra– no detalla acusaciones directas, el propio García Elorrio no se guarda nada en sus declaraciones públicas.
En cada entrevista repite una denuncia grave. “Se están comprando votos. En los barrios más empobrecidos de la capital y en muchos municipios del interior se pagan hasta 50 mil pesos por voto. Pero para poder cobrarlos, deben mandar una foto con la cruz en el casillero de Provincias Unidas”, expresa el exlegislador provincial, apuntando al oficialismo provincial.
La Justicia respondió. El juzgado Electoral federal recordó que, mediante el acta Nº 10, del 8 de octubre, la Junta Electoral Nacional ya estipuló las prohibiciones vigentes. El artículo 71, inciso G, es claro: “Los electores tienen prohibido tomar fotografías de la boleta única de papel cuando vayan a votar”.
La multa para quienes infrinjan la norma llega hasta 77 mil pesos.
Sin embargo, el juzgado no hizo lugar al pedido de García Elorrio de prohibir expresamente el ingreso de celulares a la cabina de votación (el viejo cuarto oscuro). La polémica quedó instalada, en los últimos días de la campaña cordobesa.