- El gobernador les dijo a sus íntimos que el PJ cordobés participará con sus mejores "hombres y mujeres" en los comicios legislativos.
- Es un indicio de que habrá modificaciones en su equipo.
En los poco más de nueve años de gestión, de tres mandatos no consecutivos, el gobernador Juan Schiaretti se mantuvo fiel a una regla: pocos cambios en su gabinete.
No obstante, el arranque de este año electoral en el cual el mandatario provincial ha dicho que el PJ local jugará fuerte disparó las versiones de modificaciones en su equipo.
Todo indica que Schiaretti retocará su gabinete por la necesidad de que funcionarias y funcionarios integren las listas para las elecciones legislativas de octubre.
Las negociaciones con el Gobierno nacional para un acuerdo electoral aún no arrancaron, pero Schiaretti no esperaría para lanzar a los candidatos del PJ provincial, con el sello de Hacemos por Córdoba.
Las elecciones legislativas están rodeadas de incertidumbre, ya que la intención de los gobernadores peronistas (entre ellos Schiaretti) y del Gobierno nacional es suspender las primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (Paso), previstas por ley para el segundo domingo de agosto.
Esta discusión está trabada en el Congreso, por disidencias internas en el Frente de Todos.
De producirse la suspensión de las primarias, la Casa Rosada –y también los gobernadores– ganará tiempo para tomar decisiones sobre el armado de las listas.
Schiaretti tuvo definiciones políticas importantes en una reunión virtual que tuvo el fin de semana pasado con su mesa chica.
En ese encuentro, el gobernador aseguró que el PJ provincial jugará con sus “mejores hombres y mujeres” en los próximos comicios legislativos nacionales.
También dejó claro que está dispuesto a negociar con el Frente de Todos, pero las listas deberán tener predominio del PJ cordobés.
Como es también su estilo, el gobernador no dio nombres y se mantiene hermético. Pero en el peronismo todos entienden que la diputada nacional y máxima referente del PJ Capital, Alejandra Vigo, será propuesta para encabezar la boleta de senadores nacionales.
Danza de nombres
Además de Vigo, en el PJ consideran que la definición los “mejores hombres y mujeres” apunta a que quienes sea postulantes a legisladores nacionales deberán acreditar poder territorial propio.
En ese contexto, el primer nombre que surge como posible candidato a diputado nacional por el schiarettismo es el ministro de Gobierno, Facundo Torres, exintendente de Alta Gracia, y referente del departamento Santa María.
Además, Torres integra la nueva generación del peronismo cordobés. En su momento, Schiaretti prometió darle lugar a los dirigentes más jóvenes de su partido.
Una eventual salida de Torres de Gobierno podría ser cubierta por Juan Carlos Massei, quien ocupó esa cartera.
Massei es ministro de Desarrollo Social y si pasara a Gobierno, esa cartera podría ser absorbida por Equidad y Promoción del Empleo conducido por Laura Jure.
Algunos mencionan a Jure como candidata a diputada, pero la ministra es muy cercana al gobernador y es más probable que tenga más responsabilidades de gestión, que de ir al Congreso nacional.
El diputado Paulo Cassinerio (íntimo de Vigo) a quien se le vence el mandato en diciembre, es una alternativa para Desarrollo Social, si sigue como ministerio.
Natalia de la Sota es otra dirigente que suena fuerte para ser impulsada por Schiaretti como candidata a diputada nacional.
La legisladora provincial e hija del exgobernador José Manuel de la Sota está trabajando para llegar al Congreso nacional. Hay condiciones políticas que la favorecen en la pulseada por las candidaturas, además del apellido emblemático para el PJ: tiene una buena relación con Schiaretti y con el presidente Alberto Fernández.
Otros retoques
Schiaretti también podría aprovechar esta circunstancia para hacer algunos retoques en su gestión, que van más allá de las candidaturas.
El área de Seguridad es la más apuntada por la oposición, luego de los últimos casos de gatillo fácil en la Policía.
Se habla de que podría volver a ser secretaría, que podría depender de Gobierno, con Massei como titular.
El ministro de Seguridad Alfonso Mosquera es un funcionario reconocido por el gobernador y tampoco se descarta que puede unificarse con Justicia, quedando Mosquera a cargo.
Julián López –muy cercano al vicegobernador Manuel Calvo– el actual ministro de Justicia, podría pasar a Agricultura, hoy a cargo de Sergio Busso.
Busso es un dirigente histórico del PJ cordobés que es elegido en un cargo sensible: presidente del Tribunal de Cuentas de la Provincia, cargo que podría ocupar al dejar Agricultura.
Gutiérrez, siempre candidato a ministro
Córdoba Federal. Es el bloque schiarettista que preside Carlos Gutiérrez. Tiene cuatro diputados, pero a tres se les vence el mandato (Vigo, Paulo Cassinerio y Claudia Márquez). Gutiérrez, íntimo de Schiaretti, siempre se lo menciona para volver al gabinete, donde fue ministro de Agricultura.
Continuidad de su equipo de trabajo
Pocos cambios. Schiaretti transita el segundo año de su tercer mandato no consecutivo. No es proclive a introducir cambios en su gabinete. A su primer mandato (2007-2011) lo terminó con los mismos ministros que comenzó esa gestión.
Segundo mandato. Entre 2015 y 2019, Schiaretti se mantuvo en su postura de pocos cambios. Hizo retoques en 2017, cuando Alejandra Vigo fue a Diputados. Laura Jure la reemplazó en la Secretaría de Equidad. Nora Bedano fue a Cultura y Julieta Rinaldi a Córdoba Joven.
Tercera gestión. Al inicio de esta nueva gestión, Schiaretti hizo cambios al crear nuevos ministerios. Silvina Rivero en Coordinación, Claudia Martínez en el Ministerio de la Mujer, Laura Jure en Promoción de Empleo y Alfonso Mosquera en Seguridad.
Seguridad. En el segundo mandato, el cambio más importante que realizó Schiaretti fue en el área de Seguridad. Alfonso Mosquera reemplazó a Diego Hak en la entonces Secretaría de Seguridad. Pasó a ser ministerio desde el 10 de diciembre de 2019.
Cúpula policial. El cambio más fuerte en esta tercera gestión fue en la Policía. Por primera vez la conduce una mujer, Liliana Zárate, luego de la conmoción por los dos casos de gatillo fácil en los que murieron los adolescentes Blas Correas y Joaquín Paredes.
