Se había dicho: mayo sería clave para la precandidatura a presidente de Juan Schiaretti. Y fue así, tanto que el martes pasado, apenas comenzado el mes, el gobernador de Córdoba confirmó su postulación.
“Voy a ser candidato a presidente en la próxima Paso del mes de agosto, y lo haré por una coalición que represente al que trabaja, al interior productivo y que exprese también la superación de esta maldita grieta que tanto daño nos está haciendo a la Argentina”, afirmó Schiaretti en una conferencia preparada para eso.
Si bien había ya algunos encuestadores que lo medían a nivel nacional, el anuncio lo terminó de poner en todos los trabajos de opinión pública del país.
En Voz y voto, dos consultores, Luis Dall Aglio, de Delfos; y Juan Germano, de Isonomía, analizaron la precandidatura del gobernador, sus potencialidades y límites.
“Se van poniendo nombres propios a ideas y conceptos. Hoy hay un espacio en el electorado para un candidato peronista no kirchnerista”, afirmó Germano. “Y ese espacio, a nivel simbólico, puede ser ocupado, o intentará ser ocupado por Schiaretti, Urtubey o un un tercero”.
“El desafío de ese espacio ahora es llegar desde donde está hasta completar una oferta con un nombre, una cara y con ideas a esa parte del electorado”, agregó.
En su análisis, para valorar la candidatura de Schiaretti, primero hay que tener en cuenta desde dónde parte y qué busca. “En política, mucho tiene que ver la expectativa con la que se arranca para ver si finalmente va bien, mal o regular. A veces, dos puntos por encima de lo que se espera te hacen un gran ganador, y dos puntos abajo, un perdedor”, describió.
Sobre eso, Germano advirtió que el desafío que tendrá de Schiaretti es definir una expectativa realista. “Porque a diferencia del pasado, cuando ese espacio peronista luchaba por ser una tercera vía, ahora la lucha podría ser por una cuarta”, en referencia a La Libertad Avanza, de Javier Milei.
En la visión de Dall Aglio, la candidatura de Schiaretti es una contribución a una propuesta política que ya tenía Córdoba y que ahora completa su pata nacional; “propuesta que antes se expresaba en el ambito legislativo” y que cuando había elecciones presidenciales se acompañaba “con lista corta”.
Para el consultor cordobés, hay dos aspectos que el gobernador puede proponer a nivel nacional “Por un lado, siempre fue un dirigente que hizo del federalismo una bandera; y por el otro, la experiencia de gestión, que es su activo más importante, junto a la experiencia política en Córdoba al haber interpretado una situación política y haber concebido una alianza que trascendiera al peronismo”, describió.
“La grieta ya no es lo que era”
Para Dall Aglio, “gobernar Córdoba es gobernar complejidades” y esas “complejidades implican una experiencia de gestión que se puede poner a consideración en la discusión pública”.
“La experiencia Córdoba puede trascender los parámetros partidarios para empezar a encontrar coincidencias en otras gestiones y modelos de gobierno, y sobre todo en métodos y propuestas para encarar los viejos problemas con ideas nuevas, o con ideas que han funcionado en territorio propio”, detalló Dall Aglio sobre cómo podría darse una construcción política nacional.
La oportunidad, para el director de Delfos, se da al mismo tiempo en el que la grieta política es “cada vez menos grieta”.
Dall Aglio aseguró que esa división está “dejando de ser” lo que fue, sobre todo con el paso al costado de Mauricio Macri. “En las encuestas se ve que Cristina se quedó sin el partenaire. Por eso tuvo que elegir a Milei”, aseguró.
El consultor explicó que en Argentina se está reconfigurando el escenario político “sobre la base de comportamientos sorpresivos del electorado” y en el tiempo que le queda al proceso electoral, se configuran dos polos.
“Por un lado, posiciones más radicalizadas, de derecha y de izquierda, con discusiones llenas de pasiones pero de pocas explicaciones sobre cómo salir de una situación muy difícil; y por el otro, posiciones más moderadas, de figuras que tienen que ver con la gestión, entre ellos gobernadores, que están tomando decisiones en sus territorios, como despegar las elecciones, para proteger su capital político”, enumeró.
¿A quién le saca votos Schiaretti?
En el análisis de Germano, Schiaretti buscará pescar a exvotantes, tanto del Frente de Todos como de Juntos por el Cambio. “Porque lo que ordena la demanda social hoy es la apatía, el desencanto, el enojo, la ira, la deshazón y la tristeza. Esos son los sentimientos que describen a más del 90% de los argentinos”, contó.
Y agregó: “No tiene color político. Son sentimientos que se fueron generando año tras año. Evidentemente, el espacio buscará al desencantado”, subrayó.
Pero Germano advirtió que Schiaretti, y otros candidatos, enfrentan una pelea desigual. “Los que vienen de la gestión compiten contra un montón de soluciones mágicas y rápidas. Es una lucha desleal. ¿Cómo hacés para resolver Argentina en un tuit? Nadie puede. Sin embargo, un tuit tiene más enganche para la ciudadanía que lo que se puede plantear desde la racionalidad”, dijo Germano.
¿El poder de una palabra como “dolarización”, por ejemplo? “Es así. Schiaretti, y tantos otros, tiene el enorme desafío de ver cómo luchan contra eso. Cómo cala su mensaje frente a esa solución”, respondió.
La adhesión a esas soluciones rápidas se explican a partir del descanto porque “el argentino está muy golpeado”. Pero con una advertencia: la historia no terminó. “Lo vimos hace dos semanas, con el dólar moviéndose a una gran velocidad”, recordó.
A las recetas mágicas, Germano le suma otra palabra: “casta”, que “entra fuerte, sobre todo en menores de 30 años″.
Todo en un escenario en el que “mientras peor esté la Argentina”, más beneficio para Milei, que, sin embargo, es parte de una paradoja (movilizada por sus declaraciones polémicas): “Pareciera que buena parte de la dirigencia política hace todo lo posible para que Milei sea presidente. Y el que más hace para no ser presidente es el propio Milei”.
¿Puede Milei restarle votos a Schiaretti?
“Lo que hay que ver es lo que la sociedad quiere de Milei, más que lo que propone Milei a la sociedad”, explicó Dall Aglio.
En ese sentido, coincidió con Germano sobre la bronca y la tristeza: “Advertimos que lo que ordena hoy la política son factores emocionales. Y ese crecimiento es ‘a pesar’ de Milei”.
Para ejemplificar eso, el director de Delfos citó una encuesta propia en la que las propuestas de Milei tenían un altísimo rechazo de la opinión pública. “No son sus propuestas lo que genera adhesión, sino la utilidad que un sector de la población encontró en Milei para romper el status quo. Gente que ha llegado a un límite de hartazgo político y económico”, remarcó.
“Milei es un acto de desesperación”, enfatizó.
Parafraseando al libertario, como la casta no cambió una realidad política que la sociedad pedía cambiar... entonces, se cambia a la casta. “Está pasando en Córdoba y donde midas”, reconoció Dall Aglio.
Hoy, lo opuesto a eso son los moderados, como Schiaretti que, advirtió el consultor, no son sinónimos de tibios. “Se trata de una posición racional, dialogista, de construcción de concertaciones y acuerdos. La sociedad no quiere que la gobiernen con el garrote”, analizó.
Y cerró: “Córdoba tiene un modelo de funcionamiento diferente en base a acuerdos, pero eso no quiere decir que Milei no sea un protagonista importante”.