Con un mensaje político que puso como valor superior de la administración pública el equilibrio fiscal, un sólido respaldo a la futura gestión nacional de Javier Milei y fuertes críticas al kirchnerismo y al macrismo, Juan Schiaretti comenzó su despedida de la gestión provincial. Lo hizo ante un auditorio de empresarios y funcionarios que lo aplaudió de pie.
Schiaretti hizo una presentación que procuró poner en valor la magnitud de la inversión en obra pública (8.398 millones de dólares) y relativizar el peso de la deuda que deja su administración: aseguró que serán 2.161 millones de dólares a fin de año.
También celebró la llegada de Martín Llaryora al Gobierno provincial, y detalló que están los dólares para los vencimientos del año próximo y un saldo de más de 300 millones de dólares. Admitió que su sucesor deberá hacer uso de esa reserva, dada la compleja situación económica que se prevé para 2024.
Fue un discurso atípico de Schiaretti, quien tuvo particular vehemencia al criticar al kirchnerismo. “Únicamente a Néstor Kirchner se le puede haber ocurrido, por hacerse el que quería la patria soberana, cancelar una deuda al 3% con el FMI y tomar al 13% de Chávez. La verdad... ¡Es porfiarle al sentido común hacer esas cosas! ¡Quería ser el campeón del antiimperialismo y era un gran feudal... ¡Un gran feudal!”, criticó Schiaretti. Se trata de una de las acciones del expresidente que el kirchnerismo sigue ensalzando.
Hubo un fuerte aplauso, que se reiteró en dos ocasiones más, para celebrar que el ministro de Finanzas, Osvaldo Giordano, fuera el futuro titular de la Anses. Después hubo una ovación final al gobernador, que concurrió acompañado por la senadora Alejandra Vigo y la inmensa mayoría de sus ministros. Llaryora no estuvo en el auditorio.
Schiaretti celebró que Milei defienda el equilibrio fiscal y que haya condenado el juicio a la Corte Suprema de Justicia. “La Corte nos salvó de la ‘Cristina eterna’, con fallos memorables como fue anular la ley de mordaza a la prensa, o la reforma a la Justicia. Celebro eso, porque esa es nuestra posición”, enfatizó Schiaretti.
“No soy quién para decirle a Milei qué tiene que hacer, qué funcionario tiene que nombrar... Sí digo que nosotros queremos que le vaya bien y estamos para ayudarlo”, reconoció. “Jamás le diría que para ayudarlo le exijo algo”, recalcó. Se interpretó que ese señalamiento reiterado fue para marcar diferencias con la actitud de Mauricio Macri, a quien criticó en varias oportunidades.
“También celebro que a Milei no le interese el espionaje y lo que hace la AFI. Dedicarse a espiar a la gente, a perseguir... Acá en Córdoba nunca perseguimos a nadie. Eso es también parte de la grieta”, subrayó el gobernador, en obvia referencia a Macri. También lo cuestionó por no haber cumplido con las obras que prometió a Córdoba, como la autopista a San Francisco.
Se explayó especialmente en la gestión provincial. “En estos 8 años, Córdoba tuvo un ahorro corriente, una diferencia entre los ingresos netos y los egresos corrientes que incluyen los intereses de la deuda. El resultado de la gestión es el ahorro corriente con un resultado operativo positivo del 17.8% de los ingresos netos”, dijo.
Aseguró que se trata de la provincia que “redujo más impuestos” y reiteró que en los últimos ocho años, se llevó adelante “el mayor plan de obras públicas de la historia de Córdoba, por 8.398 millones de dólares, de los cuales ya se ha ejecutado 94%”. Recalcó que en simultáneo la Nación restringió las obras y que reiteró que hoy la obra pública está completamente paralizada: otro guiño a Milei.
“A este plan de obras públicas lo hicimos los cordobeses con esfuerzo propio. Lo que puso Nación no llega a 400 millones de dólares, ni el 4% (del total). Nosotros hicimos el plan de obras públicas con el esfuerzo y la voluntad de los cordobeses sin que el Gobierno Nacional nos acompañara”, dijo.
Schiaretti fue excepcionalmente duro con el kirchnerismo. “Argentina tiene todo para dejar atrás un ciclo que le hizo mal a la patria. Los 20 años de kirchnerismo atrasaron a la Argentina. Ellos son unos feudales, lo único que les interesa es ganar las elecciones y después manejar bajo un puño el Poder Legislativo y el Judicial. Y al que no se le subordina, leña”, dijo el gobernador.
“Nosotros los cordobeses 20 años resistimos y en Córdoba no pasaron. Y espero que ahora, que perdieron y feo las elecciones, no vuelvan más. Y eso depende de nosotros, depende de nosotros”, aseguró.
Aunque sin menciones al exgobernador José Manuel de la Sota, Schiaretti sí tuvo elogios para el peronismo cordobés. “Me voy con el orgullo, en términos de pertenencia política, de ser parte del peronismo que nunca se dejó colonizar por el kirchnerismo. Y me voy con la alegría de haber sido un gobernador que estuvo al lado de su gente para evitar que nos pusieran de rodillas. Y lo evitamos”, aseguró.
Allí, hizo otra vez referencia al nuevo gobierno. “Y ahora depende de si nosotros le damos gobernabilidad al nuevo presidente, Argentina deje atrás este ciclo del kirchnerismo. Y depende también de si los peronistas somos capaces de construir un peronismo federal, democrático, republicano... un peronismo moderno para que el kirchnerismo no vuelva más a someter a la Argentina”, resumió, anticipando sus próximos pasos.
También fue enfático en su respaldo a Llaryora. “Es un joven con experiencia, va a hacer una gestión mejor que la mía. Podrá hacer que Córdoba supere con éxito los desafíos de los nuevos tiempos que vienen para nuestra Provincia. Él va a ser un muy buen gobernador, es un gran orgullo para mí”, recalcó Schiaretti.
También fue reiterativo con sus habituales elogios a los empresarios cordobeses: recalcó que no son prebendarios ni andan pidiendo por los despachos oficiales.
