La renuncia del exministro de Economía Martín Guzmán desencadenó una crisis política en el Gobierno nacional que se tradujo en una profundización de la inestabilidad económica.
La brecha del tipo de cambio era grande, y se extendió; las reservas del Banco Central eran escasas antes de julio, y bajaron más; y el riesgo país, que era altísimo, subió más después del tuit con el que el funcionario dejó su cargo.
En la economía “real”, dos problemas previos se agravaron: el desabastecimiento y la inflación.
Por un lado, a las dificultades que se arrastraban desde hace meses para conseguir productos puntuales (como cubiertas de auto y aceite, por ejemplo), se sumaron otros artículos porque la súbita disparada del dólar paralelo (llegó a tocar los 350 pesos) generó temores devaluatorios que contrajo las transacciones.
Sin precio de reposición, muchos dejaron de vender.
Por otro lado, la inflación, que justo cuando amagaba con empezar un proceso de desaceleración, rebotó con fuerza hasta ubicar a julio de 2022 en el triste récord de ser el mes con la mayor suba de precios mensual en 20 años: 7,4%.
Poco a poco
Respecto del abastecimiento, en particular en el sector alimentos, la situación mejoró en los primeros 10 días de agosto en relación con la situación de julio.
“Se regularizó la entrega de mercaderías”, confirmó Vanesa Ruiz, gerenta del Centro de Almaceneros de Córdoba.
“Sólo perduran los problemas crónicos con el aceite y con las harinas”, agregó.
Víctor Palpacelli, presidente de la Cámara de Supermercados y Autoservicios de Córdoba, también ve un escenario menos complicado que en julio, y coincide en los problemas de abastecimiento de todas las variedades de aceite.
“Las dificultades con estos productos vienen desde hace más de ocho o nueve meses, las aceiteras siguen produciendo al 40% o 50% de nuestras necesidades, por lo que seguimos cuotificados”, apuntó.
“También hubo falta de azúcar, que se agravó en julio, pero que en agosto está tendiendo a normalizarse; en los últimos días, los ingenios están queriendo habilitar más camiones y entregas con la idea de normalizar la situación”, explicó el dirigente supermercadista.
Precios de agosto
Respecto de los precios, agosto se muestra, por ahora, con una menor presión inflacionaria. “Están llegando aumentos, eso no se detuvo, pero con alguna desaceleración, pequeña, muy leve, respecto de lo que venía pasando 10 días atrás”, advirtió Palpacelli, detallando que las subas son de “prácticamente todas las empresas”.
“Las listas continúan con modificaciones, aunque no al nivel de julio”, aclaró.
En los almacenes, en tanto, la realidad es similar. “Viene un poco más tranquilo si comparamos la situación con lo que pasaba en cualquier semana de julio”, explicó Ruiz.
Según dicen los almaceneros de Córdoba, las listas de precio “bajaron la frecuencia de cambios de cada 24 horas, que era lo que pasaba en julio, a cada semana, que es lo que ocurre en agosto”.
“Además, antes, las nuevas listas en algunos productos llegaban en julio con incrementos del 9% ó 10% y, ahora, en agosto, del 2% ó 3%”, explicó Ruiz.
En ambos sectores sigue muy golpeada la venta. En los supermercados, por caso, se habla de una caída en unidades comercializadas del 5,5% en la primera semana de agosto respecto de los mismos días de 2021.
Por otra parte, la situación en el sector de la construcción sigue muy complicada.
Así lo exponía la semana pasada Luis Lumello, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción filial Córdoba: “Con los proveedores está cortado todo el financiamiento, es decir, el pago es de contado y con factura abierta hasta el momento en que se recibe la mercadería”.
El dirigente explicó que ya no pueden seguir descontando los certificados de obra en los bancos porque “deberíamos dejar las llaves de las empresas”, dijo. “Las firmas han llegado a su techo y ya no tienen posibilidades de seguir financiándose”, apuntó.
