Luego del rutilante acto de juramento como nuevo ministro de Economía, a Sergio Massa le surgieron dificultades internas para definir su equipo de colaboradores y no logra concretar dos designaciones sensibles: su segundo en el Palacio de Hacienda y quien se encargará de la Secretaría de Energía.
El flamante responsable de la economía nacional volvió a pronunciarse ayer a través de las redes sociales, pero no dijo nada sobre la confirmación de sus funcionarios.
Massa informó que el martes se reunirá con sus pares del gabinete para acordar un “techo en los gastos”.
“El próximo martes me reuniré con mis pares del gabinete. En la charla las prioridades serán la inversión y los techos de gasto”, escribió Massa en su cuenta de Twitter.
“Hace 48 horas iniciamos con responsabilidad y compromiso nuestra tarea al frente del Ministerio de Economía. Quiero hacerles un informe de estas primeras 48 horas con la idea de que, más allá de cualquier especulación de terceros, sepan qué estamos haciendo y cómo avanzamos”, expresó Massa, sin hacer referencia a la polémica que cerró la semana, con la versión que el economista Gabriel Rubinstein sería su segundo, y las dudas sobre quién seguirá al frente de la estratégica Secretaría de Energía.
El viernes pasado, la mismísima agencia oficial Télam, manejada por el cristianismo, informó que Rubinstein sería el segundo de Massa en el Ministerio de Economía.
Sin embargo, nunca se confirmó ese nombramiento, en una jornada en la cual trascendieron los últimos mensajes de Rubinstein en las redes sociales, todos muy críticos en contra del kirchnerismo.
Fuentes cercanas a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner admitieron que el nombre de Rubinstein no cayó bien en el kirchnerismo, pero en realidad, nunca se confirmó ese nombre como funcionario en el Palacio de Hacienda.
Voceros del nuevo ministro sólo se limitaron a confirmar que el próximo martes se conocerá el nombre del nuevo secretario de Hacienda, sin dar pistas sobre si finalmente será Rubinstein el elegido.
Los mismos voceros massistas argumentaron que el principal escollo para que Rubinstein -que está de viaje en Estados Unidos hasta el martes- se sume al Ministerio de Economía, es en realidad su falta de disponibilidad, porque tiene trabajos comprometidos en el exterior.
Para muchos, fue un modo de ocultar las dificultades internas que el nuevo ministro tiene para designar a un crítico del kirchnerismo.
Por otro lado, también hubo muchas versiones sobre la posible salida del secretario de Energía, Darío Martínez, un funcionario que reporta directamente a la vicepresidenta de la Nación.
El viernes por la noche, las versiones en la Casa Rosada indicaban que Martínez iba a dejar el cargo, pero eso tampoco se confirmó hasta ayer.
En sus mensajes en las redes sociales, Massa tampoco despejó estas dudas.
El ministro de Economía ratificó que “no habrá más emisión para financiamiento hasta fin de año” y anunció que el próximo lunes (por mañana) “se iniciarán los reintegros” al Banco Central.
“Empezamos en coordinación con todos los sectores de la administración pública la fijación de topes al ingreso de personal, y a partir del 1° de septiembre debe estar publicada con acceso público cada declaración jurada”, aseguró Massa, que el viernes pasado acompañó al presidente Alberto Fernández, en Santa Fe, en su primer acto como ministro.
