En una sesión de alto voltaje político, el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, debutó ante la Cámara de Diputados con fuertes críticas a la oposición, a los medios de comunicación y al “Partido Judicial”, a la vez que aseguró que el canje de deuda impulsado por el Ministerio de Economía servirá para combatir la inflación.
“La realidad es que el año que viene vamos a estar mejor en materia de reservas, porque vamos a tener una mejor cosecha y mejor producción de energía, pero no vamos a tener resuelto el problema de la inflación”, reconoció Rossi en su primer informe de gestión desde que asumió el cargo, hace un mes y medio.
El funcionario aludió al alza de precios casi al final de las ocho horas de jornada. Sostuvo que el último DNU del Ministerio de Economía sobre canje de bonos “es una herramienta más para combatir la inflación” y pronosticó que “el FGS (Fondo de Garantía de Sustentabilidad) va a tener en el futuro una mayor rentabilidad”.
“Intentamos operar sobre el mercado del ‘contado con liqui’ (CLL) y el MEP, que es el que hace la brecha con el dólar oficial. Cuando la brecha es muy alta, termina impactando en la inflación. Entonces, la manera de operar en el ‘contado con liqui’ sin utilizar reservas, que son escasas, es tener bonos para operar en ese lugar”, puntualizó.
Durante su informe, el jefe de Gabinete reivindicó a Néstor y Cristina Kirchner por políticas como la nacionalización de Aerolíneas Argentinas e YPF, y hasta hizo énfasis en el viejo conflicto con el campo, pero casi no mencionó la figura del presidente Alberto Fernández y una diputada del PRO no dejó pasar el dato.
“Vino a hablar de Néstor y de Cristina y ni una palabra de la actual gestión a la que representa. No sé si es que no le importa el presidente actual o lo quiere ocultar, pero no habló de Alberto Fernández”, chicaneó la correntina Ingrid Jetter.
Al abrir la sesión, Rossi echó mano a unos pocos números de la economía: destacó que 2022 fue “el segundo año consecutivo de crecimiento”; que “la inversión extranjera directa en la Argentina estuvo arriba de los 15.000 millones de dólares”; y que el último cuarto trimestre la desocupación “bajó al 6,3%”.
Esos indicadores no conformaron a la oposición. “No sé cómo no le da vergüenza: en lugar de venir a dar un informe a los representantes del pueblo, se dedicó 30 minutos a hablar de algunos números tirados de los pelos”, lanzó el liberal José Luis Espert, el primero en tildar al funcionario de “caradura”.
Rossi le respondió con calma pero sin pelos en la lengua: “Estuve diez años acá. Nunca me insultaron tanto como usted. Supongo que será su forma fascistoide de expresarse”. También se cruzó con Fernando Iglesias (PRO), que lo interrumpió a los gritos varias veces, ubicado en primera fila.
“Violencia política”
El jefe de Gabinete reivindicó a Raúl Alfonsín a 40 años de democracia y cuestionó, sin nombrarlo, al expresidente Mauricio Macri: “Los Derechos Humanos no son un curro. Un curro es los que no quieren reconocer los 30.000 desaparecidos porque no se animan a condenar el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976″.
Los primeros cortocircuitos llegaron poco después, cuando Rossi sostuvo que el intento de magnicidio contra Cristina fue un “acto de violencia política” que “hubiese merecido una respuesta más contundente de la dirigencia”.
Mientras lo decía, varios opositores levantaron la voz, entre ellos Hernán Lombardi. “Hernán, todavía estamos esperando la condena de la presidenta de tu partido”, fue la chicana de Rossi, en alusión al silencio que adoptó la titular del PRO, Patricia Bullrich, sobre el atentado.
El funcionario sostuvo que “en 2008, cuando fue el conflicto con el sector agropecuario, empezó la violencia política en Argentina”, y recordó que esa fue la “primera vez” que vio un cartel contra la actual vicepresidenta que decía “yegua”. “¡No hagas un discurso de barricada!”, se oyó desde las bancas de Juntos por el Cambio.
Pero Rossi continuó: “El intento de magnicidio a Cristina tiene que ver con los discursos del odio, con la estigmatización de los medios de comunicación y con la existencia de un ‘Partido Judicial’ que utiliza el lawfare como práctica política en nuestro país”.
Y subió aún más la apuesta: “Basta con la foto de Lago Escondido, donde todos juntitos pusieron las manos y dejaron las huellas digitales”.Juntos por el Cambio finalmente desaprobó la presentación de Rossi. “Nos relató un país que, si se mira al espejo, ni usted mismo se lo cree. Han defraudado a los argentinos con un caradurismo único. Desde que perdieron la elección, lo único que hacen es volver a ir contra la Justicia, contra los medios, y acusar a la oposición de golpista”, se quejó Cristian Ritondo (PRO).
Su par radical Mario Negri añadió: “No quiere hablar de la actualidad y nos invita a hablar de lo que sucedió 20 años atrás. Pero hay que hablar de lo que sucede ahora, de los que venían a llenar la heladera y a traer el asado. Pero ahora no hay ni guiso carrero”.