Dentro de Cambiemos, el diputado Ricardo Alfonsín (UCR) es una de las voces menos alineadas. Sin embargo, sus críticas no van ahora dirigidas al PRO, sino a la conducción de su propio partido al que le endilga no intentar influir en la decisiones “desacertadas” del Gobierno nacional.
–Usted reivindica a Cambiemos, pero pide mayor participación del radicalismo. ¿Cuál es su diagnóstico?
–Pienso eso. Pero debo aclarar que no me refiero a cargos. Ni siquiera me he metido demasiado en la discusión sobre los lugares en las listas que le tendrían que haber tocado a la UCR. Me gustaría que el énfasis que se pone en esas cosas, se pusiera también con lo que tiene que ver con la posibilidad de que mi partido influya, desde sus ideas, en las decisiones que se toman desde el Gobierno nacional. No he visto que el partido esté demasiado preocupado por eso. Me refiero a la conducción nacional.
–Pero es una alianza que incluye sectores diferentes...
–Tan diferentes, que en determinados temas parecen que fueran sectores que en situaciones normales deberían competir entre sí. Me interesa participar en las decisiones no porque sea lindo hacerlo, sino porque de ellas depende que se resuelvan los problemas del país. Pensamos que algunas decisiones hacen mal a la sociedad y callarnos, como partido, no es cumplir con nuestra responsabilidad. No podemos no reclamar la posibilidad de influir para bien en algo que creemos que está mal. Entonces, yo le reclamo a mi partido, no al PRO. Estoy seguro de que si nosotros hiciéramos algunos reclamos consecuentes con nuestras ideas, el PRO no podría decirnos que no. Recalco que yo digo esto con respecto a temas del Ejecutivo. En el Congreso es distinto porque tenemos participación parlamentaria.
–La semana pasada, en una entrevista con este diario, Carlos Becerra dijo que no se había cumplido la promesa que hicieron en la convención de la UCR de conformar un gobierno de coalición. ¿Qué opina?
–Yo creo que nunca existió tal promesa en Gualeguaychú. No se dijo eso. De hecho, a los pocos días de realizada la convención, el presidente Mauricio Macri declaró que aquello no implicaba una coalición de Gobierno. Pero repito, eso no quiere decir que nosotros no podamos influir en las decisiones, porque a nosotros no nos toca gobernar, pero sí representar desde dentro de Cambiemos. Y tenemos que hacerlo desde nuestra identidad, no desde la identidad del PRO. Si hubiéramos participado, seguramente la situación general sería mejor.
–¿Qué observaciones le haría usted a la actual gestión nacional?
–Las diferencias que puede haber entre la UCR y el PRO parten de una cosa bastante sencilla. En el PRO creen que lo mejor que pueden hacer los gobiernos con la economía –de la que dependen tanto las condiciones de vida– es no meterse y dejar al mercado que la regule. Es un pensamiento liberal. Sinceramente creen eso, no es que sean perversos, como dicen algunos. Nosotros creemos que esa tesis no está corroborada teóricamente, y menos en la práctica. Al contrario, nosotros somos de los que creemos que si el Estado no interviene en salud, se generan problemas. Lo mismo con la seguridad, la educación, en el transporte público. Y claro, si el Estado no interviene en la economía, también se generan problemas. Fíjese lo que ha pasado en el mundo a lo largo de la historia cuando el Estado no ha intervenido. El mercado no tiene horizontes morales. El Estado debe tenerlos.