Los primeros movimientos –que no serán los únicos– antes de fin de año en el gabinete provincial tienen a Miguel Siciliano como protagonista central. En los próximos días, el hasta ahora legislador provincial y diputado nacional electo se sumará al equipo de funcionarios del gobernador Martín Llaryora con un doble objetivo: apuntalar la comunicación del Panal desde un costado más político que técnico y, vinculado a lo primero, preparar el terreno para un posicionamiento nítido en la Capital con vistas a la sucesión del intendente Daniel Passerini.
En el Centro Cívico, definen por estas horas la letra chica del anuncio formal, que se realizará este martes a primera hora. Siciliano estará al frente de un nuevo ministerio: Vinculación y Gestión Institucional.
Desde hace semanas, se especulaba con cambios en la primera línea de funcionarios que acompañan a Llaryora. Finalmente, el gobernador tomó la decisión de empoderar a Siciliano con un rol de interlocución y relacionamiento entre el Ejecutivo provincial, diversas instituciones y el territorio.
“Para esta segunda etapa de la gestión, el gobernador entendió que es necesario tener una vocería política con mayor volumen. Y Siciliano tiene capacidad para ese rol”, aseguraron a La Voz cerca del primer mandatario, quien se recupera satisfactoriamente de una operación de hernia a la que se sometió el jueves último.
El cargo que ocupará Siciliano, aclaran, no será el de ministro coordinador, una figura en la que Llaryora no cree. Sin embargo, la heterogeneidad de funciones le permitirá interconectar distintas áreas de la gestión provincial.
El aún titular de la bancada oficialista en la Unicameral –tomará licencia del cuerpo legislativo este miércoles, en la sesión en la que se trate en primera lectura el Presupuesto– tendrá a su cargo varias áreas que serán derivadas de otros ministerios y agencias a la nueva cartera.
Al cierre de esta edición, Llaryora terminaba de definir el rango de control que tendrá Siciliano. Contemplaría las áreas de Deportes y Juventud. Se mencionó también la posibilidad que incluya Cultura, pero no estaba confirmado.
La vinculación será directa con diversas instituciones de la provincia: desde centros vecinales y barriales, pasando por clubes, parroquias y fundaciones. Hasta cuarteles de bomberos voluntarios.
Siciliano comenzará a manejar subsidios institucionales. Se trata de un espectro amplio de organizaciones civiles desparramados por todo el territorio provincial.
Además, se definía anoche una atribución clave aunque también problemática como es la relación con los gremios. Sucede que la Secretaría de Trabajo, a cargo hoy de Omar Sereno, dejaría de depender del Ministerio de Justicia y pasaría a la órbita de Siciliano.
La Capital, objetivo político
El esquema de vinculación institucional y territorial que tendrá Siciliano como premisa está directamente ligado a una necesidad electoral del oficialismo en la Capital: construir una candidatura potente para 2027, cuando Passerini deje el cargo en el Palacio 6 de Julio.
“Estamos obligados a poner en cancha a dirigentes que tengan la potencialidad de asumir responsabilidades electorales dentro de nuestro proyecto político. Si bien el foco estará puesto en la gestión provincial, en paralelo tenemos que buscar posicionamientos para un futuro no tan lejano”, aporta un llaryorista sobre la dimensión electoral de la decisión que tomó Llaryora.
En ese contexto, se proyecta a Siciliano como el nexo provincial de un plan de obras “chicas” que ejecutará el Panal en la Capital a través de convenios con la gestión de Passerini. Fundamentalmente, se trata de un plan de reparación de calles. Eso incluye bacheo, cordón cuneta, reparación y mantenimiento de espacios públicos e iluminación. “Eso es lo que mayormente pide la gente. Es su metro cuadrado del barrio”, dicen en el oficialismo luego de analizar una nueva tanda de focus groups.
Con esa función por delante en la Capital, se descuenta que Siciliano podrá mostrarse como articulador de soluciones en la “última milla barrial”, lo que le permitirá recorrer la ciudad, algo clave para quien aspira a llegar al principal sillón del municipio, como es su caso.
En las últimas horas, desde el entorno del todavía legislador se empeñaron en aclarar que la relación personal con el intendente Passerini “es buena”. Cualquier proceso de acercamiento de Siciliano con la máxima autoridad de la Capital requiere disipar las versiones –que existen– de cortocircuitos personales entre ambos. “Daniel está al tanto de todo porque habla con Martín. Nada es sorpresa para él”, refuerzan en el Centro Cívico para contrarrestar los rumores.
Siciliano viene de una campaña legislativa provincial que lo tuvo en un segundo plano, eclipsado por la figura de Juan Schiaretti, que lideró la boleta de Provincia Unidas. En el Centro Cívico aseguran que, de todos modos, el nivel de conocimiento mejoró y calculan que estaría en torno al 40% a nivel provincial, lo cual, de ser cierto, no es para nada despreciable.
Más movimientos
La creación del nuevo ministerio tendrá como contrapartida la fusión de otros dos, con el objetivo de no hacer crecer el organigrama estatal.
Anoche, Llaryora definía que el ministro Sergio Busso, al frente de Bioagroindustria, absorba la cartera de Producción, en donde actúa Pedro Dellarossa, que pasaría al directorio del Banco de Córdoba.
En tanto, los lugares que dejará Siciliano al asumir un nuevo ministerio en la Provincia ya tienen reemplazo. Por un lado, la presidencia del bloque de Hacemos Unidos por Córdoba quedará en manos de Facundo Torres, el actual presidente provisorio de la Unicameral. A su vez, el lugar de Torres será ocupado por Juan Manuel Llamosas, que será la tercera autoridad provincial. En tanto, la banca que ganó Siciliano en Diputados la tomará Ignacio García Aresca, quien de esta manera continuará por otros cuatro años en la Cámara Baja.





















