En el Mercado Norte de la ciudad de Córdoba, el movimiento de gente es menor al habitual por estas fechas previas a las festividades de Navidad y Año Nuevo. Lo que sí se mueven son los precios, con carnicerías que aplican subas diarias a los precios y que ofrecen cortes a más de $ 8 mil.
En una recorrida que hizo La Voz este jueves al mediodía, se pudo ver que la estrategia de los clientes es comprar para guardar. Otros también refieren que para encontrar precios caminan mucho tiempo buscando ofertas.
La coincidencia generalizada es la de sentir una gran incertidumbre, no saber cómo manejarse en las compras y la de vivir al día.
Salvo un par de carnicerías donde se ven filas formadas, los locales no se encuentran tan concurridos. La disparidad de precios es evidente: hay puestos con cortes vacunos a más de $ 8 mil, mientras que en otros se consiguen a $ 4 mil.
Las subas son diarias: en el mismo local donde el cuadril este miércoles costaba $ 6.800 –luego de un fuerte incremento el lunes y martes–, este jueves ya había trepado a $ 8.000.
Los comerciantes cuentan que la gente no dejó de comprar, pero que lo hace en menores cantidades. También coinciden en trabajar se “hace imposible” con los aumentos constantes y hasta advierten de seguir así, tendrán que despedir personal.
Entre el horror y la resignación
“Vine a sacarme las dudas para ver si lo que decían de los aumentos era cierto y me asusté. Casi me desmayo con los precios. Unas galletas que ayer pagué $ 150, hoy cuestan $ 400″, contó Elsa, una jubilada.
“Si uno camina, se ahorra. El problema es que yo cobro mañana”, agrega resignada. “No voy a comprar carne a $ 8.000, comeré pollo y latas de atún que compré cuando salían $ 300 y vencen en 2027″, remarcó la mujer.
“Nos pasaron todas las listas con un aumento del 35%, el lunes ya habían aplicado un 20%. Cuando aumenta el combustible, lo aplican a toda la cadena. El que iba a un queso cremoso de marca, ahora va a segundas marcas”, contó Matías Basualdo, propietario de una fiambrería.
Mariela Díaz, dueña de una carnicería, contó que le dijo a dos proveedores que no les iba a bajar mercadería por los precios. “El cerdo viene con suba del 34%, pero no sabés si esos precios son los correctos o se están aprovechando”, detalló.
“Como comerciantes, no sabemos a qué precio vender. Hay gente que se horroriza. Pero con esta situación no se puede trabajar, espero que se estabilice”, dijo Díaz.
Por su parte, Basualdo comentó que muchos clientes ven la suba como “algo bueno” ya que “igual todo iba a explotar”. “Sienten que se sinceraron los precios porque ya no se podían sostener como estaban”, explicó.
Norma, es dueña de una verdulería de la zona hace 24 años. Trabaja con su familia y el aumento del alquiler de su local es lo que mas atenta con su trabajo.
“Nos da angustia porque no sabemos hasta cuando vamos a poder resistir. Otros negocios ya aumentaron pero nosotros estamos intentando mantener los precios”, indicó.
Según detalló, las subas de la última semana fueron de un 100% y la banana fue el producto que más subió. “Ahora está a $ 1.200 el kilo cuando teníamos los dos kilos a $ 1800. Con las lluvias, los proveedores de papa también nos avisaron que aumentan”, dijo.
Alexis y Alex Sosa, tienen 18 y 15 años, son hermanos y trabajan vendiendo bolsas de residuos hace cuatro. Cuentan que ayer podían comprar un paquete para vender en $ 150 mientras que hoy aumentaron a $ 250.
“Estamos desde las 8 de la mañana. Lo que vedemos en el día nos alcanza solamente para comer al mediodia y para la comida de la noche. También tenés que tratar de dejar algo para que nuestra familia coma al otro día”, explicó Alexis.
“La plata que hagas depende de lo que puedas reponer. Por ahi te alcanza para comprar bolsas al otro día, sino tenes que salir a sobrevivir”, agregó Alex.
