El Gobierno nacional y los industriales continúan con la puja entre precios internos y costos, que tiene como telón de fondo el valor del dólar y una posible devaluación.
El ministro de Economía, Luis Caputo, se presentó este jueves en un foro de inversiones que se realizó en Mendoza, donde volvió a descartar una modificación del tipo de cambio y le apuntó a los industriales.
“Es cierto que hay precios caros en dólares”, admitió el jefe del Palacio de Hacienda, pero enseguida enfatizó: “No es solución devaluar”.
“La solución es que bajen los precios y los precios bajan con menos impuestos y más competencia. Entonces, en esas industrias los precios van a bajar, tal como ya está sucediendo con los autos”, señaló Caputo ante un auditorio que lo intimidó por el nivel de concurrencia.
Caputo fue muy crítico de quienes sostienen que la Argentina tiene el “dólar barato” y tomó como ejemplo lo que sucedió en la temporada estival: “Nos quemaron tanto la cabeza que creemos que un argentino no puede ir de vacaciones a Brasil, a un país limítrofe al que vamos en auto”.
En esa línea, insistió en que el empresariado deberá revisar sus métodos de producción con la idea de ganar dinero por “Q” (cantidad) y no por “P” (precio).
El ministro aprovechó la oportunidad para dejar en claro que el Fondo Monetario Internacional (FMI) no pide una devaluación a cambio de aprobar el programa con la Argentina.
Acerca de los próximos pasos del Gobierno, Caputo sostuvo que “hasta hace un año eran promesas, pero hoy tenemos el beneficio de saber que hacer las cosas bien da su rédito y tener el diagnóstico correcto no hay que minimizarlo. Viene una profundización del modelo con más reformas y desregulaciones”.
Por su parte, los industriales mantienen sus reclamos para que la apertura económica que está propiciando el gobierno tenga como compensación medidas internas que les permitan competir y apuntan a la suba de costos. Para el gobierno este pedido tiene nombre y apellido: “devaluación”.
La encuesta de expectativas que realiza mensualmente la Unión Industrial Argentina (UIA) reveló que el 40% de las empresas consultadas tiene como principal preocupación el aumento de los costos de producción, que resulta 15 puntos superior respecto del informe anterior.
Respecto del panorama general, el trabajo sostiene que “la industria local enfrenta una doble presión competitiva: externa e interna. En el ámbito internacional, se destacó la competencia desleal, con un 63,5% de empresas que reportó impactos negativos por precios de dumping”.
A nivel interno, “las empresas se encontraron afectadas por la evasión e informalidad, donde 1 de cada 3 empresas afirmó verse afectada por el contrabando de productos”.
“Entre los principales motivos por los que estas variables impactan de forma negativa, se encuentran: altos costos en comparación a otros países y la consecuente venta de productos importados a precios muchos más bajos, la elevada carga impositiva en Argentina, la informalidad y la comercialización de productos de menor calidad en el mercado”.
Con este escenario, los empresarios ven un futuro mucho más complicado, afectando los niveles de producción y de empleo.
La encuesta mostró que una menor proporción de empresas que prevé mejoras en su situación económica empresarial (61,7% vs. 67,8% en el relevamiento anterior), en su sector de actividad (58,1% vs. 68,1%) y a nivel país (68,6% vs. 75,5%).
En ese sentido, el informe señaló que en enero “se revirtió la tendencia y las empresas con caída en la producción volvieron a superar a aquellas con subas. El 42,3% de las empresas indicó una caída producción, mientras que solo el 18,3% registró una suba. En igual sentido, el 44,8% de las empresas redujo sus ventas, mientras que solo un 22,2% de ellas las incrementaron”.
Este panorama dejó su impacto en el empleo, ya que “solo el 11,5% de las empresas incrementó su dotación de personal frente a un 17,6% que la redujo, contrastando con el relevamiento anterior, donde el 17% había registrado aumentos y el 14,2% recortes”.
Con relación a las ventas al mercado interno, el 44,8% de las empresas dijo que cayeron durante el primer mes del año, la única excepción fue el mercado automotor.