Procesado por presunta defraudación en la causa por la megaevasión a través de “usinas” de facturas apócrifas, el exintendente de Saldán Cayetano del Valle Canto sumó una nueva imputación, ahora por presunta evasión simple del Impuesto del Valor Agregado (IVA) y del impuesto a las Ganancias.
La causa anexa y la causa “madre”
Valle Canto había sido procesado en mayo pasado por presunta defraudación por administración fraudulenta contra la administración pública en la causa anexa del expediente principal, en la que se investiga la megaevasión que habría liderado Diego Alberto Vieyra Ferreyra.
Este expediente “madre” se remonta a 2019 y 2020, cuando los fiscales federales de Córdoba capital N° 1, Enrique Senestrari, y N° 3, Maximiliano Hairabedian, y su entonces par de San Francisco Luis Viaut (condenado y destituido por otros delitos), abrieron causas paralelas a raíz de denuncias por una multiplicidad de delitos y actores.
Pudieron establecer que Vieyra Ferreyra habría sido el organizador de la estructura criminal (procesado en 2021) por supuesta alteración dolosa de registros fiscales, asociación ilícita fiscal y lavado agravado.
En la causa anexa, Del Valle Canto, la entonces contadora de la Municipalidad de Saldán y actual jefa comunal, Hebe Carolina Cristori; el exsecretario de Gobierno Daniel Osvaldo Barón; Néstor Daniel Salibi, exintendente de Mendiolaza, y Vieyra Ferreyra, quedaron sospechados por administración fraudulenta.
Así, Valle Canto, Barón, Cristori y terceros habrían sustraído de las arcas de la Municipalidad $ 9,6 millones. Para lograrlo, habrían contabilizado en sus cuentas gastos ficticios por el pago de servicios que no habrían sido efectivamente prestados, utilizando facturas apócrifas emitidas por los hermanos Diego y Natalia Vieyra Ferreyra y otros. De esta forma, los imputados habrían defraudado al municipio.
A su vez, Valle Canto, como intendente de Saldán y presidente de la Comunidad Regional Colón, y Salibi, como intendente de Mendiolaza y secretario General de la entidad, junto con otros, habrían sustraído $ 9,3 millones de la Comunidad Regional.
Para eso, habrían contabilizado en sus cuentas gastos ficticios por el pago de servicios (no prestados) mediante facturas apócrifas provistas por los Vieyra Ferreyra. Para el Juzgado Federal N° 1, Del Valle Canto, Salibi, Cristori y Barón “se habrían valido de su posición funcional dentro de las entidades públicas” para consumar la defraudación.
Los investigadores detectaron que se habría registrado las “usinas” de facturas falsas (que los Vieyra Ferreyra habrían generado y entregado a los imputados) como “proveedores” ficticios de los entes públicos, a pesar de no prestar tareas. Es decir, habrían buscado desviar fondos públicos ya que, luego del pago a esos “proveedores”, se realizó un “pase de fondos” entre terceras personas.
Entre otras irregularidades, nunca se encontró coincidencia entre las órdenes de los pagos realizados (firmadas, en su mayoría, por los imputados) y las obras concretadas. Los pagos, se sospecha, se realizaron en efectivo para evitar la utilización de cheques que pudieran haber precisado de más personas de confianza para consumar las maniobras. Del Valle Canto, Barón, Cristori y allegados habrían realizado las extracciones del dinero de las cuentas del municipio.
Los casinos del “lucky player” Del Valle Canto
El exintendente también quedó bajo la lupa del fiscal Senestrari por presuntas negociaciones incompatibles con su cargo. Entre febrero de 2021 y diciembre de 2023, como jefe comunal, Valle Canto, habría buscado obtener un beneficio personal encargando la compra de pollos a la Avícola Saldán SAS (de su propiedad y que proveía bienes y servicios a la Municipalidad local). Así, se habrían facturado dos operaciones: una por $ 5.007.928 y otra por $ 93.679.071.
El exintendente, incluso, habría lavado dinero en casinos y loterías. Es sabido que desde hace muchos años, los países vienen intentado prevenir el lavado de fondos espurios de las exorbitantes ganancias obtenidas por el narcotráfico, la política u otros ámbitos y que se vuelquen en carreras de caballos, bingos, loterías y otras operaciones con alto flujo de dinero en efectivo. Siempre en efectivo.
La mecánica del blanqueo, en términos generales, parece ser siempre la misma. “Una vez convertidos en fichas, los fondos parecen ganancias del juego y se pueden cambiar por cheques contra el banco del casino. La etapa de integración es la de gran rentabilidad para el delincuente; en ella, incorpora los fondos en actividades económicas legítimas, por lo general inversiones comerciales, bienes raíces o adquisición de artículos de lujo”, según explicó el Departamento de Estado de Estados Unidos respecto de una problemática que es mundial.
De acuerdo con la Unidad de Información Financiera (UIF), Valle Canto “ganó” múltiples veces en esos ámbitos. En tan sólo 18 meses obtuvo la sorprendente cifra de 230 victorias en casinos, según publicó el diario Perfil.
Senestrari sospecha que “gran parte de las ganancias” obtenidas por Valle Canto a través de premios o cambio de valores en casinos en reiteradas ocasiones fueron en realidad “operaciones de blanqueo” de dinero espurio.
Es decir que habría utilizado esos fondos para la compraventa de inmuebles, vehículos, títulos y otros activos, “varios de ellos por valores distintos a los del mercado y adquiridos con dinero de origen ilícito”. Para el fiscal, Valle Canto habría lavado unos $ 61,5 millones o su equivalente en divisas para esa época, de U$S 240.800.
En 2019 adquirió dos 0 km: una Volkswagen Amarok Highline 4x4 2.0 L TDI 180 (por unos $ 1.879.000 u U$S 43.600 de ese momento) y un Ford KA Freestyle 1.5L MT (unos $ 1.067.000 o U$S 16.936).
Las sospechas también se extendieron a su más estrecho círculo familiar (tres de los hijos están imputados también por lavado). Por medio de su hija, Victoria Nahir Canto, compró en 2022 un Audi A1 1.4 T FSI modelo 2015 (por unos $ 3,7 millones o U$S 32.173). Y a través de su hijo, Gustavo Damián Canto (central de Gimnasia de La Plata), un Volkswagen Nivus Highline 200 TSI AT, también 0 KM, por unos $ 7,3 millones (U$S 43.207).
El concejal adquirió también otra Amarok en 2023: una Comfortline 4x2 2.0 l TDI 180 CV, por unos $ 10.370.000 (U$S 45.884) y, meses después, por medio de Alejandro Sebastián Canto, una Ford Ranger 4x2 3.2 AT 3.2L (también 0 KM), por unos $ 18,2 millones (U$S 49.800).
En el “rubro” propiedades, en mayo de 2021 adquirió una casa de 818 metros cuadrados en Saldán, por un importe no menor a $ 1 millón (U$S 10.100).
¿Evasión también?
En una nueva ampliación de la acusación, Senestrari le adjudicó a Del Valle Canto dos presuntas evasiones simples: tanto del IVA como del Impuesto a las Ganancias.
Respecto del IVA 2024, el exintendente, como socio y administrador titular de Avícola Saldán, y Ricardo Ariel Basualdo, como socio y administrador suplente, habrían disimulado la real situación patrimonial de la sociedad ante la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (Arca, ex-Afip).
De este modo, habrían omitido registrar el valor real de las ventas, evadiendo así $ 9.049.824. Además, Del Valle Canto y Basualdo habrían evadido el Impuesto a las Ganancias 2023 por $ 3.648.438.



























