La indefinición de Rodrigo de Loredo respecto de qué candidatura disputará este año erosionó al ecosistema de Juntos por el Cambio, que no sabe aún cómo resolverá quién será su candidato a intendente de la Capital en caso de que el diputado nacional se incline por acompañar a Luis Juez en la fórmula provincial.
Aunque todo es especulación, hay un par de certezas en el análisis. La principal: que el candidato a intendente que responda al gobernador electo el 25 de junio tendrá un pie dentro del Palacio 6 de Julio. La otra: que De Loredo le da a Juez un par de puntos clave en la ciudad de Córdoba para la pelea provincial, lo que convierte a la fórmula en la alquimia más competitiva para enfrentar a Martín Llaryora.
Con el GPS roto, Juntos por el Cambio analiza qué camino seguir en la ciudad de Córdoba; alguna vez bastión del radicalismo; alguna vez bastión de Juez; territorio que Llaryora aspira a convertir en su bastión en 12 domingos, cuando se vote al futuro gobernador.
Ante la falta de un método para definir candidaturas, Juan Negri, quien no duda en decir que tiene un “acuerdo político” con De Loredo, dice que debe utilizarse una encuesta, repitiendo el modelo provincial.
En los últimos meses, De Loredo y Negri expusieron su aparente sociedad en distintos eventos, por lo que el concejal se ve como candidato a vice del diputado nacional –”es la fórmula más competitiva en la ciudad, con más de 40 puntos de intención de votos”, dice Negri– o como heredero natural de la principal candidatura capitalina en caso de que su “socio” apueste por apuntar a la vicegobernación.
En ese supuesto, se abriría, entiende Negri, una disputa por quién lo secundaría, aunque cree que, por su relación con Horacio Rodríguez Larreta, el candidato a viceintendente debería surgir de esa tribu amarilla. De todos modos, reconoce, es una solución que debe aportar el PRO.
Antes de viajar al mundo amarillo, un sobrevuelo por la “radicalósfera” capitalina: Diego Mestre, presidente de la UCR, reniega de la ausencia de un mecanismo para elegir candidatos (no sólo la de intendente, también la de los aspirantes a concejales).
“Insistimos en que debe haber un método democrático, y el único que conoce el radicalismo en su historia es el de la interna, porque las encuestas no son creíbles”, dice el exdiputado nacional, quien también reconoce que quiere “ser parte” de la discusión, ya que “no puede haber imposición”, advierte en un disparo al tándem De Loredo-Negri.
Lo cierto es que para otros aspirantes de Juntos no es lo mismo la candidatura a intendente de De Loredo que la de Negri. Si fuese Negri, por ejemplo, el defensor del Pueblo, Mario Decara, volvería a insistir en su postulación a intendente, desactivada cuando chocó con la resistencia de su propio partido (la UCR) en la Legislatura. “Todos quieren ser candidatos a viceintendente de De Loredo, pero no todos quieren serlo de Negri”, sintetiza un conocedor de la intrincada interna de Juntos por el Cambio en la ciudad de Córdoba.
Mundo PRO
Quizá el único consenso entre los integrantes de la coalición es que el juecismo debe “darse por pagado” con la candidatura a gobernador de su líder, excluyendo así al Frente Cívico de la discusión por las principales postulaciones en la ciudad. Es una pésima noticia para el exconcejal Beltrán Corvalán, quien invirtió en afiches para hacer conocer su intención de regresar a los cargos públicos.
Hecha la salvedad, queda por resolver cómo se ordenará el PRO, dividido hoy en tres sectores internos, con sendos precandidatos. De acuerdo con diferentes encuestas, ninguno con performance electoral que inquiete a Daniel Passerini, el candidato del oficialismo.
La aspiración real de los amarillos es quedarse con la viceintendencia detrás de la candidatura de Rodrigo de Loredo (hipótesis que provocaría la ruptura del acuerdo con Negri, para que no se pierda quien intenta seguir la interna).
Sin embargo, en el corazón del PRO, reconocen que, sólo con De Loredo integrando la fórmula provincial, Juntos por el Cambio tiene chances de ganar la gobernación si, además, se combinan otros factores, como el deterioro de la economía nacional y la creciente protesta en escuelas y hospitales provinciales.
En esta paradoja electoral, el análisis es que Soher el Sukaria, Javier Pretto y Sebastián García Díaz no están dispuestos a secundar a Negri. Al menos, no sin una encuesta que demuestre que él mide más que el resto.
“Sin De Loredo, ¿querrá ‘Juani’ (Negri) ser vice de Soher?”. Una chicana en forma de interrogante que lanza el equipo de la diputada, y a la que suscriben los otros anotados.
