Se abre una nueva etapa en la Corte Suprema de Justicia: tras 22 años en funciones, el juez Juan Carlos Maqueda, oriundo de la localidad cordobesa de Río Tercero, dejó el cargo a dos días de cumplir los 75 años, la edad límite impuesta por la Constitución Nacional.
De esta manera, el máximo tribunal comenzará a funcionar con tres miembros, sin acuerdo a la vista en el Senado para cubrir las dos vacantes y con menos posibilidades de que el presidente Javier Milei avance por decreto.
Maqueda cumplió el viernes su último día como juez de la Corte y se retiró por la puerta grande del Palacio de Tribunales, ovacionado por familiares y empleados que se acercaron a despedirlo. Hasta una banda de la Policía Federal acompañó su salida.
El magistrado, que llegó al cargo propuesto por el expresidente Eduardo Duhalde en 2002, cerró así una extensa trayectoria que lo tuvo como legislador provincial y nacional, presidente provisional del Senado, convencional constituyente y ministro de Educación de Córdoba.
Con su partida, la Corte quedó integrada por Horacio Rosatti (presidente), Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti. Milei no le dio a Maqueda la posibilidad de extender su mandato con acuerdo del Senado, y propuso a Manuel García Mansilla para reemplazarlo, junto con Ariel Lijo en lugar de Elena Highton. Pero hasta el momento ninguno de los dos pliegos consiguió los dos tercios de los votos necesarios en la Cámara alta.
La semana pasada, la Corte reglamentó su funcionamiento con tres magistrados, estableciendo la necesidad de tres votos coincidentes y la intervención rápida de conjueces de ser necesario para destrabar los expedientes. Aunque hasta ese momento el Gobierno mantenía firme la amenaza de designaciones por decreto, en los últimos días tomó distancia de la idea.
“Si eso ocurre es porque el Presidente considera que debe ocurrir porque la Justicia se empantanó en el proceso judicial”, dijo el vocero presidencial, Manuel Adorni, e indicó que “todas las posibilidades están abiertas, pero el decreto sólo ocurrirá en condiciones en donde la Justicia se empantane, cuando se necesiten los jueces por una cuestión coyuntural y el Senado no haya resuelto”.
El Congreso se encuentra en receso y sin certezas sobre una convocatoria a sesiones extraordinarias para tratar los pliegos en el Senado. El oficialismo necesita votos de Unión por la Patria para alcanzar los dos tercios y en el bloque peronista animan al Gobierno a negociar. Hasta ahora, Lijo reúne más acuerdo que García Mansilla, pero Milei quiere los dos o ninguno.
“Es un acuerdo político, y hay que tener 48 votos. Ninguno tiene 48 votos, ninguno tiene dos tercios, si no hay una negociación. Hay que tener una visión amplia con el tema de la Corte, el procurador y el defensor general. Son temas a discutir por las fuerzas políticas”, afirmó el jefe de la bancada, José Mayans, en declaraciones a la radio FutuRock.
Mientras tanto, el Gobierno aceptó una excusación que presentó el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, para intervenir en cuestiones relativas al nombramiento de Lijo por posible conflicto de intereses, debido a que el funcionario fue abogado del candidato a integrar la Corte en una causa por enriquecimiento ilícito. En su lugar quedó a cargo del procedimiento la ministra Patricia Bullrich.
Interna
El clima interno en la Corte se recalentó tras la salida de Maqueda. Lorenzetti, que no había participado del brindis de fin de año del tribunal, disparó que el juez tuvo “una despedida con claudicaciones” y “un triste final”, y lo acusó de “falta de ejemplaridad” por un cambio de último momento en una Secretaría.
El jueves, la Corte designó a Silvina Marta Oubel como nueva secretaria de Jurisprudencia en reemplazo de Miguel Federico De Lorenzo, quien (según sostienen los jueces en el fallo) había iniciado los trámites jubilatorios. Pero Lorenzetti denunció que De Lorenzo fue llamado “de urgencia” en vísperas de la Nochebuena para prestar su conformidad para ser suplantado.
“Es innegable que se crea un contexto de presión sobre una persona para que adopte decisiones, lo que, además, es una falta de respeto a los secretarios de Corte”, advirtió Lorenzetti, quien votó en disidencia, y agregó que “No hay razón alguna para cubrir un cargo que no está vacante, en forma urgente y entre Navidad y Año nuevo”.
Cabe recordar que Lorenzetti tampoco había avalado la reglamentación del funcionamiento de la Corte con tres jueces, entre otras diferencias plasmadas en distintos fallos.