El oficialismo reabrirá este jueves el debate del Presupuesto 2025 y apunta a tener el dictamen firmado el próximo martes, sobre el filo del plazo reglamentario de las sesiones ordinarias. El Gobierno define qué cambios acepta introducir al proyecto para complacer a los gobernadores que, bajo presión, ayudaron a frustrar la sesión convocada en la Cámara de Diputados para ponerle un límite a los DNU del presidente Javier Milei.
La discusión se reanudará a las 10 en la comisión que preside José Luis Espert. El vicejefe de Gabinete, José Rolandi, y el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, hicieron llegar algunas propuestas de modificaciones para cumplir con los pedidos, aunque buscan mantenerse firmes. “Queremos que el dictamen sea lo más parecido al proyecto original”, dijo una fuente del oficialismo en Diputados.
Hasta el momento, no hubo ofrecimientos para aumentar partidas para jubilaciones ni universidades, dos reclamos que atraviesan a toda la oposición. En cambio, según fuentes al tanto de las negociaciones, ofrecerían a los gobernadores que puedan optar por recibir las compensaciones que reclaman, o bien que el Estado Nacional se haga cargo de las obras que pretenden. “Si les damos las obras, no les damos la plata”, sintetizan.
Asimismo, el Gobierno habría ofrecido, siempre respetando la regla fiscal, precisar que si hay mayor recaudación a la prevista “se afectarán reservas para pagar deuda”. Es en respuesta a un planteo opositor para evitar la discrecionalidad del Poder Ejecutivo en el manejo de fondos excedentes. Una de las propuestas, de Encuentro Federal, es que si se da ese escenario el Gobierno empiece por bajar las retenciones al campo.
Aunque en La Libertad Avanza afirman que las negociaciones son permanentes, pasaron dos semanas sin reunión de comisión y hubo pocos avances. Esa dilación llevó a parte de la oposición a sospechar que el Gobierno no quiere tener ley de Presupuesto, sino que preferiría una nueva prórroga para poder reasignar partidas a través de la lapicera.
En Unión por la Patria, Encuentro Federal y Democracia para Siempre, los tres bloques convocantes de la fallida sesión de este martes, intentaron convencer a sus gobernadores de que era necesario derogar el DNU 846/24 (que le da vía libre al Ejecutivo para canjear deuda) porque de esa manera obligaban al oficialismo a tratar el Presupuesto, donde el Gobierno blanqueó su necesidad de contar con esa herramienta al incluir un artículo que emula el decreto.
La estrategia no funcionó. “No logramos que los gobernadores entiendan que la sesión los empoderaba”, fue la autocrítica que hizo un importante referente opositor. La inclusión del DNU en el temario no hizo más que acrecentar las presiones de la Rosada. Según la lectura de algunos impulsores de la sesión, el Gobierno temía más la derogación de ese DNU que la reforma a la ley que los regula, porque en ese último caso Milei podía acudir al veto.
El kirchnerismo, Encuentro Federal y los radicales disidentes pidieron pasar la sesión para el próximo jueves, pero el presidente de la Cámara, Martín Menem, no aceptó la prórroga por una cuestión reglamentaria y los bloques deberán solicitar una nueva sesión. Por ahora no lo hicieron: todos aguardan al desenlace del Presupuesto.
En principio, La Libertad Avanza tendría el número para el dictamen de mayoría en la comisión el próximo martes si abroquela al PRO, la UCR de Rodrigo De Loredo (firmaría con disidencias), la Coalición Cívica y el MID.
Unión por la Patria, en tanto, ya tiene definido firmar su propio dictamen, con una propuesta de Presupuesto sin déficit cero y sin varios artículos polémicos, como el que eliminó la movilidad de las asignaciones familiares y el que homologa el DNU de canje de deuda.
Encuentro Federal, el bloque que preside Miguel Pichetto y contiene al PJ cordobés, también tiene preparada una propuesta alternativa, aunque esperan los avances de las negociaciones para decidir si finalmente la presentan. Entre los principales puntos figura la automaticidad de los envíos a las cajas previsionales no transferidas una vez que finalicen las auditorías de la Nación.
El reloj corre: el próximo miércoles 20 vence el plazo para dictaminar, y el 30 finaliza el período ordinario. Aún si el oficialismo lograra media sanción en Diputados la semana que viene, ya no queda margen para el tratamiento en el Senado, donde hay una ventana de siete días entre la firma de un dictamen y su tratamiento en el recinto. Por eso, el Ejecutivo se vería obligado a convocar a extraordinarias.
