El palco del Centro Cultural Deán Funes, donde fueron ubicados los legisladores nacionales durante la apertura de sesiones de la Legislatura de Córdoba, fue el que concentró la tensión el sábado pasado. No sólo porque el discurso del gobernador Martín Llaryora apuntó recurrentemente –sin mencionarlos– al senador Luis Juez y al diputado Rodrigo de Loredo, sino también por las críticas al Gobierno nacional, que debieron ser asimiladas por el jefe de la bancada nacional de diputados libertarios, Gabriel Bornoroni.
Es que, además, existe una evidente competencia entre los tres opositores, que aspiran a enfrentar a Llaryora en 2027 y que pretenden hacerlo con el respaldo del presidente Javier Milei.
Juez y De Loredo fueron extremadamente críticos de Llaryora y de los 25 años del peronismo en el poder. Ambos, además, lideraron por separado reuniones políticas en Deán Funes antes del acto oficial y descargaron –antes, durante y después del mensaje de Llaryora– una andanada de cuestionamientos que por momentos se acercaron al insulto, haciendo foco principalmente en la suba del Inmobiliario, en la inseguridad, en el atraso del norte provincial tras un cuatro de siglo en el poder y en la corrupción.
Juez y De Loredo dicen que son candidatos a gobernador. Bornoroni no lo dice, pero es lo que pretende y está trabajando con ese objetivo, por lo que las pretensiones de representar al mileísmo que tienen el radical y del jefe de Frente Cívico, le caen pesadas. Tal vez por eso se retiró raudamente de la sala con cuestionamientos a Llaryora por no bajar los impuestos y por enfrentarse a Milei.
En el mismo palco estaba Oscar Agost Carreño (destituido como presidente del PRO), que hasta el año pasado fue socio de Juez y De Loredo y ahora es socio de Llaryora: más tensión y una instantánea del principal tema a resolver en la oposición cordobesa. Los diputados del peronismo Ignacio García Aresca, Carlos Gutiérrez y Juan Brugge, y la radical Soledad Carrizo, observaban en silencio.
En el Panal ya no temen a los “trolls”: creen que Javier Milei va perdiendo poder de cancelación
El gobernador Martín Llaryora no lo nombró al presidente Javier Milei en su discurso de apertura de las sesiones legislativas, pero su mensaje fue hipercrítico del Gobierno nacional. Dijo que la Nación “se desentendió por completo de la provincia de Córdoba”, reiteró el corte abrupto de recursos y la eliminación de todo envío para la Caja de Jubilaciones, y también tomó partido “contra el odio” y “en defensa de la diversidad” mientras se realizaban las multitudinarias marchas “antifascistas” en todo el país.
Llaryora reiteró que “hay que levantar la voz” y también hizo referencia a que no les teme a los ataques de los libertarios en las redes sociales. Es uno de los grandes cambios producidos al cabo de un año:en el discurso de 2024, Llaryora venía de un durísimo enfrentamiento con Milei que le impactó en imagen y lo obligó a cambiar de estrategia en la vinculación con la Nación. En el Panal, donde el consumo de encuestas y mediciones de imagen es febril, sostienen que el propio Milei y todo el ejército de “trolls” que durante las 24 horas disparan en las redes sociales han perdido poder de cancelación y que el “daño” que pueden infligir es muy inferior al que tuvieron al inicio de la gestión.
Sostienen, además, que el fenómeno no se limita al ámbito político e ilustran con el caso de Lali Espósito –blanco de la ira del propio presidente– o de Peteco Carabajal. En enero de 2024, en el Festival de Jesús María, el folklorista dijo “no se paren que no llegó nadie” cuando ingresó la vicepresidenta Victoria Villarruel y sufrió un hostigamiento tan intenso en las redes sociales que tuvo consecuencias en las contrataciones del artista. La semana pasada, en cambio, La Bersuit cuestionó abiertamente al Presidente en el escenario de Cosquín.
Natalia de la Sota va por una candidatura y tensa la cuerda con Llaryora
La diputada Natalia de la Sota profundiza su perfil díscolo dentro del peronismo cordobés y envía señales contradictorias al seno del oficialismo provincial. El sábado no concurrió a la apertura de sesiones legislativas porque estuvo en la primera línea de la marcha “antifascista”, pero en el PJ observaron que la legisladora radical Brenda Austin también encabezó la marcha y luego asistió al inicio de sesiones en Deán Funes. La hija del exgobernador luego posteó fotos de la protesta y generó todavía más ruido: se la observa junto a la exlegisladora Tania Kyshakevych, una de las dirigentes locales más cercanas a Sergio Massa, y a Leticia Medina, referente cordobesa de la CTA.
De la Sota en diciembre pasado avisó que aspira a renovar su banca en la Cámara de Diputados y que será candidata en las elecciones de este año, sin indicar por qué partido se presentará.
Pretende continuar siendo parte del oficialismo provincial, pero mantiene una relación distante con el gobernador Martín Llaryora y con buena parte de su círculo más estrecho. Desde el Panal minimizan las diferencias y aseguran que de momento la única candidatura que desvela al gobernador es la de Juan Schiaretti, que no emite señal alguna.
Vacaciones en el exterior: ¿mostrar o mejor ocultar?
Muchos políticos eligieron para pasar sus vacaciones destinos en el exterior. El caso más resonante fue el de Luis Juez: viajó con toda su familia y el hijo del senador, el concejal Martín Juez, publicó una foto en la que se veía una pulsera con la que se identifica a los huéspedes del lujo hotel RIU Palace Aruba.
Entonces algunos radicales salieron a blandir las “gasoleras vacaciones” de Rodrigo de Loredo, quien transmitió casi en vivo su descanso familiar en Traslasierra. Pero un radical que vacacionaba por Uruguay advirtió que el jefe del bloque en Diputados pasó de la apacible Villa Las Rosas a la frenética Punta del Este. “Rodrigo hizo vacaciones low cost para redes y vacaciones top esteñas sin redes”, dijo un radical molesto.
Otra radical que no se escondió fue la jefa del interbloque Alejandra Ferrero, quien eligió con su familia al paradisíaco pueblo Bayahíbe, en República Dominicana. En una entrevista con Letra P, no dudó en posar con la arena blanca y las palmeras caribeñas de fondo. En el radicalismo, la foto hizo ruido. “Algunos juegan con fuego”, dijo un dirigente albirrojo que llevó su enojo a Marcos Ferrer.
También Juan Schiaretti y Alejandra Vigo pasearon por el exterior, aunque en la foto que se “filtró” del matrimonio no aparecen playas ni olas, sino un shopping y a la pareja seleccionando remeras de 69,90 reales, una ganga. ¿Se habrá comprado una campera roja nueva el exgobernador?
El tercer exintendente del interior que piensa en la Capital
En medio de la ansiedad del peronismo por las candidaturas del aún lejano 2027, cuando, como se recordará, el intendente Daniel Passerini no podrá buscar una reelección, el casting de nombres que aspiran a la Municipalidad de Córdoba parece no tener fin. En las últimas semanas, varios peronistas recordaron que Facundo Torres, actual presidente provisorio de la Legislatura, exministro de Juan Schiaretti y exintendente de Alta Gracia, es un “nacido y criado” en la ciudad de Córdoba, y que incluso cursó el colegio secundario en el colegio Gabriel Taborín. “Si Llaryora fue intendente de Córdoba sin haber pisado la ciudad hasta los 20 años, mirá si no va a correr el Facu, que es un nacido y criado acá”, dicen quienes se entusiasman con una eventual candidatura a intendente del jefe del peronismo en el departamento Santa María, donde emigró “de grande”.
El mayor de los hermanos Torres fue intendente de Alta Gracia entre 2013 y 2019. En 2011 asumió como viceintendente de Walter Saieg y asumió el cargo mayor cuando el histórico cacique de la ciudad del Tajamar fue designado ministro de Gobierno de José Manuel de la Sota. En 2015, Torres logró un triunfo y consolidó su liderazgo en ese departamento, uno de los pocos que Martín Llaryora ganó en 2023. La ansiedad del peronismo por las candidaturas para el Palacio 6 de Julio contrasta con el desinterés que exhiben los dirigentes radicales por ese espacio. Rodrigo de Loredo, por ejemplo, reitera una y otra vez que irá por la Gobernación.