Como si fuera una intención del destino, La Libertad Avanza eligió el búnker más cercano al epicentro de los festejos cordobeses: el salón de un hotel a metros del Patio Olmos.
Tras conocerse los primeros resultados oficiales del batacazo del candidato presidencial libertario Javier Milei, los referentes de la alianza política en Córdoba no cesaron en los festejos, que habían comenzado desde los primeros minutos de la tarde cuando se conocieron datos extraoficiales de mesas “testigo”.
Los primeros en llegar al búnker céntrico fueron los candidatos a diputados nacionales María Celeste Ponce, Gabriel Bornoroni, María Cecilia Ibañez y Rodolfo Eiben, entre otros. Luego se sumó la militancia, con remeras negras y amarillas, mayoritariamente jóvenes.
“Estamos muy contentos. Si bien lo esperábamos, vivirlo es muy fuerte. La gente se dio cuenta de que el único cambio es con Javier Milei. Es el único distinto y el único espacio que se mostró diferente”, manifestó Ponce.
En ningún momento hubo caras largas ni signos de preocupación. Las bandejas con medialunas y las jarras de jugo de naranja aparecían en gran cantidad, como los votos que luego se confirmaron.
De la mesura a la algarabía. Del jazz a ACDC. De estar sentado en una silla a un trencito al ritmo de “Se viene”, de Bersuit Vergarabat. En el búnker libertario el paso de los minutos hizo rugir a un grupo cada vez más convocante que defendió con una pequeña estructura los votos de Milei en Córdoba.
Fue tal la sorpresa de la elección histórica que algunos dirigentes de la alianza política realizaron chistes de sus malos desempeños en las elecciones provinciales y municipales, sin el sello de la Libertad Avanza. “Salimos en fotos de perdedores, mirá si no vamos a salir con los ganadores”, dijo uno de ellos.
“Nosotros no castigamos a nadie ni venimos a sacarle los votos a nadie. Logramos crear en la ciudadanía la expectativa de un cambio profundo dentro del ejercicio de la función pública. Demostramos que en la provincia de Córdoba el poder no está loteado”, advirtió el presidente del Partido Demócrata, Rodolfo Eiben.
“La casta tiene miedo” y “Que se vayan todos, que no quede ni uno solo” fueron los cánticos que se repitieron una y otra vez desde el momento en que el Juan Schiaretti confirmó que fue la segunda fuerza política más votada.
Finalmente, con el 96% de las mesas escrutadas en Córdoba, Javier Milei consiguió 668.196 votos (33,71%) contra 545.949 votos (27,55%) de Juan Schiaretti.
