Con votos a favor y en contra, y también con presencias y ausencias, los diputados cordobeses tomaron posición frente a las leyes que impulsó el presidente Javier Milei y aquellas que vetó. Los representantes de La Libertad Avanza, del PRO y del MID actuaron en línea con los deseos de Casa Rosada, mientras que los de la UCR y Encuentro Federal oscilaron entre el acompañamiento y la diferenciación, y Unión por la Patria se plantó como la oposición más firme.
A un año de la asunción de Milei, La Voz relevó la actuación de los 18 legisladores de la provincia en las principales ocho votaciones de 2024: la Ley Bases en sus dos ediciones (“ómnibus” y acotada); la ley de movilidad jubilatoria y la de presupuesto universitario, así como las insistencias frente a ambos vetos; la Boleta Única de Papel (BUP), y el rechazo al DNU 656/24, que aumentó exponencialmente los fondos reservados para tareas de inteligencia.
Además, se computó la actuación de los legisladores en tres sesiones que fracasaron hacia el final del período ordinario por falta de cuórum: dos por la ficha limpia y una contra el DNU 846/24, que autorizó al Poder Ejecutivo a canjear deuda sin los requisitos legales y sin autorización del Congreso.
Los libertarios
El jefe del bloque libertario, Gabriel Bornoroni, y su par María Celeste Ponce votaron todo en línea con el Gobierno nacional: a favor de la Ley Bases, de la Boleta Única y de los vetos presidenciales, y en contra del DNU de inteligencia. Asimismo, estuvieron presentes en los dos intentos fallidos por la ficha limpia, y ausentes para frustrar la sesión por el DNU de deuda.
Bornoroni resaltó que “fue un año histórico en el Congreso” y amplió: “Desde que Milei es presidente, se aprobaron leyes que dan más libertad a los argentinos. La Ley Bases es el máximo ejemplo de eso. Gracias a esa ley, hoy tenemos un país con menos inflación. También aprobamos la Boleta Única para todo el país. Logros que ningún otro gobierno había conseguido. El año que viene, necesitamos más leones cordobeses en el Congreso que aprueben las leyes que necesita el país”.
De la misma manera actuó Cecilia Ibáñez, una diputada que asumió por La Libertad Avanza y formó parte del bloque oficialista hasta mediados de abril, cuando una crisis interna provocó el desplazamiento del diputado Oscar Zago de la jefatura de la bancada.
Zago, Ibáñez y otro legislador, Eduardo Falcone, conformaron entonces el bloque MID, pero se mantuvieron alineados a la Rosada como socios fieles.
El PRO
En el PRO hubo diferentes comportamientos. Laura Rodríguez Machado, el brazo legislativo de la ministra Patricia Bullrich, votó todo en sintonía con La Libertad Avanza.
Además, como presidenta de la Comisión de Legislación Penal, Rodríguez Machado logró el avance de varios proyectos de seguridad, uno de los cuales fue convertido en ley: la ampliación del Registro Nacional de Datos Genéticos.
“Hay dos temas que fueron centrales para el alto nivel de aceptación que tiene la gestión de Milei: uno fue la economía y el otro la seguridad. Los únicos proyectos de ley impulsados por el Ejecutivo que han podido alumbrar medias sanciones y una ley completa son los de la ministra Bullrich que salieron de la Comisión de Legislación Penal”, destacó Rodríguez Machado.
Otra diputada del PRO, Belén Avico, también actuó alineada al oficialismo, salvo cuando se opuso al DNU de la Side. Algunos diputados de su bloque se pronunciaron de esa manera por orden del expresidente Mauricio Macri, en un gesto contra el asesor presidencial Santiago Caputo, quien controla el área de inteligencia.
El tercer representante del PRO, Héctor Baldassi, tuvo un desempeño zigzagueante. El exárbitro acompañó la Ley Bases y estuvo presente las dos veces en que se intentó tratar la ficha limpia. Sin embargo, jugó para el Gobierno al ausentarse en el debate previsional.
En cuanto al presupuesto universitario, faltó cuando se votó la ley, pero luego se acopló a la oposición contra el veto. Más adelante, ayudó al oficialismo a que cayera la sesión en la que iba a voltearse el DNU de deuda.
Los radicales
La UCR quedó atrapada en el debate interno sobre cómo posicionarse frente al Gobierno. “Somos oficialistas del cambio”, definió el jefe del bloque, Rodrigo de Loredo, que a fines de octubre sufrió la partida de 12 diputados. En la ruptura, De Loredo retuvo a los cordobeses Soledad Carrizo, Gabriela Brouwer de Koning y Luis Picat.
“Nosotros fuimos decisivos para que el presidente con mayor debilidad parlamentaria desde el ’83 pudiera tener las leyes que la urgencia económica exigía para bajar la inflación, introduciendo nosotros, además, reformas propias, como la laboral. También definimos que la cámara se opusiera a que el equilibrio fiscal se alcanzase castigando a la educación y a los jubilados. Lamentamos que el cambio impulsado por el Gobierno se haya detenido frente a la casta sindical y a la política de manos sucias”, manifestó De Loredo.
Ya sea con votos o con ausencias, De Loredo, Carrizo y Brouwer de Koning colaboraron en todo con el oficialismo, salvo en las leyes de jubilaciones y de universidades, impulsadas desde el propio radicalismo.
El caso más llamativo fue el de Picat, uno de los radicales que se fotografiaron con Milei en Casa Rosada. Tras ese encuentro, que generó un cimbronazo en la UCR, el diputado ayudó a sostener los dos vetos presidenciales, a contramano de proyectos de su propio bloque.
Los peronistas
En Encuentro Federal, el bloque donde recala el PJ cordobés, hubo posicionamientos a favor y en contra de la gestión mileísta. Carlos Gutiérrez, Ignacio García Aresca y el democristiano Juan Brügge acompañaron al Gobierno no solo con las leyes, sino también con ausencias, al contribuir al fracaso de la sesión contra el DNU de deuda por orden del gobernador Martín Llaryora.
Pero, a su vez, los tres diputados votaron para sostener las leyes de movilidad previsional y de financiamiento universitario.
“Ha sido un año intenso y difícil. Dentro de la fragmentación existente, hemos podido administrar las diferencias para enfocarnos en mejorar y cambiar importantes leyes, siempre pensando en nuestro pueblo. Lamentamos que frente al esfuerzo de ese pueblo no se haya querido avanzar con temas productivos, sin cuyo desarrollo se pierden oportunidades para salir más rápido, y con menos costos, de esta etapa”, expresó Gutiérrez, uno de los abanderados de la agenda del agro.
Alejandra Torres, aliada al exgobernador Juan Schiaretti, fue una de las que más faltaron al recinto junto con Baldassi. La ausencia más comentada fue por el veto al financiamiento universitario, cuando la diputada argumentó que tenía Covid.
Pero las faltas siguieron: Torres tampoco estuvo para rechazar los DNU de Milei, ni tampoco para la ficha limpia. En ese caso, la explicación fue que estaba de viaje en España.
Oscar Agost Carreño, que integra Encuentro Federal y también preside el PRO de Córdoba, acompañó al Gobierno en la primera etapa, pero se diferenció al rechazar los vetos y los DNU.
“El Congreso aprobó leyes importantes para los argentinos, pero el Presidente cerró la discusión del Presupuesto y vetó iniciativas fundamentales que mejorarían la vida de las personas. Lamento que no hayamos podido garantizar a nuestros jubilados ingresos dignos y mejor acceso a medicamentos, y que no pudiéramos frenar el desfinanciamiento de las universidades públicas, pilar del desarrollo del país y de la movilidad social”, lamentó.
La más opositora de Encuentro Federal fue Natalia de la Sota, que hasta rechazó junto con el kirchnerismo la Ley Bases y la ficha limpia.
“El presidente Milei comenzó su gobierno dándole la espalda al Congreso y lo termina en el mismo sentido: violentando a la institución, atacando a los diputados todo el año y sin Presupuesto, que es lo que quería. El gobierno de Milei es insensible y cruel: vetó las leyes que buscaban aminorar ese golpazo a los jubilados y a las universidades, y una minoría circunstancial le permitió seguir adelante”, advirtió.
El kirchnerismo
La oposición a Milei se completó con Gabriela Estévez y Pablo Carro, de Unión por la Patria. Como dato saliente, fueron los únicos dos cordobeses que votaron en contra de la Boleta Única, que se aplica desde hace años en la provincia.
“El gobierno de Milei tuvo paralizado al Congreso desde que asumió. De las pocas leyes que se aprobaron, todas fueron sospechadas de aprietes, de arreglos y de coimas. Como si fuera poco, este año ni siquiera pudimos discutir el Presupuesto porque al Gobierno no le interesa y ha dado muestra de ello. Desde mi lugar, siento la tranquilidad de no haber votado ninguna de las iniciativas del oficialismo. Todas ellas van en contra de los intereses de las grandes mayorías. Todas atentan contra la democracia”, aseveró Carro.