Un debate para la polémica que asoma: el viernes pasado, Córdoba fue escenario de la conferencia de John R. Lott Jr., un economista estadounidense y referente mundial en políticas de armas, quien expuso ante una audiencia local convocada por la Asociación de Legítimos Usuarios de la Provincia de Córdoba.
El evento se realizó en el salón de actos de la Jefatura de la Policía de la Provincia, que prestó sus instalaciones pero no formó parte de la organización ni envió autoridades.
La exposición pasó casi inadvertida porque no hubo una convocatoria masiva, pero sí marca la irrupción de la temática en la provincia.
Lott fue presentado por Raúl Panero, presidente de la Asociación de Legítimos Usuarios, quien en diálogo con La Voz remarcó que la entidad “no apoya la libre portación de armas, pero sí el respeto por el derecho a la legítima defensa”. Algo parecido a lo que sostiene el Club del Rifle (National Rifle Association) de EE.UU., fundado en 1871.
Panero destacó la importancia de establecer criterios objetivos y universales para otorgar permisos: “El ciudadano debe cumplir con requisitos estrictos, como capacitación en tiro defensivo, en el Código Penal y en la ley de armas, además de un examen psicológico profundo. Hoy, ese permiso depende de la arbitrariedad de funcionarios sin criterios claros”.
Con alrededor de dos mil miembros, de los cuales 500 son activos, la Asociación cordobesa busca impulsar un debate “más racional y menos ideologizado” sobre la tenencia y portación de armas de fuego. “Lott tiene una posición muy fundamentada, nosotros creemos que debemos ir paso a paso”, sostuvo Panero.
Libros para la polémica
Lott Jr. es doctor en Economía por la Universidad de California (Ucla) y ha trabajado como asesor del Departamento de Justicia de EE.UU. y como economista jefe de la U.S. Sentencing Commission. Su trayectoria incluye cargos docentes en Yale, Stanford, la Universidad de Chicago y Wharton. Hoy dirige el Crime Prevention Research Center, desde donde estudia el vínculo entre armas de fuego y criminalidad a partir de datos empíricos.
Autor de libros con títulos polémicos, como More Guns, Less Crime (Más armas, menos crimen) y Gun Control Myths (Mitos sobre el control de armas), Lott sostiene que el acceso legal a las armas de fuego no sólo no aumenta la violencia, sino que puede reducirla.
Sus estudios han sido citados en sentencias judiciales, debates legislativos y medios internacionales, indica su currículum. La tesis principal: los ciudadanos armados y entrenados pueden disuadir delitos y proteger vidas.
Durante su intervención en Córdoba, según reprodujo la Asociación, Lott abordó el caso argentino. Recordó que en 2023, el entonces candidato presidencial Sergio Massa advirtió que una flexibilización del acceso a las armas, como proponía Javier Milei, podría generar un “derramamiento de sangre”.
Sin embargo, según Lott, en 2024 la tasa de homicidios se redujo un 14%, alcanzando los 3,8 por cada 100 mil habitantes, la más baja de Sudamérica. “Los temores nunca se materializaron”, sentenció.
A pesar de ese dato, la inseguridad sigue siendo una de las mayores preocupaciones de los argentinos. La tasa de robos en 2024 fue de 1.068 por cada 100 mil personas, una cifra muy superior a la de Estados Unidos, donde se ubica en 65 por igual cantidad de personas.
Para Lott, la presencia policial es importante, pero insuficiente: “Con un solo agente por cada 700 habitantes y sin datos oficiales sobre tiempos de respuesta, es imposible garantizar protección efectiva. La posibilidad de que las víctimas se defiendan ayuda a disuadir el delito”, argumentó.
Protección para vulnerables
El experto hizo especial hincapié en la utilidad de las armas para poblaciones vulnerables. Las personas de bajos ingresos en zonas urbanas consideradas peligrosas y las personas físicamente más débiles, como mujeres y ancianos, “se benefician más del derecho a portar armas”, dijo.
En su visión, la realidad supera a la ficción: “Una mujer no puede enfrentar a varios hombres entrenados. Incluso estando entrenada, tiene desventajas físicas. Un arma puede nivelar esa desigualdad”, dijo.
Citando encuestas estadounidenses, Lott afirmó que una mujer armada tiene muchas menos probabilidades de sufrir heridas graves ante una agresión. Y agregó que cuando las mujeres portan armas ocultas, la reducción de homicidios de mujeres es tres o cuatro veces mayor que cuando las portan los hombres.
Asimismo, señaló que los defensores del desarme no han podido demostrar que las prohibiciones de armas reduzcan el delito. Por el contrario, según sus investigaciones, en todos los países donde se prohibieron las armas (como Reino Unido, Irlanda y Jamaica), los homicidios aumentaron de forma significativa.
En el caso de Estados Unidos, ejemplificó con las ciudades de Washington D.C. y Chicago, donde las restricciones coincidieron con un aumento de la violencia. Incluso en países insulares, donde no puede culparse a vecinos por el contrabando de armas, las tasas de homicidios se dispararon tras la prohibición.
Bolsonaro y los tiroteos en EE.UU.
Brasil también fue citado como ejemplo. Durante la presidencia de Jair Bolsonaro, se amplió el acceso legal a las armas y, contra los pronósticos, los homicidios bajaron un 24%, de 27,8 a 21 por cada 100 mil habitantes.
Lott también criticó el concepto de “zonas libres de armas”, argumentando que el 92% de los tiroteos masivos en EE.UU. ocurren en lugares donde los civiles no pueden portar armas. Según él, los atacantes eligen esos sitios porque buscan causar máximo daño sin resistencia.
Para el economista, el debate sobre armas debe dejar de ser emocional o ideológico. “Si el objetivo es proteger vidas, hay que mirar los datos. Las restricciones no han salvado vidas; la posibilidad de defenderse, sí”, afirmó.
Al cierre del encuentro en la capital cordobesa, Lott se mostró optimista con respecto al futuro del debate en Argentina: “El presidente Milei prometió que quien quiera portar un arma, pueda hacerlo. Si bien las reformas están en marcha, queda mucho por hacer para garantizar ese derecho”, sostuvo.