El nuevo bloque schiarettista en Diputados debutará este jueves con un rechazo rotundo al proyecto de Presupuesto 2022 que elevó el oficialismo hace tres meses y que, con numerosas modificaciones, podría recibir media sanción tras apenas 72 horas de debate en comisión.
Los tres representantes del gobernador Juan Schiaretti en la Cámara Baja, que hasta el 10 de diciembre eran cuatro, exhibirán su nuevo pedigrí abiertamente opositor.
“No cambiamos nuestra posición política por plata”, aseguran desde esas filas. Mientras tanto, las planillas originales del Presupuesto no paran de sumar agregados con partidas millonarias para las provincias que sí garantizaron que darán su visto bueno o que, con abstenciones –sería el caso de algunos opositores al frente de gobiernos provinciales–, ayudarán a que prospere en el recinto el polémico programa de gastos e ingresos oficial.
Hace un año, el Centro Cívico estuvo sentado en esa mesa de negociación. Ahora, al menos en este debut con nueva conformación legislativa, los reclamos de Schiaretti quedaron relegados. “No los necesitamos. No fueron parte de las negociaciones”, aseguran en el oficialismo nacional para refutar aquella máxima que expuso Schiaretti en campaña acerca de que el “empate de debilidades” entre oficialismo y oposición abría la puerta para colar los reclamos históricos del interior profundo.
La foto que hizo circular el martes la presidencia de la cámara fue elocuente: junto a Sergio Massa y Máximo Kirchner posaron los gobernadores aliados del norte (La Rioja, Santiago del Estero, Chaco y Catamarca). A esa postal se suma la probable colaboración de los radicales Gerardo Morales (Jujuy) y Gustavo Valdés (Corrientes) y el aporte de los partidos provinciales que comandan Omar Gutiérrez (Neuquén) y Arabela Carreras (Río Negro).
Aunque no está asegurado, ese racimo de apoyos y adhesiones motivados por la necesidad de asegurarse recursos para 2022, podría ser suficiente para que el oficialismo cante victoria en su primera prueba fuerte tras la doble derrota legislativa de septiembre y noviembre. Recién este jueves se sabrá si el oficialismo celebrará o si deberá conformarse con reasignar partidas sin nueva ley.
Nuevos y viejos posicionamientos
El agregado de 19 mil millones de pesos a los 27 mil millones originales destinados al transporte –ahora el fondo total para 2022 será de 46 mil millones– no torció la idea de rechazo que sostendrá en la votación el bloque schiarettista y que irá en línea con la postura negativa de todo el interbloque Federal. Allí conviven el peronismo cordobés, el socialismo santafesino, el lavagnismo y Florencio Randazzo.
Carlos Gutiérrez, principal voz en Diputados en representación del gobernador, habló de “silencio absoluto” para quejarse por la falta de respuestas a los planteos elevados por Córdoba en materia de obra pública, baja de retenciones y reparto equitativo de subsidios para servicios públicos.
“¡Están locos! Quieren que nos comprometamos por escrito a reducir las retenciones”, exclaman en el Frente de Todos. Consideran ese planteo del schiarettismo como “inadmisible” en un marco de extrema debilidad financiera y a las puertas de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que derivará en un fuerte ajuste que, se descuenta, impactará en la clase media.
El pedido del gobernador sobre una reducción de los derechos de exportación coincidió con un nuevo gesto de simbiosis con el campo: otra vez el mandatario recibió en el Panal a las autoridades de la Mesa de Enlace. Allí refrendó su compromiso político de insistir con una rebaja en las retenciones.
Asegurado por ley el drenaje de la asistencia financiera para cubrir parte del déficit de la Caja de Jubilaciones, Schiaretti conserva cierto margen para exponer en público su carácter opositor. Esa postura es coherente con su plan de proyectar su figura más allá de los límites de Córdoba, un desafío que todavía no carretea.
Para los kirchneristas, el debate del Presupuesto demostró que el poder de fuego del bloque schiarettista en Diputados tiene límites. En el Centro Cívico contestan que el partido recién empieza.
