Tal como lo reconoció ayer José María Cabral, el juez tenía listo los argumentos de su voto en contra del Tratado
de Entendimiento de la Argentina e Irán que por orden de Cristina Kirchner el canciller Héctor Timerman firmó con la diplomacia persa en enero de 2013.
El voto de Cabral, a favor de la declaración de inconstitucionalidad, se iba a sumar al de otro camarista, Juan Carlos Gemignani, y así por dos a uno la Sala I de la Cámara Federal de Casación se encaminaba a voltear el polémico giro internacional del kirchnerismo hacia la república islámica.
Luego de lograr que la
Justicia dejara sin efecto la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman contra Cristina Kirchner y Timerman,
el kirchnerismo buscó con la remoción de Cabral evitar que Casación declarase inconstitucional el Memorando ya que esto implicaría que una nueva tormenta política se cerniese sobre la Presidenta en pleno proceso electoral.
Entre otras cosas, sobrevuela una posible acusación de "traición a la Patria" por la delegación de soberanía,
ya que el Tratado creó una "Comisión de la Verdad" para revisar el fallo del juez Rodolfo Canicoba Corral por el que la Justicia argentina acusó a un grupo de iraníes del atentado a la Amia.
Frente a este escenario adverso, el kirchnerismo apuró la aplicación de la nueva ley de Subrogancias y mandó a sus consejeros a
votar la remoción de Cabral y reemplazarlo por un conjuez K, Claudio Vázquez.
Además, para ganar tiempo e impedir
que el magistrado firmase su voto –no llegó
a hacerlo– el Gobierno contó con la ayuda de la camarista Ana María Figueroa, cercana
al candidato a vicepresidente Carlos Zannini, quien postergó su sentencia como miembro
de Casación varias veces, por lo cual terminó acusada por la Daia por "denegación de justicia".
Ahora, Figueroa y el conjuez Vázquez
están en condiciones de dar vuelta la torta y declarar la constitucionalidad del Memorando con Irán.
Reacción opositora
Todo esto desató una nueva guerra entre el Gobierno y la oposición.
Elisa Carrió fue la primera en disparar: presentó una
denuncia en contra de los
consejeros K, la jueza Figueroa y la propia Cristina Kirchner por la jugada contra Cabral.
La presentación cayó en manos del juez Daniel Rafecas, el mismo que enterró la denuncia de Nisman contra
el Gobierno.
En tanto, ayer cuatro diputados del PRO (Laura Alonso, Federico Pinedo, Sergio Bergman y Patricia Bullrich) hicieron una denuncia similar a la de Carrió por abuso de autoridad de los consejeros K.
Pero además pidieron la
inconstitucionalidad de la
ley de Subrogancias (este expediente recayó en el juzgado de María Servini de Cubría).
Hoy el titular del bloque de diputados radicales, el cordobés Mario Negri (foto), se reunirá con su par del PRO, Federico Pinedo, y con el socialista Juan Carlos Zabalza para coordinar acciones.
Todos están de acuerdo con una marcha en los próximos días, en apoyo a Cabral.
Una jugada para legitimar el giro pro-iraní
Sobrevuela una posible acusación de “traición a la Patria” por la delegación de soberanía, ya que el Tratado creó una “Comisión de la Verdad” para revisar un fallo de la Justicia argentina.
30 de junio de 2015,
