Juan Pablo Quinteros no será candidato a intendente de la Capital por Encuentro Vecinal Córdoba, el partido liderado por Aurelio García Elorrio.
El abogado César Orgaz, quien en 2019 secundó en la fórmula a Quinteros, será la cara visible de la propuesta del partido vecinalista.
Quinteros asomaba como seguro participante de los comicios de la ciudad de Córdoba, que se celebrarán el 23 de julio, casi un mes después de las elecciones provinciales del 25 de junio, en las que García Elorrio irá por su segundo intento por la gobernación.
En 2019, tras renunciar a su banca juecista en la Legislatura y antes de la fractura opositora, Quinteros dejó Juntos por el Cambio y se unió a la propuesta de Encuentro Vecinal como extrapartidario. En aquellos comicios, que se realizaron en simultáneo con los provinciales, el hoy concejal realizó una elección destacada para un partido con poca historia en la contienda capitalina.
Muy posiblemente ayudado en parte por el efecto “arrastre” que podría ejercer en el tramo capitalino la presencia de García Elorrio en la boleta única como candidato a gobernador, el exfuncionario de Luis Juez en la ciudad cosechó casi 39 mil votos, un muy celebrado 5,5% que le valió al espacio vecinalista la primera banca en el Concejo Deliberante.
En todos los escenarios preelectorales, Quinteros aparecía hasta hace unas horas como seguro protagonista de la contienda, pero este jueves quedó confirmada la postulación de Orgaz. Hay carteles en la vía pública que dan muestra de esa candidatura que parecía un hecho pero que no lo será, al menos en representación de la fuerza que conduce García Elorrio. En la conducción del partido aseguran que Quinteros “está liberado” políticamente y que la resolución de su no candidatura se produjo en “buenos términos”. ¿Será Quinteros candidato por otro espacio político?
Con seguridad, la salida de escena de Quinteros como referencia de Encuentro Vecinal va a generar diferentes lecturas en medio del cierre de listas, que opera con plazo fatal el próximo sábado a la 0. A priori, podría concluirse que el impacto en el escenario capitalino favorece al opositor Rodrigo de Loredo.
La afirmación se sustenta en, al menos, dos factores: el primero, las dudas respecto de cómo hará Orgaz para equiparar el nivel de conocimiento que alcanzó Quinteros, un elemento muy importante para llegar al electorado. Y el otro –posiblemente el más determinante– está vinculado con el perfil del votante de Encuentro Vecinal, refractario en extremo de las gestiones del peronismo cordobés, a las que García Elorrio cuestiona públicamente y a las que, como ningún otro opositor, denunció en sede judicial. De esas denuncias también fue parte Quinteros.
Una pelea y tres tercios
En medio de una campaña provincial hasta ahora anodina por el lado que se la mire, y en la que el electorado parece devolver en forma de apatía su desilusión por el empobrecimiento permanente de sus condiciones de vida, los movimientos locales son los que animan el paisaje preelectoral cordobés.
Una muestra de ese fenómeno lo exhibe la previa de los comicios que este domingo se desarrollarán en La Calera, la ciudad más grande del departamento Colón. De las 88 elecciones que habrá este fin de semana, las de la ciudad pegada a la Capital son las que más expectativas generan.
Además de ser una de las más importantes por el número de electores –con 37.217, es la séptima–, el juego de peleas y de alianzas configuró un tablero digno de la hipótesis de tres tercios que planteó semanas atrás la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. La diferencia obvia con aquella referencia es que aquí no importan los pisos, sino los techos: gana el que saca más votos. Nada de balotaje, claro.
A menos de cuatro días de los comicios, la paridad que reconocen como tal en los tres principales comandos de campaña habla de un escenario en el que puede pasar cualquier cosa.
El panorama abierto es fruto de una áspera puja familiar entre los Rufeil, el apellido que hegemoniza para el peronismo el poder en La Calera. La disputa entre Facundo Rufeil, actual intendente, y Rodrigo Rufeil, que dejó el gobierno en 2019, le abrió la puerta al concejal vecinalista Fernando Rambaldi para una oportunidad impensada. Facundo Rufeil va por la reelección, mientras que el filo-K Gastón Morán es la carta de Rodrigo Rufeil.
Rambaldi, gracias a un inédito y acotado acuerdo político que cerraron su jefe político García Elorrio y Luis Juez, logró que la oposición se unificara detrás de su candidatura. Sin embargo, el mayor aporte lo hicieron los primos Rufeil. Su pelea, que los opositores aseguran que además de política y personal incluye intereses que excederían lo electoral, derivó en una chance que ningún otro opositor tuvo en los últimos años. Rambaldi sacó en 2019 el 15% de los votos, lejos del 41% que logró Facundo Rufeil. Como sucedió con el triunfo opositor del domingo pasado en Coronel Moldes, la clave está en la división del peronismo.
El interrogante final en La Calera se centra en el nivel de incidencia que tendrá la estructura y el aparato del oficialismo este domingo. Como se vota con papeleta tradicional, la fiscalización será clave.
Martín Llaryora mandó emisarios a apoyar a Morán, el candidato de Rodrigo Rufeil. Juan Schiaretti, en cambio, apuesta por la reelección del intendente. Y Juez sueña con un domingo de batacazo. Será él, en caso de un triunfo, quien celebre como propio un resultado que, de todos modos, no dejará de ser un hecho meramente local.
