La ciudad de Mendiolaza atraviesa una importante crisis institucional que incluye renuncias de sus principales funcionarios, un estado de incertidumbre generalizado entre los empleados y el incumplimiento por parte del municipio de algunos servicios básicos que han puesto en alerta a los vecinos en general.
La administración que encabeza la intendenta Adela Arning (PRO) sufrió este jueves la dimisión de la Presidenta del Concejo Deliberante, Lucía Roselli, y de la concejala Dolores Aramburu, quienes en los próximos días deberán ser relevadas conforme el orden de sucesión previsto en la Ley Orgánica Municipal; en ambos casos se adujeron motivos personales.
Mientras tanto, al frente del cuerpo quedó el actual vicepresidente Miguel Ruffini, referente del Frente Cívico en la región.
Las renuncias de ayer se sumaron a otras cuatro que con anterioridad habían interrumpido la habitual tranquilidad de la ciudad de las sierras chicas.
Gabinete diezmado
Uno de los que dimitió fue Gino Maurino, quien desde Buenos Aires había arribado para hacerse cargo de la secretaría de Obras Públicas. A él se sumaron Alejandro Medrano, quien dejó la secretaría de Gobierno (regresó a su banca como conejal); Rodrigo Salcedo, ahora exdirector de Prensa; y Luís Roldan, que dejó la secretaría de Hacienda para recuperar su cargo en el Tribunal de Cuentas, donde se encontraba en uso de licencia.
Consultada por La Voz, la intendenta Adela Arning, quien ostenta el cargo de vicepresidenta del PRO a nivel nacional, reconoció que 2024 “ha sido un año complicado en el que nos tocó hacer una primera transición y el proceso no ha sido sencillo. Recibimos un municipio quebrado y eso derivó en que no se pudieron cumplir con todos los servicios públicos, como la recolección de residuos y el alumbrado público, pero este año vamos a poder mejorar algunos de esos aspectos”, dijo Arning, quien además anticipó que ya tiene acordado con la administración del gobernador Martín Llaryora algunas obras de infraestructura para la ciudad