“Llegó la hora de sacar la mugre del Senado”. Con un duro mensaje direccionado al kirchnerismo, la vicepresidenta Victoria Villarruel convocó a sesionar este jueves a las 11 con el fin de decidir la sanción contra el senador entrerriano Edgardo Kueider, quien cumple arresto domiciliario en Paraguay tras ser descubierto “in fraganti” en la Triple Frontera con 200.000 dólares que no pudo justificar.
En el temario, Villarruel incluyó los dos proyectos que están en pugna: uno presentado el mismo día de los hechos por el bloque Unión por la Patria, al mando de José Mayans, para expulsar a Kueider del Senado por “inhabilidad moral”; y otro del oficialismo y dialoguistas para suspender al senador hasta el 1ro de marzo de 2025, sin goce de haberes.
Esta última iniciativa fue acordada en martes por la noche y lleva las firmas del presidente provisional de la Cámara alta, Bartolomé Abdala; Ezequiel Atauche (La Libertad Avanza); Luis Juez (PRO); Pablo Blanco (UCR); y Beatriz Ávila (Justicia Social), una aliada del macrismo. Creen que la suspensión es la medida adecuada porque permitirá esperar el dictamen de la Justicia sin tomar prematuramente una decisión drástica.
Ya sea para la suspensión o para la expulsión, se necesitan dos tercios de los votos. Ninguna de las dos opciones tiene asegurada esa mayoría, por lo cual el final está abierto. La tercera opción es simplemente aceptar la licencia de Kueider, con mayoría simple. Pero, hasta el momento, esa idea no prende entre los bloques, que buscan aplicar algún tipo de sanción.
“Para no dilatar los tiempos, junto al presidente provisional Abdala llamamos a una sesión mañana para que tratemos los actos inmorales que son de público conocimiento del senador Kueider, y que exponen una vez más la hipocresía del kirchnerismo”, arremetió Villarruel al anunciar la convocatoria en la red social X.
La vicepresidenta admitió que “lo de Kueider es sin dudas un bochorno que merece recibir un castigo ejemplar”, pero advirtió que “al kirchnerismo lo único que le importa es quedarse con su banca (sí, Kueider entró en la boleta de Cristina) y así entorpecer la tarea de nuestro Gobierno”.
Sucede que, si el entrerriano es removido del Senado, asumirá en su lugar una dirigente de La Cámpora, Stefanía Cora, y Unión por la Patria pasaría de 33 a 34 senadores, quedando más cerca del quórum, que es con 37. En cambio, si Kueider solo es suspendido como proponen La Libertad Avanza y bloques dialoguistas, la banca quedaría vacante.
Para la sesión, Unión por la Patria espera contar con sus 33 integrantes, pero hay versiones que hablan de algunas bajas. El caso Kueider quedó este miércoles en un segundo plano porque algunos integrantes del bloque, como José Mayans y la catamarqueña Lucía Corpacci, estaban abocados al acto de asunción de Cristina Kirchner en el Partido Justicialista.
Desde que estalló el escándalo, La Libertad Avanza y Unión por la Patria emprendieron acusaciones mutuas sobre la figura de Kueider. Mientras que Javier Milei remarca que el senador investigado accedió a su banca por la boleta del Frente de Todos, Cristina Kirchner aclara que se transformó en oficialista desde que votó a favor de la Ley Bases.
El director de Ingresos Tributarios de Paraguay, Oscar Orué, abonó este miércoles la postura de Cristina, al revelar que Kueider dijo ser “afín al gobierno de Milei” cuando fue detenido. El senador también afirmó en ese contexto que “iba a tener muchos problemas en Argentina si esto trascendía en los medios”, según publicó el diario La Nación.
Contra Parrilli
Villarruel intentó incluir en la sesión una sanción contra otro senador, el ultrakirchnerista Oscar Parrilli, implicado en la causa por el memorándum de entendimiento con Irán en su rol de secretario general de la Presidencia de Cristina Kirchner. En un momento, el proyecto del senador Bartolomé Abadala no había prosperado, aunque con el correr de las horas finalmente se incluyó y se tratará en la misma sesión.
“Aprovechando la milagrosa nueva lucidez moral y ética de los esbirros de Cristina, me hubiera gustado incluir también un proyecto presentado por el senador Abdala para suspender al senador Parrilli, quien irá a juicio oral nada más y nada menos que por encubrimiento agravado y traición a la Patria, pero no hubo consenso entre los senadores para firmar ese pedido, lo cual lamento enormemente”, había dicho la Vicepresidenta antes de que finalmente se incluyera.
Para Villarruel, “haber negociado la sangre derramada de argentinos inocentes es imperdonable y los argentinos de bien no queremos traidores a la Patria caminando por los pasillos de la Cámara, por lo cual espero que los senadores de todos los bloques recapaciten y entiendan el cambio de época de una vez por todas”.
Finalmente, sentenció: “Llegó la hora de sacar la mugre del Senado, sin contemplaciones ante la corrupción que puso a nuestro país de rodillas”.