Luego de algunos días de bajo perfil, en su estadía en la vivienda de una familia amiga en Villa Allende, la vicepresidenta Victoria Villarruel asistió anoche a la inauguración del Festival de Doma y Folklore de Jesús María, donde recibió tibios aplausos del público que se percató de su presencia.
La vicepresidenta llegó alrededor de las 20 al predio del tradicional festival. Vestía una bombacha gaucha marrón y sombrero del mismo color. Fue recibida por la vicegobernadora Myrian Prunotto, el intendente de Jesús María, Federico Zárate, y el presidente de la comisión organizadora, Juan López.
Como en todas las actividades que realizó en Córdoba, ninguna de índole política, la vicepresidenta llegó a Jesús María acompañada de su amigo, el abogado Emilio Viramonte, quien le brindó el alojamiento con su familia en Villa Allende.
En noche inaugural del histórico festival, también hubo otras presencias políticas, como el presidente de la Agencia Córdoba Turismo, Dario Capitani, el intendente de Villa Allende, Pablo Cornet.
Precisamente, Cornet, un dirigente del PRO, muy cercano al expresidente Mauricio Macri, fue uno de los dirigentes políticos con el cual Villarruel tuvo más contactos. El intendente la acompañó el viernes a una visita al hospital de Villa Allende. “Hablaron en un par de oportunidades, pero nada de política”, aclaró un colaborador del intendente del PRO.
La presencia de Prunotto fue el único contacto de la vicepresidenta con la administración del gobernador Martín Llaryora, ya que hoy Villarruel regresará a Capital Federal.
Antes de ingresar al predio para ubicarse en las plateas, Villarruel tuvo un breve contacto con los periodistas.
“Acá me siento como una cordobesa más, porque me tratan muy bien, con mucho amor”, respondió Villarruel, ante la consulta sobre cómo se sintió en estos días en Córdoba, “de descanso”, según habían informado desde su entorno.
Tal vez Villarruel no lo sepa, pero utilizó una definición que suele utilizar Mauricio Macri, cuando viene a Córdoba, antes cuando fue presidente y ahora en su condición de expresidente. “Soy un cordobés más”, repite el fundador del PRO.
Mientras se dirigía a la sede de la comisión organizadora del festival, entre los saludos con el público, Villarruel respondió algunas preguntas de periodistas, sin detenerse.
“Estoy muy contenta de estar en la inauguración de este festival, y muy contenta de estar en Córdoba para compartir esta fiesta tan linda. El año pasado estuve, dije que iba a volver, y acá estoy cumpliendo. Voy a ver todos los espectáculos que pueda esta noche, pero hay algunos números que me los voy a peder”, cerró la vicepresidenta, quien tuvo gestos amistosos con las personas que se acercaron a saludarla.
Villarruel llegó a Córdoba en medio de un fuerte enfrentamiento con el presidente Javier Milei. La tensión que hay entre la vicepresidenta y el jefe del Estado quedó reflejada en las versiones que surgieron en la Casa Rosada. La segunda autoridad de la administración libertaria no participará de las reuniones con la oposición para tratar de consensuar los temas de las sesiones extraordinarias en el Congreso nacional.
El anterior paso de Villarruel por Jesús María y el cruce con Peteco Carabajal
No es la primera vez que la vicepresidenta visita Jesús María por el Festival Nacional de Doma y Folklore. Ya lo hizo en enero del 2014, a poco más de un mes de haber asumido su cargo.
En aquella ocasión no se la vio acompañada por ningún funcionario provincial y su paso, que sorprendió a varios, dejó un particular cruce con el artista Peteco Carabajal.
Cuando llegó Villarruel en ese momento, Peteco irrumpió dirigiéndose a los presentes y les solicitó que se sienten “porque «no había llegado nadie” en clara alusión a la vicepresidenta.
En declaraciones a La Voz, el cantante había dicho que no sabía que Villarruel estaba llegando a Jesús María. “No fue un malentendido, ha sido un impulso mío, estábamos trabajando en el escenario, todo venía bien, y vimos que la gente se empezó a parar porque le llamó la atención el movimiento, y yo quería evitar que le gente se pare, pero no para hacerle una cosa en contra a la vicepresidente”, dijo sobre su polémica frase.
Finalmente, la Vive le respondió y mencionó: “Yo pensé que lo decía en realidad como una ironía, como diciendo ‘no se paren, pero párense’, así que me lo tomé como ‘qué gracioso’”, explicó. Y agregó: “Me explicaron quién era y que era una mención de repudio a mi visión ideológica”.
“Yo no vine para discutir con Peteco Carabajal, vine para apoyar a Jesús María. Así que la verdad que lo de Peteco me pareció gracioso en ese momento y sigue siendo gracioso ahora”, cerró en su momento.
